La ultima novela de Oswaldo de Rivero continua siendo un exito editorial . Agotada la primera edicion en Madrid, se encuentra en venta aun los ultimos numeros en las librerias El Virrey en Lima.

En sus paginas el autor reflexiona imaginativamente entre otras tantas preguntas sobre los diversos escenarios de crisis internacionales "¿Por que la violación es la atrocidad más frecuente en los conflictos?, la respuesta era siempre más o menos la misma: "para combatir se necesita testosterona y el combate armado produce más testosterona. En un mundo así, no hay seguridad para las mujeres"...

El día en que los hombres perdieron su erección

Por Oswaldo de Rivero* En las entrevistas de prensa sobre mi novela La isla de Príapo, la pregunta común fue: "¿cómo un diplomático que ha escrito libros sobre relaciones internacionales ha llegado a escribir una novela tan insólita sobre una pandemia que hace perder la erección a todos los hombres de la Tierra?....

(sigue en : http://blogs.elpais.com/eros/2013/10/príapo-en-su-isla-in-progress.html )

Ver tambien en :
http://reddemocratica01.blogspot.com/2013/02/red-democratica-la-isla-de-priapo-2.html
(VIDEO)
http://www.youtube.com/watch?v=7FBqFJIyhgc

Ademas : interesante entrevista grabada en la web de Hora America, radio espanola. La entrevista inicia en el minuto 3'.. http://www.rtve.es/alacarta/audios/hora-america/hora-america-isla-priapo-primera-novela-del-diplomatico-peruano-oswaldo-rivero-21-03-13/1729775/

La Republica

23/abril/2013

Llega a Lima novela La isla de Príapo

Lunes, 29 de abril de 2013 | 2:35 pm

Debuta. Embajador Oswaldo de Rivero publica su primera novela e inicia carrera literaria.

Ficción. La comentada primera novela del embajador Oswaldo de Rivero ya se puede encontrar en librerías. Aquí una presentación hecha por el mismo autor.

Oswaldo de Rivero.
En mis entrevistas y conversaciones con la prensa y con gente que me conoce, la pregunta más común es: ¿Cómo un diplomático de carrera que ha escrito cuatro libros sobre relaciones internacionales –que están en varios idiomas– ha llegado a producir una novela tan insólita que narra una pandemia que vuelve a todos los hombres de la Tierra impotentes? Les contesto que, en mi caso, La Isla de Príapo no está desconectada de mi experiencia diplomática. Y voy a decir por qué.
En los últimos 11 años de mi carrera estuve involucrado todo el tiempo en las horribles guerras civiles de depredación nacional que estallaron después de la Guerra Fría: Bosnia, Kosovo, Somalia, Dafur y el Congo.
Verdaderos infiernos domésticos donde los hombres practicaban la Seudo Especiación, un término que usan los biólogos para decir, como por excepción, algunas especies, particularmente insectos, tratan a otros individuos de su especie como si fueran de una diferente y los matan. En el caso de nuestra especie, no es la excepción sino la regla. En la guerra los hombres tratan a los “enemigos” como si no fueran homo sapiens, peores que los felinos más depredadores, ya que estos no cazan a los de su especie.
Vi atrocidades. En el Sudán, vi cómo –después de un combate– las hienas se disputaban partes humanas de los muertos enemigos no enterrados cerca de Dafur. En Somalia cómo se usaban armas antitanque contra individuos para que los fragmentos de sus huesos se unieran a las esquirlas y mataran más enemigos. En el Congo, como presidente del grupo del Consejo de Seguridad sobre este país, tuve que tratar con 17 grupos armados, uno de los cuales –los Mai Mai– usaban en combate fetos humanos como amuletos alrededor del cuello.
Pero la peor atrocidad en todos los conflictos es la cometida con las mujeres a través de violaciones seguidas de muerte o violaciones donde salvaban la vida pero se convertían en refugiadas, en parias internacionales, al quedar viudas o abandonadas por sus maridos y también por perder a sus niños reclutados forzadamente por los grupos armados. Las mujeres son así las principales víctimas de la degradación humana y la población mayoritaria de los campos de refugiados del mundo.
TESTOSTERONA Y GUERRA
Cuando preguntaban en el terreno a las ONG humanitarias por qué este pérfido y permanente instinto violador en estas guerras civiles de depredación nacional, la respuesta de los miembros de las organizaciones humanitarias era siempre que la plaga de violaciones se debía al enorme fluido de testosterona que producen los conflictos armados.
Mi di cuenta entonces de que la guerra era bioquímicamente una agresión de la Testosterona contra el Estrógeno y que con el gran incremento de la testosterona que produce el combate armado no hay seguridad para las mujeres.
Y que nada de esto se toma en cuenta en los análisis de los especialistas en relaciones internacionales donde las hormonas se ignoran y es por esta razón que estos informes nunca aciertan.
Si yo hubiera informado al Consejo de Seguridad sobre la verdadera causa de la depredación femenina, me hubieran rechazado el Informe, porque en el ambiente diplomático el sexo casi no existe, las violaciones son solo “un daño colateral de la guerra”.
REINVENCIÓN
Y entonces, ante estas comprobaciones, cuando me jubilé me reinventé, y en vez de escribir libros sobre relaciones internacionales, que no explican la causa real del castigo a las mujeres en los conflictos armados, me lancé a escribir esta narración insólita donde la testosterona desaparece, donde todos los hombres de la Tierra se vuelven impotentes y el mundo comienza a cambiar debido a la feminización de la sociedad humana.
Para imaginarme un mundo así consulté a urólogos, sexólogos, psicólogos amigos.
Lo primero que me dijeron fue: ¿te pasa algo? “No, no, yo estoy bien, les dije, solo quiero escribir un ensayo ficticio erótico-reproductivo”. Lo cierto fue que mis amigos urólogos, sexólogos y psiquiatras no me dieron ninguna información porque ninguno de ellos se imaginó un mundo sin erección.
Entonces fue el Doctor Boler, uno de mis personajes, el que me salvó de esta falta de información, produciendo un informe sobre la situación mundial creada por la pandemia disfunción eréctil. En ella Baler explica la nueva realidad no eréctil del mundo.
Y aquí me detengo y los dejo enterarse de todo esto, a través de la lectura de La Isla de Príapo.

Claves

*Oswaldo de Rivero es embajador del servicio diplomático en situación de retiro. En su brillante trayectoria asumió la representación de nuestro país ante la OMC, Londres, Moscú y Ginebra.
*Autor de varios libros sobre relaciones internacionales, “La isla de Príapo” es su primera novela, la que es distribuida por El Virrey.

http://blogs.elpais.com/eros/2013/10/pr%C3%ADapo-en-su-isla-in-progress.html

El PAIS
Madrid 31 de octubre de 2013
CULTURA
El día en que los hombres perdieron su erección
Por: Autor Invitado: |
Oswaldo de Rivero*
En las entrevistas de prensa sobre mi novela La isla de Príapo, la pregunta común fue: "¿cómo un diplomático que ha escrito libros sobre relaciones internacionales ha llegado a escribir una novela tan insólita sobre una pandemia que hace perder la erección a todos los hombres de la Tierra?
La isla de Príapo no está desconectada de mi experiencia diplomática, porque los últimos años de mi carrera estuve involucrado en las infernales guerras civiles de Liberia, Sierra Leona, Somalia, Dafur y el Congo. En todos ellas, la atrocidad más constante tenía que ver con la erección. Eran violaciones seguidas de muerte y cuando no lo eran, las mujeres sobrevivientes y sus niños se convertían en parias que terminaban poblando los campos de refugiados.

En la mitología griega, Príapo era un dios de la fertilidad. En este fresco pompeyano, Príapo pesa su miembro junto al fruto de su tierra.
Cuando preguntaba a las organizaciones humanitarias ¿por que la violación es la atrocidad más frecuente en los conflictos?, la respuesta era siempre más o menos la misma: "para combatir se necesita testosterona y el combate armado produce más testosterona. En un mundo así, no hay seguridad para las mujeres".
Entonces me pregunté cómo sería el mundo si la testosterona no funcionara, si todo el género masculino se volviera impotente y perdiera su arma más poderosa.

Y entonces me reinventé y en vez de escribir otro libro sobre relaciones internacionales, disciplina que no puede explicar por qué se viola a las mujeres en los conflictos armados, me lancé a escribir esta ficción donde se narra un mundo atacado por una pandemia global de disfunción eréctil grave.
Para imaginármelo, consulté a urólogos, sexólogos y psiquiatras amigos.
Lo primero que me dijeron fue: "Oye. Oswaldo. ¿te pasa algo?". Y yo les contesté que solo quería escribir ficción.
Lo cierto es que no me dieron información alguna porque ninguno de ellos se imaginó un mundo sin erección.
Entonces tuve que imaginármelo yo, a través de mis personajes. Al aparecer, cada uno de ellos me iluminaba sobre este nuevo mundo lleno de situaciones inimaginables y apocalípticas que me sorprendían y también me divertían.
Uno de mis personajes, el famoso sexólogo Magnus Boler, me ayudó mucho a desarrollar la novela con su escueto mensaje sobre la nueva situación mundial, que decía:
1. Homo sapiens masculino que producía en una sola eyaculación unos setenta millones de espermatozoides, cada uno con veintitrés cromosomas y unos 30 mil genes, ha dejado de funcionar atacado por una extraña disfunción eréctil grave.
2. Sexo masculino impotente y sin agenda reproductiva comienza a perder el control social que ejercía después de más de diez mil años de poder patriarcal.
3.Homo sapiens femenino, que dedicaba 266 días al embarazo, se encuentra liberada de esta función reproductiva y está cada vez más activa en todos los ámbitos de la sociedad y la política.
4. Desde hace seis meses no se oye en la Tierra un solo llanto de recién nacido.
Este mundo que deriva hacia el matriarcado y sin reproducción humana me inspiró una travesura narrativa: hice que se descubriera, en una isla perdida en el Océano Índico. a tres hombres que no estaban afectados por la pandemia de impotencia -tres científicos eréctiles y seductores-, los únicos en todo el planeta.

Entonces, la narración devino en un torrente de aventuras y desventuras de tres eréctiles en un mundo con 2.000 millones de mujeres en edad reproductiva y, además, en abstinencia.
Y aquí me detengo, no sin adelantaros que ninguna droga resultaba efectiva y que el pánico ante una posible extinción de la raza humana crecía y se expresaba en manifestaciones de protesta que exigían medidas a sus gobiernos.

(*) Diplomático peruano y ensayista. Fue representante de su país en Londres, Moscú, y Ginebra y, posteriormente, embajador de Perú en Naciones Unidas. Vive en Estados Unidos. 'La isla de Príapo' es su primera novela.

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