Por medio de la presente les hacemos llegar el informe periodístico del Diario La República sobre Policías y Militares que cayeron en las redes del narcotráfico en la zona del VRAE y el amedrentamiento que vienen teniendo honestos policías por denunciar el caso. Atentamente
CESAR FERNANDO O´PHELAN PEREZ
PRO JUSTICIA. La República Denuncian a 18 policías antidrogas del Vrae por coludirse con el narcotráfico Corrupción. Otros 12 casos se registraron en lima, Arequipa, Puno, Iquitos y Piura. Varios efectivos no pueden ser expulsados de la institución hasta no recibir sentencia del Poder Judicial, según nuevo reglamento de la Policía Nacional. Doris Aguirre. Los enviaron a combatir al narcotráfico y terminaron coludiéndose con las mafias: 18 efectivos de la policía que cumplían servicio en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene se vincularon con organizaciones criminales dedicadas al negocio ilegal de drogas, entre 2009 y lo que va del 2011.
El pasado 30 de enero, el suboficial PNP Juan Rivera Mamani, quien se desempeñaba como agente de inteligencia de la División Antidrogas de Ayacucho, se dirigía a Huamanga en una camioneta de su propiedad. Cuando observó que una patrulla de su institución intervenía a los vehículos en la carretera, huyó. Al inspeccionar la camioneta abandonada, la policía encontró 23 kilos de pasta básica.
Al igual que el suboficial Rivera, otros 17 agentes que cumplían misión en el Vrae –entre ellos un mayor y dos capitanes– son investigados por su participación o contacto con organizaciones del tráfico de drogas. En 2009 se registraron nueve casos que protagonizaron, entre otros, los comisarios de San Miguel y Quinua, los capitanes PNP Pedro Guzmán Ayma y Sixto Izaguirre Gallardo, respectivamente. De acuerdo con fuentes policiales, ambos efectivos decomisaban droga a los narcotraficantes y luego revendían la mercancía ilícita. Guzmán y Izaguirre fueron acusados por los propios traficantes. Con los oficiales han sido también denunciados como cómplices los suboficiales Luis Gonzales Vilca y Rowe Mueras Rivera. En junio de 2009, los suboficiales Plácido Sicha Quispe, Jesús Palomino Apolaya y Giancarlo Vargas Silva fueron enviados a la prisión huamanguina de Yanamilla por haber permitido el pase de un camión con dos toneladas de insumos químicos para el narcotráfico. Mientras que no reciban condena, continúan activos. Durante el año 2010, la Inspectoría General de la PNP investigó a 11 policías comprometidos en tráfico de drogas. De todos, solo uno ha sido dado de baja. El resto se encuentra en actividad, hasta que el Poder Judicial los sentencie, según el nuevo reglamento disciplinario de la PNP. El 28 de mayo del 2010, el suboficial Juan Osorio Mercado resultó sorprendido en Palpa, Ica, cuando transportaba 100 kilos de pasta básica de cocaína en un vehículo. Venía del Vrae. En el 2005, Osorio fue recluido en el penal de Lurigancho por robo agravado, pero retornó a la institución. Juan Osorio cayó también con los suboficiales Edilberto Mego Bravo y Juan Cercado Lozano, que trabajaban en el Escuadrón Verde del Callao. Sin embargo, en otras regiones del país se han registrado otros casos de policías salpicados por la droga: tres en Lima, tres en Iquitos, dos en Puno, uno en Arequipa, y uno en Ayabaca, Piura, de acuerdo con reportes de la Inspectoría General de la PNP.
La institución policial señala que el nuevo reglamento de la institución impide aplicar medidas ejemplares a los infractores involucrados con el narcotráfico.
CORONEL Y MAYOR PNP ACUSADOS DE PROTEGER A NARCOTRAFICANTE Corrupción. Pretendieron encubrir hallazgo de 84 kilos de droga. Ayer La República informó de 18 casos de policías acusados de coludirse con el narcotráfico en el Vrae, pero se repite el mismo delito en otras zonas.
Doris Aguirre.
El ex jefe de la Región Policial de Chanchamayo coronel PNP Miguel Rodríguez Flores y el ex jefe de la división antidrogas de la misma jurisdicción mayor PNP Eduardo Ninalaya Martínez están involucrados en un caso de narcotráfico. La Inspectoría General de la institución policial los somete a investigación.
Cuando desempeñaban funciones, el 11 de noviembre del 2009, efectivos del destacamento policial El Pedregal (Chanchamayo) intervinieron un camión que transportaba 84 kilos de pasta básica de cocaína camuflada en un lote de cuero. En el operativo se arrestó el chofer Jesús Castro Salinas, quien estaba junto a Yanet Arbe Alania, hija del empresario Daniel Arbe Tapia, amigo del mayor Ninalaya.
No obstante el tiempo transcurrido, las autoridades no deslindan responsabilidades y ambos oficiales laboran normalmente.
La Primera Fiscalía Mixta de Chanchamayo, que despacha Carmen Sarmiento Pumarayme, determinó que el mayor Ninalaya llamó al jefe del control de El Pedregal para que atienda al empresario Daniel Arbe. Es decir, para que lo librara de la detención del vehículo que transportaba la droga.
Por si fuera poco, el coronel Rodríguez, sabiendo que el mayor Ninalaya era amigo de Arbe, le encomendó la investigación del caso de narcotráfico que involucraba al empresario.
Una evidencia de que tanto el coronel Rodríguez como el mayor Ninalaya concertaron el encubrimiento del caso de tráfico ilícito de drogas es que no comunicaron del hallazgo del estupefaciente a la Fiscalía Provincial de La Merced, como correspondía.
Además, para no despertar sospechas, en el atestado policial sobre el decomiso de la pasta básica, se obvió el nombre de Ninalaya para no generar desconfianza.
Según fuentes de la Primera Fiscalía de Chanchamayo, el camión, de propiedad del empresario Daniel Arbe, habría realizado viajes con droga con destino a Lima con anuencia de los jefes policiales Rodríguez y Ninalaya.
Por estos hechos, la fiscal Sarmiento denunció al coronel Rodríguez y al mayor Ninalaya por los delitos de tráfico ilícito de drogas y asociación para delinquir.
Otra evidencia recopilada por la fiscal contra los oficiales de la policía son las llamadas telefónicas que efectuó Daniel Arbe al mayor Ninalaya con el propósito de librarlo del caso de la incautación de droga. Con ellos ha sido denunciado Arbe. Solo se detuvo al chofer del camión, Jesús Castro.
Por cierto, mientras sigue en curso el caso y los oficiales no reciban sentencia, continúan en actividad. El coronel Rodríguez se desempeña como jefe del Estado Mayor de la Octava Región Policial con sede en Huancayo, y el mayor labora en la Dirección de Personal de la PNP en Lima.
En su defensa, Rodríguez Flores dijo que la acusación contra él no tiene pies ni cabeza. "En un inicio la fiscal me denunció por omisión de funciones, pero el juez Juan Basilio Atencio, del Primer Juzgado Penal de La Merced-Chanchamayo), rechazó la imputación, dijo.
Luego lo acusaron por encubrimiento y el juez también desestimó el cargo. Al final, la fiscal amplió la denuncia por tráfico de drogas y una jueza provisional aceptó.
"Voy a salir limpio de este proceso porque soy inocente. Se está cometiendo una injusticia. Soy un oficial con una trayectoria ejemplar", dijo el coronel Rodríguez.
Al ser consultado sobre por qué no comunicó a la Fiscalía la relación de Ninalaya con el presunto narcotraficante, dijo que no tenía la obligación de comunicar el hecho a la Fiscalía. Además, porque no fui informado de las llamadas del mayor Ninalaya al puesto policial de El Pedregal interesándose por el camión intervenido", dijo.
"Es mi amigo pero no sabía de droga"
El mayor PNP Eduardo Ninalaya Martínez aceptó a La República conocer al empresario Daniel Arbe Tapia, propietario del camión intervenido con 84 kilos de droga. Sin embargo, negó tener conocimiento de que el vehículo llevaba droga
Sólo llamé a mis colegas para que le dieran pase al camión de mi amigo Arbe porque llevaba cueros y no tenia los papeles al día. Además la droga no estaba camuflada en el cuero sino en unas canastillas del vehículo", aclaró Ninalaya.
Explicó a este diario que el coronel Rodríguez lo llamó a los dos minutos y le ordenó que se hiciera cargo de las investigaciones y que comunicara el hecho al fiscal antidrogas. "Yo no sabía que había droga en el camión, tampoco tenía conocimiento de que se trataba del vehículo intervenido", aseguró.
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