La Bosta de Rattenbach por Eduardo Linares Dahl
La Presidente firmaba dos decretos, uno, ordenando la apertura de un informe e investigación de un General de 84 años entonces, 1982, Benjamín Rattenbach, en el cual de forma insoslayable se pone a los combatientes de Malvinas en el quinto infierno, ni dictado por Margaret Thatcher hubiera salido mejor ese informe. Porque el viejo General, ni más n
...i menos, puso la lupa sobre la impericia de su propia fuerza, el Ejército, al mando de la conducción de la guerra, ignorando, sin ir más lejos, la épica de la Fuerza Aérea y la aviación naval, el perfecto accionar de los Comandos del EA, o del BIM 5 –Batallón de Infantería de Marina 5- al mando del Teniente de Fragata Carlos Robacio, pidiéndole un día antes de la rendición de Puerto Argentino al General Mario Menéndez el relevo del BIM 2, intacto, sólo había participado en operaciones en la toma de las Islas el 2 de abril, luego, acantonado en Puerto Argentino, perfectamente entrenado y pertrechado, para seguir soportando a los británicos en las cuestas de Tumbledown.
Sí Menéndez, en vez de mandarle a los Infantes de Marina de Robacio, "calzoncillos largos", le hubiera mandado municiones, diez mil disparos de obús había efectuado el BIM 5, o le habilitaba el BIM 2, 800 combatientes frescos, repito, perfectamente entrenados en la base de Usuhaia para el combate en las heladas estepas patagónicas, otro hubiera sido el destino de la guerra, conforme las declaraciones del Tte. Cnel galés Toni Davies en 2007, a los 25 años de la Gesta, -cuando los Kirchner no pudieron participar del acto oficial en Río Gallegos por el conflicto docente en su provincia, sí, eran personas no gratas en su propia tierra-, sosteniendo que habían ganado la guerra "por 48 horas", a propósito del percance provocado por el hundimiento del portacontendores Atlantic Conveyor el 25 de mayo, en el estrecho de San Carlos, con él, toda la logística, de municiones a hospitales de campaña de la Task Force, al fondo del mar.
Davies, de visita en Buenos Aires entonces, fue aún más allá, al declarar que sus soldados también eran bisoños, no habían peleado ni en Irlanda, que los FAL de fabricación argentina era mejores que los de ellos, los originales belgas, que se trababan por el hielo, que si había un día más de combate, lo más probable era que ellos se quedaran sin municiones. Todo esto declaró hace cinco años Toni Davies nada menos que en reportaje en el diario Clarín. Sí, cuando Magnetto era oficialista y tomaba el vermú con Alberto Fernández y Néstor Kirchner en Olivos.
Ignora también, no hace mención, le resulta irrelevante, al Gral. Benjamín Rattenbach, que la Task Force, formada por casi 200 navíos, entre transportes y buques de guerra, haya perdido en menos de 60 días de combate en el atlántico sur el 40% de sus unidades, hundidas, averiadas, fuera de combate, blancos de los muy bien coordinados y ejecutados ataques de la aviación naval y la Fuerza Aérea. El año pasado, el príncipe Andrés de York, en un lapsus memorable ante las cámaras de la televisión británica, reconoció que siendo él tripulante del portaaviones "Invencible", nave insignia de la fuerza invasora, debieron de soportar un serio ataque de la aviación argentina, el cual dañó el buque; textualmente, él tuvo temor de ser encontrado cuerpo tierra, carbonizado sobre la cubierta del buque, con el cubo mágico que intentaba armar entonces con otro tripulante. No, el Gral. Rattenbach no pudo estar al tanto de tal confesión, extra tempore.
En una sola jornada de combate, el BIM 5 había diezmando un batallón de paracaidistas escoceses, más de 800 hombres, aniquilando unos 300 gurcas, todos estos acontecimientos relatados por los protagonistas británicos y subidos a youtube, no, no son información confidencial, ésta, la Casa de Windsor la mantiene en secreto hasta el 2082. Es bueno precisar, para conculcar el relato de Goldman Sachs, la progresía intelectual y el periodismo militante, que el General Rattenbach recomienda un solo juicio sumario y la pena máxima, un pelotón de fusilamiento, es para el Tte. Cnel. Italo Poggi, jefe del regimiento de correntinos, los famosos correntinos que iban a correr a los gurcas con los facones.
Este Regimiento, el de Infantería 12 General Arenales, de Mercedes, Corrientes, al mando del Tte. Cnel. Italo Angel Piaggi, autor del libro "Ganso Verde", promediando la guerra, del 26 al 29 de mayo, durante la batalla de Pradera del Ganso, había recibido la orden expresa del General Menéndez de resistir hasta el último hombre. A su vez, habían escuchado por radio, cómo la artillería argentina recibía la orden de bombardear nada menos que sus posiciones, por si les quedaba alguna duda; sobre el caso podría dar testimonio el Gral. Martín Balza, oficial en jefe de la artillería argentina en el combate. Sí, hasta ese entonces, la Fuerza Aérea y la Marina, ésta a propósito del hundimiento del crucero General Belgrano, llevaban las palmas de la gloria por cantidad de efectivos muertos, o por las heroicas hazañas de los aviadores. La estadística del Ejército era corta, debían de mantenerse por encima de las otras fuerzas si pretendían seguir ejerciendo el predominio político que les había permitido llevar a tomar el poder por sendos golpes militares cinco veces durante el siglo XX.
Al Regimiento de correntinos de mi amigo Marito Cordón lo mandaban a degüello, así de simple, si reculaban, los iba a bombardear su propia artillería. Esto lo hemos visto hace un par de años en una soberbia película del francés Jean Jacques Arnaud, con las barcazas del Ejército Rojo llegando a Leningrado, sitiada por los alemanes, soldados rusos aterrorizados siendo fusilados por sus propios suboficiales y oficiales. Sí, es una maldición la guerra, ya lo sabemos. El Ejército precisaba cuando menos de 500 muertos propios, no llegó a las 200. Cuento la anécdota de Marito Cordón – con quien fuéramos compañeros de trabajo en la Biblioteca del Congreso hace más de 25 años- porque me sigue emocionando. Luego de ser dado de baja sumariamente, o sea, sin derecho a la defensa, privado de rango, uniforme y sueldo de por vida, era el segundo jefe del RIM 12, siguió sosteniendo a su familia de cuatro hijas y su esposa, trabajando por la noche en una empresa de limpieza antes de entrar al Congreso. Sí, un Mayor del Ejército Argentino, ex combatiente de Malvinas, limpiaba baños. El oficial al mando de ese regimiento de correntinos, el Tte. Cnel. Poggi, junto con el Mayor Mario Cordón, desobedeciendo las órdenes del Gral. Menéndez, les dan licencia a su tropa replegarse, no estaban dispuestos a sacrificarlos, al tiempo que ellos con el resto de oficiales y suboficiales se rendían y entregaban a los británicos.
Por tal accionar, Rattembach pedía el fusilamiento de Poggi, nunca ejecutado. ¿Me pregunto, quién va a juzgar entonces al Gral. Benjamín Rattenbach, Horacio Verbitsky, porque eso sí que es avalar una conducta por cierto criminosa, cual es la de ordenar batir con artillería a la propia tropa? ¿Quién puede sostener con seriedad y objetividad, pasados 30 años de la guerra, que el Informe Rattenbach se ajusta a Derecho, conforme los códigos militares, las leyes de la guerra, el Derecho Penal del mundo civilizado; no que fue una maniobra desesperada de un poder militar en fuga, por lavar torpemente su conciencia?. No me caben dudas, que la Comisión del Congreso, el "Observatorio" que seguirá la apertura oficial del Informe Rattenbach, apunta a juicios de la "Democracia" para con los militares acusados por el viejo General por "traición e impericia". Eso sí, el General Menéndez, gran traidor y entregador de Malvinas, seguirá libre, dando sus históricas conferencias, siempre con su pantalón de franela gris y su blazer azul, british.
Es uno de los lugares más comunes del progresismo y de los organismos de DDHH, insistir con la "entrega" del Astiz de las Georgias "sin haber disparado un tiro", asimismo, citando el Informe Rattenbach, sin haber ni siquiera ojeado la primer página, hacer hincapié en el pedido de la pena máxima para el marino represor. Falso de toda falsedad. La compañía de buzos tácticos al mando de Astiz resiste en Georgias el ataque de tres buques de guerra británicos, disparos de sus artillería, o sea de cañones de 105 mm para arriba, durante dos interminables horas, apoyados, como si fuera poco, por las dudas, con el asedio de un submarino nuclear, –el submarino convencional Santa Fe que los asistía, estaba fuera de combate, averiado-, hasta que el Tte. de Corbeta Lagos, al mando de ambos contingentes, le ordena, conforme los códigos de la guerra, el alto el fuego a Astiz, para evitar el aniquilamiento de la propia tropa ante la desproporción de fuerzas.
Nadie es condenado por semejante accionar. Tampoco lo fueron ellos. Rattenbach tan sólo ordenó un sumario administrativo para con aquéllos dos marinos. La resistencia heroica de "El Alamo", llevado al cine varias veces, o de cualquier historia militar semejante, como la de "El Alcázar de Toledo", o los "300" del desfiladero de las Termopilas, se sustenta en que esta resistencia cerril puede ser indispensable para sostener un frente, siempre y cuando haya una fuerza de apoyo en curso. En el caso de las islas Georgias, este apoyo era inexistente. Entiéndase bien, no estoy pidiendo la libertad de Astiz, ni nada parecido. Tampoco la de Rolón, Pernías, Acosta, héroes del BIM 5.
El 29 de mayo del año pasado, el héroe de Monte Tumbledown, el Contraalmirante Carlos Robacio, pasaba a la eternidad. No fue recordado entonces ni lo será ahora, justamente en el día del Ejército Argentino, una humorada del marino, decidir morir en tal día. El 3 de junio del año pasado, el jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada Nº 25, con asiento en General Sarmiento, Chubut, el Tte. Cnel. Víctor Manuel Paz le rendía honores militares junto a los caídos de su Regimiento en Malvinas, los "Bravos del 25". El Ministro de Defensa le ordenó 30 días de arresto por tal gesto. Así están las cosas en este país, entregado por 30 monedas de oro.
El otro decreto firmado por Cristina Elisabet Wilhelm, promete la creación de un hospital de salud mental para ex combatientes, burla infame a 30 años del conflicto, cuando durante tres décadas a los ex combatientes les han negado lo más elemental, un desfile militar propio, de todas las unidades en combate y de apoyo-el año pasado, en la apoteosis del Bicentenario, lo hicieron de prepo, ante la mirada gacha del poeta gauchesco Aníbal Fernández, otrora con poder político-, cuando todos los locos ya se han suicidado; 459 se han quitado la vida, más que los muertos en las Islas en combate – exactamente 201 hombres, 194 de Ejército y 7 de Gendarmería, descontando desde ya las víctimas del Crucero Gral. Belgrano, más de 321, fuera de la zona de exclusión bélica, o 55 hombres de la FAA, el BIM 5 pierde 16 hombres - al no poder soportar la espalda de una sociedad que ha vivido despreciándolos por haber cumplido con la Patria, por haber defendido el territorio nacional invadido a costa de su sangre, peor aún, por haber tenido la osadía de reivindicar esa gesta, convencidos como están los cipayos, que Malvinas es una causa perdida, o que está muy pero muy mal molestar la paz idílica de esos usurpadores, los kelpers, esa ficción jurídica regida por una constitución dictada por la Corona británica, a Linda Watson, ella, tan rubia, tan linda, empleados de las tres empresas de la monarquía que operan en las Islas, o los ilusos (cobardes encubiertos), que para hacer tiempo especulan con que las Islas serán recuperadas por la vía diplomática, sin tomar en cuenta los recaudos de la Unión Europea, alertada del tesoro petrolífero que yace en sus cuencas, declarando a las Islas territorios ultramarinos de Europa en 2009, conforme los Acuerdos de Lisboa.
Ni qué hablar, por favor, de que en la cuenca de Malvinas haya en realidad una cierta y gigantesca reserva petrolera, según los informes de Lula da Silva al matrimonio Kirchner en su momento, superior a la del litoral paulista, también, desde ya, a las agotadas del Mar del Norte, que han hecho, para el caso, a Noruega el 10º productor de petróleo del planeta, no, ni hablar del tema, no vaya a ser cosa que sea cierto, ¿no, qué hacemos?, a ver si tenemos que ponernos a trabajar en serio, ir al gimnasio todas las mañanas dos horas para bajar la repugnante panza que portamos para estar alejados del mundo, si ni siquiera estamos en condiciones de explotar el petróleo del continente y hemos vendido la empresa de bandera, la más grande petrolera estatal del mundo, en su momento, por monedas.Ver más
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