Benedetti, el amigo de "Punto Final" LA amistad de Mario Benedetti con el director de "Punto Final" se extendió por muchos años y recorrió una vasta geografía. Comenzó en La Habana (con ambos en condición de exiliados) y continuó con encuentros en Madrid, Buenos Aires, Montevideo y Santiago. En la foto: Benedetti, en su departamento en la capital uruguaya, conversa con Flora Martínez Pereira, esposa de Manuel Cabieses, que tomó la foto. Mario Benedetti fue, durante muchos años, un destacado colaborador de Punto Final y cultivó una afectuosa y fraternal amistad con nuestro director, Manuel Cabieses, y su familia. Benedetti no sólo es un gran poeta (Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, 1999), narrador y dramaturgo. También fue un excelente periodista que en sus artículos reflejaba la postura revolucionaria y antiimperialista que mantuvo toda su vida. Esa valerosa actitud mereció el reconocimiento de América Latina, y en especial de Cuba y Venezuela. En 1982 el Consejo de Estado cubano le concedió la Orden Félix Varela y en 1989 la medalla Haydeé Santamaría. Por otra parte, en diciembre de 2007 recibió la condecoración Francisco de Miranda, en el grado de Generalísimo, la más alta que otorga el gobierno venezolano, que el presidente Hugo Chávez viajó a entregarle personalmente en Montevideo. Al año siguiente, recibió el Premio ALBA del Fondo Cultural de la Alternativa Bolivariana para las Américas. Su actividad como periodista comenzó en 1945 en el semanario Marcha, donde permaneció hasta 1974 cuando la revista fue clausurada por la dictadura. Fue director literario de Marcha y también publicó numerosos editoriales políticos que, junto con tres discursos pronunciados durante la campaña del Frente Amplio y un poema, se publicaron en el libro Crónica del 71. Escribió también numerosas crónicas humorísticas firmadas por Damocles; fue codirector de la página literaria del diario La Mañana de Montevideo e hizo crítica de teatro y cine en ese diario y en La Tribuna Popular. La salud de Mario Benedetti comenzó a deteriorarse seriamente hace diez años, como relata al director de PF en un correo electrónico enviado desde Madrid en agosto de 2001. De su correspondencia posterior a esa fecha, hemos seleccionado algunos mensajes. Muestran la entereza y optimismo con que siguió trabajando a pesar de su debilitada salud y, sobre todo, del enorme golpe que significó la muerte de su esposa, Luz López, en 2006. Su actividad intelectual la mantuvo hasta el final: en agosto del año pasado publicó su último poemario, Testigo de uno mismo, y tenía otro en preparación -Biografía para encontrarme- al momento de morir. Una gran ayuda para él fue la compañía leal e inteligente del escritor Ariel Silva Colomer (50 años, casado, dos hijos), que en los últimos tres años fue su ayudante y amigo. Benedetti no tenía otros parientes directos que un hermano, Raúl (81 años) -al que menciona en uno de los mensajes que aquí publicamos-, y un primo hermano, Oscar Domínguez Benedetti. Con todas las fuerzas de nuestro afecto y dolor, decimos adiós a Mario Benede-tti, el más sencillo y fraternal de muchos grandes hombres que han honrado las páginas de esta revista. PF Una dolorosa operación Madrid, 25 de agosto 2001 Para Manuel Cabieses Donoso. Querido Manuel: Hace mucho que no me comunico con ustedes y quiero explicarles la razón de ese involuntario vacío. Llegué a Madrid en abril ppdo. en muy malas condiciones de salud. Los 50 años de asma continua me afectaron considerablemente el corazón, aumentándolo de tamaño y provocando que mi organismo cargara con 20 kilos de agua, que me inundó pleura, vientre, piernas, pies, etc. No podía calzarme ni tampoco abrocharme los pantalones. Me operaron con cierta urgencia y me colocaron un marcapasos. Anduve unas semanas bastante bien, pero de pronto tuve tres síncopes (desmayos repentinos) en dos días y me tuvieron que operar por segunda vez porque uno de los cables del marcapasos se había deteriorado. Esta segunda operación fue muy dolorosa porque no se pudo aplicar anestesia. Tuve dos períodos de hospitalización y tuve que suspender todas las actividades que tenía ya comprometidas en España e Italia. Ahora ya estoy bastante mejor y me voy reponiendo. Además, bajé los 20 kilos. Por suerte, he podido volver a escribir y ya tengo un nuevo libro de poemas bastante adelantado. Si los médicos me autorizan es posible que a mediados de octubre vuelva a Montevideo. La revista la recibo puntualmente, cosa que les agradezco. Ojalá que todos ustedes anden bien. Un fuerte abrazo de MARIO BENEDETTI La muerte de su esposa Montevideo, 29 de mayo 2006 Para Manuel Cabieses Donoso. Querido Manuel: Hace mucho que no me comunico con ustedes, aunque siempre recibo el muy disfrutable Punto Final. Uno de los motivos de este paréntesis, ha sido que he pasado muy malos momentos. El más doloroso fue que hace dos semanas falleció Luz, mi mujer, luego de dos años de padecer el muy cruel mal de Alzheimer. Después de 60 años de un matrimonio muy bien avenido, esto me significó un golpe muy duro; de a poco me voy recuperando y como siempre mi refugio es la poesía. Al menos terminé un nuevo libro, Canciones del que no canta, que aparecerá dentro de dos o tres meses. Aquí te envío uno de esos poemas todavía inéditos, por si lo quieres publicar en Punto Final. Para ti, tu esposa y todo el equipo de la revista, aquí va un fuerte abrazo MARIO BENEDETTI PAJAROS Los pájaros nos miran de lo alto reconociéndose en nuestras miradas saben de nuestra comprensible envidia y nos dedican un poco de lástima los pájaros comprenden lo de abajo alegran los jardines / las arenas y si descienden hasta nuestra sombra se llevan en sus alas la tristeza los pájaros se esconden cuando llueve y el árbol los recibe con cariño y cuando un rayo les sacude el aire tiemblan desde las alas hasta el pico los pájaros se asoman a este mundo lo sobrevuelan pero nunca en vano pienso que si hay más vidas y volvemos por una vez quisiéramos ser pájaro. El final de Pinochet Montevideo, 26 de diciembre de 2006 Querido Manuel: Recibí tu cariñoso saludo con tu generoso juicio acerca de lo que hago. Veo que tu familia ha aumentado esplendorosamente y me imagino que te sentirás feliz en tu cercana condición de "bisabuelo". Aquí las cosas, en lo social y político van marchando con lenta mejoría. Los dos partidos tradicionales todavía no han digerido su derrota, después de 174 años de poder y como era de esperar, tratan de hacerle la vida imposible al gobierno progresista, pero las encuestas independientes revelan que el Frente Amplio sigue contando con una cómoda mayoría. Te imaginarás que el final de Pinochet fue una noticia para celebrar, aunque no es del todo satisfactorio que la muerte le haya ganado a la justicia. Esperando que el año que viene sea mejor que el que se va, aquí va un fuerte abrazo para ti y tu familia que ya es casi muchedumbre. Feliz año te desea tu amigo de siempre, MARIO BENEDETTI P.D. Saludos de mi secretario Ariel. Un texto inédito Montevideo, 14 de junio de 2007 Querido Manuel: Hace tiempo que no me comunico con Uds. aunque sigo recibiendo la revista que como siempre sale muy bien. Me gustaría reiniciar el contacto contigo y para ello te mando un archivo adjunto con un texto todavía inédito perteneciente a mi próximo libro, Vivir adrede, que aparecerá en septiembre. Esto va sin compromiso, si te parece bien publicalo cuando quieras. A veces con aciertos y otras con imprevisiones, el gobierno del Frente hace lo que puede a pesar de la dura oposición de los partidos de derecha que no se conforman con haber perdido el poder después de 174 años de ostentarlo. Espero que tu familia se encuentre bien y que la revista vaya viento en popa y aquí va un fuerte abrazo de tu colega. Mario PD: Saludos de Raúl y Ariel. AH DESAPARECIDO Vos te vas sin ser voz; te fuiste sin ser muerte; desapareciste sin reaparecer. Tu rostro está aquí: cómo nos mira y cómo lo miramos. Te fuiste sin decir adiós. Nadie te sabe, todos te añoran, van proclamándote, rememorándote. Quedaste en tantas vidas que no descansan, que están en tu secreto, en su silencio. Sin alivio, porque te echan de menos, te conocen de más. Ah desaparecido, ¿qué podemos hacer para encontrarte, para copadecer en tu agonía, si no sabemos cuándo te has ido, desvanecido, vuelto fantasma? Quizá por ese no saber nos vamos quedando sin melancolía, apenitas con un sol a oscuras, abandonado, con la memoria sin excusas, con el poder más impotente. Ah desaparecido, ¿quiénes fueron los que sin dudarlo te borraron? Tu ida fue un crepúsculo interminable. La desaparición no es una muerte sino un vacío. Podés ser náufrago, despojo o hueso en tierra, también un pájaro que decide emigrar. Los que te encuentren, si te encuentran, te regarán con llanto, aunque haya lluvia. Ah desaparecido, parecido, sido, ido. Nunca más te esfumes, por más que el tiempo pase, no vamos a perdonar lo imperdonable. Mientras tanto, confiemos en que cada uno de los desaparecedores reciba el castigo de su propia conciencia. (Texto publicado en PF 642) Montevideo, 19 de febrero de 2008 Querido familión Cabieses: En primer lugar pedimos disculpas por la demora en la contestación, pero se imaginarán que el traslado y la preparación han demandado mucho tiempo, para que todo estuviera como Mario se merece. Transcribo a continuación las palabras de Mario ya que por el momento no escribe directamente sus contestaciones: "La pasé bastante amarga, pero me estoy recuperando. Gracias por tu preocupación y un abrazo grandote". Mario y Ariel Cinco días antes de su muerte Montevideo, 12 de mayo de 2009 Querido Manuel y familia: Soy Ariel. Disculpa la demora en la contestación. Primero me encontraba junto a Mario en el sanatorio y luego hemos tenido que acondicionar todo para el regreso. Mario ya en casa, se recupera lentamente. Si bien ha respondido al tratamiento, es un delicado equilibrio. Gracias por la presencia de siempre. Abrazo fraterno de Mario y Ariel (Publicado en "Punto Final", edición Nº 686, 29 de mayo, 2009, Suscríbase a PF) |
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