Carmen Sepúlveda
Fotografías: Elvis González
Elizabeth Patiño es una joven actriz que una vez viviendo en Francia se pudo conectar con los valores de sus raíces. Y una vez asumida como mestiza inició un viaje en un ambicioso proyecto que la tiene estudiando cada uno de los campos de la cultura de las machis. "Simbiosis mapuche" es un trabajo cuyo eje central es mostrar a los chilenos de dónde vienen a través del teatro, danza y videoclips, entre otras artes. Aquí un alcance de lo que motiva a Patiño a buscar todas las ayudas necesarias para armar su cuento.
-¿En qué etapa está tu proyecto?
-Hay varios artistas que están trabajando con el tema, otros están comenzando y mi idea es guiarlos para que todos podamos hacer una gran plataforma y que hablemos el mismo lenguaje. Uno de los fundamentos del proyecto es reconocer y asumir nuestro origen indígena, con dignidad y orgullo, es un paso esencial para avanzar hacia una identidad nacional. Ignorar nuestras raíces es pretender mutilar el ser nacional.
-¿El tema político está detrás de esta investigación?
-No porque me concentré más en las raíces del pueblo y en su cosmogonía, cómo viven y cuáles son sus intereses. No he querido meterme en el tema político porque no he querido invadirme de esa información porque mi cuento es traspasar a la gente conocimientos y sacarlos de la ignorancia, que se sientan tan orgullosos como yo me siento de ser mestiza.
-¿Qué has descubierto en esta investigación?
-Que hay mapuches que ni siquiera saben el significado de su apellido porque se han chilenizado y de alguna forma es porque se han avergonzado de sus raíces, hay que darles un espacio en la sociedad y sentirnos orgullosos porque los mapuches son bellísimos. Todos llevamos sangre mapuche y los chilenos son tremendamente ignorantes de su cultura.
-¿Qué despierta en ti el interés por estudiar los orígenes?
-El año pasado en Madrid apareció un video, una animación en inglés, de una historia mapuche preciosa, desde ese momento empecé a buscar material y derivé a la cosmogonía. Me di cuenta que era una ignorante, me asombré de lo que estaba leyendo y quise investigar más. En el colegio me enseñaron que era el único pueblo que no cayó subyugado, crecí pensando que los mapuches eran ebrios y flojos y es evidente que la mayoría de los chilenos están en la misma situación de ignorancia. Al conocer la cultura me maravillé y dije: "tengo que contarle al mundo de dónde vengo". Me acerqué a mis raíces y eso me puso alegre. En nuestra sociedad vivimos hablando de lo que ocurre afuera, y la mayoría valora más el ser extranjero porque no tenemos el orgullo de lo que somos, nuestras raíces las desconocemos en absoluto.
-En tu caso tuviste que irte de Chile para valorar tus orígenes. ¿Por qué?
-Sí, porque de afuera ves las cosas de otra manera. Me fui a vivir a París, me casé con un francés, lograr hacer una vida allá no es fácil, es partir de cero, no tienes historia, amigos, contactos, no hay nada y esa condición te vuelve más hábil, abierta, cambia tus valores de toda índole y ves de otra perspectiva tu país y tu realidad, desde afuera una de las cosas que tomaron sentido fue mi cultura.
-¿Por qué le pusiste "Simbiosis mapuche" al proyecto?
-Le puse simbiosis porque es una mezcla de todas las artes que vamos a trabajar, queremos hacer un pequeño festival de cine, llamar a videístas que trabajen el tema de la cosmogonía mapuche y también invitar a músicos de diferentes áreas. Busco apoyo de toda índole para poder enseñar a la gente el bello alcance de este pueblo.
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