La exdirectora del Instituto de Salud Pública de Chile, Dra. Ingrid Heitmann ha declarado a la agencia DPA que su país tuvo gas venenoso en la década de los 80 cuando gobernaba Pinochet. La información difundida añade que las respectivas ampollas de toxina botulínica habrían sido destruidas, sin mencionarse cómo ni dónde.
Considerando los antecedentes históricos de nuestra relación con Chile, sería una indiferencia irresponsable dejar pasar esta noticia.
La posesión de armas químicas por Chile constituiría una amenaza que nos atañe directamente y que además está expresamente prohibida por la legislación internacional y los convenios respectivos.
El Gobierno del Perú tiene la obligación de pedir a Chile las explicaciones pertinentes, sin descartar la intervención de las NNUU para que clarifique asunto tan grave. Los peruanos tenemos derecho a vivir con la certeza que nuestro vecino no posee la capacidad destructiva y aniquiladora del gas mortal, por lo que requerimos se nos asegure que esta posibilidad hoy nosea real.
En la circunstancia denunciada, el silencio viene siendo cómplice de un daño potencial que afectaría nuestra propia supervivencia.
Octubre 31 del 2013
El Consejo Directivo
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