08 noviembre, 2010
Innovar es la clave para un desarrollo sustentable de América Latina y el Caribe
A través de un análisis comparativo con las realidades de los países desarrollados, un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo revela algunos patrones persistentes en la región en términos de Ciencia, Tecnología e Innovación. Los países de América Latina y el Caribe (ALC) siguen realizando muy bajas inversiones en investigación y desarrollo (I+D) y, a diferencia de los países de la OECD, tienen una escasa participación del sector privado en inversión en I+D como porcentaje de la inversión total. Las empresas de América Latina y el Caribe han favorecido estrategias de compra de tecnología en lugar de promover la generación endógena de tecnología y de nuevas ideas, dice el informe titulado “La necesidad de innovar”. Datos del 2007 muestran que en promedio en ALC sólo hay un investigador por 1000 personas en la población activa. Lo que hace que la región cuente con un promedio de siete veces menos investigadores que los países OECD. Todo esto se traduce en un desempeño innovador muy bajo respecto a los países desarrollados. De hecho en algunos indicadores de desempeño, América Latina y el Caribe ha retrocedido, bajando, por ejemplo, de 6,5 nuevas patentes por cada 100.000 habitantes en los años 1995-1998 a 5,5 nuevas patentes en los años 2005-2008. “La innovación hoy en día es un imperativo para el desarrollo de todos los países, y América Latina y el Caribe no es una excepción. Los países de la Región no pueden seguir posponiendo la inversión requerida en innovación y desarrollo tecnológico necesaria para alcanzar niveles de productividad y crecimiento que permitan una mejora sustantiva en la calidad de vida de sus poblaciones”, dijo Flora Montealegre Painter, Jefa de la División del BID de Ciencia y Tecnología. “El BID ha trabajado desde su fundación en el fomento de la ciencia y del desarrollo tecnológico de la región y está comprometido a seguir apoyándola. Seguimos trabajando con los países de la región para aumentar la inversión en Ciencia y Tecnología, fomentar políticas de innovación más efectivas, y generar nuevas estrategias que faciliten la innovación y el desarrollo de tecnologías transformadoras como las tecnologías de la información y las comunicaciones”. En esta dirección se enmarca el proyecto piloto Sistemas Regionales de Innovación (SRI) lanzado por el BID este año en Brasil. Esta cooperación técnica busca apoyar el fortalecimiento de los sistemas regionales de innovación de los estados de Minas Gerais, Santa Catarina, Paraíba y Alagoas como proyecto piloto para identificar acciones y prioridades de intervención en el área de innovación en Brasil. El programa cuenta con el apoyo de instituciones nacionales (Agencia Brasilera de Desarrollo Industrial, Confederación Nacional de la Industria, Consejo Nacional de Secretarios Estaduales para asuntos de Ciencia Tecnología e Innovación) e internacionales (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo). Aunque Brasil es el país latinoamericano que destina el porcentaje más alto del PIB a la innovación, sique siendo un reto la coordinación de los actores involucrados en los procesos innovadores. Por esta razón el foco principal es fortalecer la articulación entre el gobierno, los centros de investigación y las empresas. “La falta de relación entre lo que se estudia en las universidades y las empresas es un reto importante en Brasil como en toda la región latinoamericana” agrega Painter. “Nuestro interés es consolidar el desarrollo sustentable regional, con enfoque en la innovación promovida por las empresas”. | 
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