Thursday, December 12, 2013

[RED DEMOCRATICA] PEDIDO DE PUBLICACION‏

ESPERO PUEDA PUBLICAR EN ESTA HORA CRUCIAL DEL PERONISMO Y DE LA PATRIA.

UN MUY FUERTE Y NACIONAL ABRAZO PERONISTA JMGR

 

 

Integrante de la LIGA FEDERAL  NACIONAL y del PERONISMO VERDADERO.

"64º aniversario de la asunción del Primer Gobierno Peronista".

"En el 59º aniversario de la muerte de Eva Duarte de Perón"

"El sentimiento nacional que tenemos todos los argentinos,

nace en la espada de San Martín se agita en el poncho

de Rosas y se ejecuta con la doctrina de Perón". J.I. Rucci

 

Un país sin dueños pero "adueñado".

 

Argentina clama por un diálogo serio, así lo mostró la sedición de los pasados días, que viene a subrayar la partición de la ciudadanía entre vándalos y sediciosos por un lado, y ciudadanos –pueblo- inerte y desamparado por el otro. El oficialismo pareciera que vive en otro país, pues en medio del luto y los saqueos festejaba, como si hubiere que festejar, 30 años de una democracia que según ella arrancó en 2003. Mientras a paso firme, destruimos el Estado porque lo que comenzó en Córdoba –como un acto delictivo de la policía cordobesa- y amparó el Gobierno nacional se derramó cuan baldazo de aceite por la geografía nacional.

 

Se mostraron dos situaciones siniestras: el uso de la fuerza (dentro del Estado) como chantaje extorsivo y forma de dirimir conflictos y la brutal y perversa manipulación de la gente como masa de maniobra de la disputa política. Siempre hubo aprovechadores que, en medio de un conflicto, sacan provecho; pero ayer nomás existieron aprovechadores políticos que saquearon comercios, pequeños locales y hasta viviendas personales. ¿Fueron soldados del narcotráfico o vándalos sociales que reclamaron ilegalmente aquello a lo que no acceden legalmente? No fue todo el pueblo, ni siquiera una minúscula parte de éste, pero las autoridades –nacionales, provinciales y municipales- tienen que tener en cuenta que las fuerzas policiales deberían ganar un sustento digno y que no se lo coma la inflación; esa que el oficialismo niega pero que reconoce de hecho en las paritarias, en los aumentos cedidos forzadamente es cierto ante la extorsión policial, en el mercado de cambio con una depreciación del peso de casi un 30% anual en 2013. Contemplar los aumentos de sueldos en los Presupuestos de 2014 es una prioridad número uno: de una vez por todas deben usar el "sentido común para gobernar" y si las ideologías políticas no contemplan esto entonces con ustedes en vez de avanzar, retrocedemos.

La conflictividad social que se sufrió se volvió pronto epidemia que además de saqueos sumó acuartelamientos sediciosos policiales. Un país con sobresaltos permanentes, con cambio de escenarios, con nuevos movimientos de diálogos. ¿Acaso no ven que estamos viviendo en una "crisis institucional", provocada desde el mismo Estado? El orden no es precisamente reprimir, sino colocar "cada cosa en su lugar". Si no contamos con fuerzas de seguridad para protegernos, será la "causa propia" la de defender nuestros derechos y nuestro patrimonio. A 30 años de democracia deja un sabor amargo, un verdadero sinsabor pensar en las celebraciones –como las de ayer en la Plaza de Mayo festejando no sabemos bien qué- que además generaron inmensos gastos, cuando lo primordial es el cuidado del Pueblo. Un sector de nuestro pueblo, cuya misión es resguardar los bienes y las vidas de la ciudadanía, puso sobre la superficie "el peso de sus uniformes" para lograr mejoras salariales en forma ilegal y extorsiva. Los componentes del oficialismo de la "supuesta inclusión social", presurosos e impulsados por el silencio del "reposo médico obligatorio", prometieron luego de comprobar que su inacción se convertía en búmeran en forma inmediata y en mínima discusión un mar de promesas para rebajar la tensión, promesas casi imposibles de ser cumplidas, reconociendo la realidad de sueldos indignos de ser ganados.

Hoy, cuando argentina destruye el Estado a pasos agigantados ante la mirada cómplice de funcionarios y políticos, llevando a la práctica la tercera etapa de la destrucción nacional debemos recordar aquel eslogan que inició la primer etapa de la destrucción: "achicar el Estado es agrandar la nación". La sedición extorsiva de las policías provinciales son el mejor ejemplo, por lo terrible de este proceso de destrucción que, debemos reconocer, tiene muchas facetas. Los episodios extorsivos de estos últimos días ilustran al menos dos facetas: una de ellas es el "uso de la fuerza" al interior del propio Estado, para dirimir conflictos. Este ha sido el caso de las policías provinciales que resolvieron potenciar sus negociaciones legítimas con elementos contundentes ilegales, lo que terminó constituyendo un "descomunal chantaje extorsivo", que terminó por dejar inerme a los gobiernos provinciales y subsumiéndolos totalmente a la discrecionalidad del Gobierno Nacional. Evaporó la estatalidad y desprotegió barriadas enteras provinciales. No fue, al igual que otras veces, ni la acción de "grupos organizados" ni el vandalismo y el saqueo o el robo, ni siquiera la desintegración social y la pérdida absoluta de valores éticos y morales, ni siquiera el hambre o el deseo malsano de apropiarse de bienes "inalcanzables", ¡nada de eso fue lo que desató el caos! "Lo único que desató el caos, su causa primaria, suficiente y necesaria: fue esta forma siniestra de suscitar la implosión del Estado", acota sabiamente Vicente Palermo. El "Estado" es "un bien público" y nadie lo debe olvidar nunca.

La ausencia o destrucción de éste implica poner en "acto" un potencial de destrucción tal que todos –el pueblo y las autoridades- "quedan totalmente desprotegidos", incluyendo a la totalidad misma de "estúpidos y usables" vándalos, saqueadores y ladrones que aunque en el corto e inicial plazo puedan beneficiarse. Es tal la incomprensión de esto de parte de las bandadas, que ni siquiera toman conciencia de que muchos –inconscientemente- están siendo empujados a saquear y robar. En un plazo más largo, más temprano que tarde,  no pueden sino que perjudicarse por la propia destrucción de la que han sido también ellos "más víctimas que victimarios". Lo increíble es ver a "vecinos robando pertenencias de otros vecinos". Argentina perdió no sólo la calidad educativa (pruebas PISA mediante), sino lo más grave e importante de todo: "los valores éticos y morales y la cultura del trabajo y del esfuerzo". No evocamos ni el Estado neoliberal de "la ley y el orden", ni el del progresismo de "los derechos humanos del delincuente y la permisividad" porque el primero no cumple siquiera con la promesa de suministrar igualitariamente aquellos, y el segundo subyuga el orden y la ley a designios abstractos que perjudican por igual al ciudadano y a los descarriados. Nuestro Estado sufre implosiones en la mayoría de sus dimensiones –destrucción del INDEC, vaciamiento de la moneda nacional, incumplimiento de la Constitución Nacional, desapego por las leyes, trasgresión constante de los derechos del otro, etc.- Pero el modo que tenemos de discutir tiene aquí mayor visibilidad y un efecto destructivo de corto y largo plazo.

El quiebre de este fundamental "compromiso básico del Estado" pone en riesgo y total peligro "todos los otros" que indudablemente dependen de él; existe, además, otro rasgo del problema que no puede ni debe ignorarse: "la brutal utilización de la gente como masa de maniobra de la disputa política", emanada del clientelismo electoralista, ejemplo de esto fue la concurrencia "arreada" en la tarde de ayer a los festejos de los 30 años, donde Cristina Fernández necesitaba darse un "baño de popularidad" y para eso se rejuntó a la masa –que igual no alcanzó a llenar la plaza ni mucho menos-. Ver bailar el Himno Nacional transformado increíblemente por unos seudo artistas, en la figura del Presidente fue realmente inaudito y vergonzoso. En la extorsión policial la omisión inicial del Gobierno Cristina propició, en el vacío creado por la ausencia de fuerzas federales, los disturbios que arrasaron aquella inerme Córdoba. Desde este punto de vista, no se trata de un caso excepcional, basta ver las reacciones de las figuras del oficialismo. Intentado justificar las celebraciones del cristikirchnerismo que se dieron en la Plaza de Mayo en el marco de los 30 años de la democracia, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, celebró que el Gobierno siguiera adelante ayer con los festejos que había organizado por los 30 años de democracia a pesar de las protestas policiales, los saqueos, el vandalismo, los robos y la represión a los vecinos que se daba en simultáneo en la provincia de Tucumán. Y lo hizo con argumentos y también con una frase destinada a la polémica. Ocurre que, cuando el periodista Luis Novaresio por radio "La Red", le peguntó si consideraba adecuado que el Gobierno mantuviera los festejos en el marco de los hechos de violencia que  sacudieron al país Estela de Carlotto respondió  "Hay que investigar bien las muertes de estas personas, quiénes son los que las provocaron, en dónde y quiénes. Eso está por verse". Luego insistió "Queda por aclarar quiénes han sido los que han robado y quiénes han sido las personas que han muerto y por qué y quiénes provocaron esas muertes". Las "livianas" respuestas de Estela de Carlotto fueron rápidamente rechazadas a través de las redes sociales y de los oyentes del programa del periodista rosarino. Como consecuencia de los saqueos y enfrentamientos registrados en el marco de las protestas extorsivas y sediciosas de las policías provinciales, dos personas murieron en Chaco, otras dos en Tucumán y otras cuatro en Jujuy, Entre Ríos, Córdoba y el Gran Buenos Aires.

Entre los fallecidos hay efectivos policiales, jóvenes, por lo menos un saqueador comprobado y un comerciante chino y otro argentino. Sin embargo, sin reparos, Carlotto continuó con sus declaraciones y expresó "La opinión de quienes organizaron el acto y que nosotros compartimos era que no podía pasar ennegrecida (?) una fecha tan trascendente", argumentó y agregó  "A mí me tocó compartir el acto de la entrega del premio Azucena Villaflor a Juan Manuel Serrat. Estaban los presidentes anteriores –faltaron dos de los peronistas: Menem y Duhalde- y creo que estaban compartiendo también ese espíritu y ese ánimo". "Si vamos a paralizarnos, porque quieren eso, es darles el gusto a los que no quieren que la Argentina avance en esta democracia, la quieren acabar o deteriorar", insistió. Sin embargo, Estela de Carlotto evitó dar una definición tajante sobre el jefe del Ejército César Milani, a quien el cristinismo se dispone a ascender a teniente general a pesar de los cuestionamientos en su contra por su accionar durante la dictadura sediciosa de 1976, planteados incluso por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) que dirige el kirchnerista Horacio Verbitsky. "Nosotros quedamos en una nada, porque la historia la tiene que decir la Justicia con probanzas. Si ha sido un represor, por supuesto, la condena; pero no tiene por qué ser crucificado si no hizo absolutamente nada. Veremos qué dice la historia de la Justicia, hay que esperar eso", manifestó la dirigente, dejando de lado que además de estos cuestionamientos se lo investiga por "enriquecimiento ilícito". A pesar del rechazo de la oposición y organismos de Derechos Humanos, el FpV en el Senado consiguió el dictamen favorable sobre el pliego del jefe del Ejército, general de división César Milani, tras una reunión de la Comisión de Acuerdos, que preside Marcelo Guinle (FpV-Chubut).

El jefe del bloque kirchnerista, Miguel Pichetto, defendió el pliego de ascenso de César Milani al grado de teniente general del Ejército Argentino bajo el "principio constitucional de presunción de inocencia""Todavía no hay elementos que involucren al general Milani" (en la violación de derechos humanos), señaló, aunque aclaró que "si en el futuro ocurriera algo la presidenta va a actuar". "Hay una decisión política de cuidar este tema. No vamos a abrir juicios de valor ni calificativos con anterioridad. Hay procesos judiciales de larga data", indicó. Pichetto consideró que no constituiría un delito el "haber firmado el acta (de deserción del conscripto Alberto Agapito Ledo) sin conocer su destino", aunque reconoció que "muchas veces la deserción era un elemento para hacer desaparecer un soldado que tenia militancia política". El pliego del jefe del Ejército fue impugnado en julio por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).  En ese entonces, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, decidió postergar el tratamiento para después de las elecciones. El organismo que preside Horacio Verbitzky sumó nuevos documentos que complican a Milani con el caso del periodista riojano Oscar Plutarco Schaller. Sin embargo, el FpV recibió instrucciones de parte de Cristina de avanzar. Así, el oficialismo ratificó el pliego impulsado por el Ejecutivo Nacional, a contramano de las acusaciones que recaen sobre Milani por apremios ilegales contra Ramón Olivera, y la desaparición del conscripto Alberto Agapito Ledo, tildado de "desertor" por el Ejército. El radical Gerardo Morales encabezó el rechazo al pliego: "Nos sorprende que avancen con el pliego de Milani, que tiene varios frentes judiciales abiertos, varias causas que se están tramitando en los juicios por la verdad y la justicia, además de la demanda por enriquecimiento ilícito", asestó. A su vez reivindicó "la actitud del CELS porque tiene un límite, que es la verdad y la justicia" y advirtió que por casos como los de Olivera "todavía no ha sido procesado pero puede ser procesado". "Es un caradura, un irresponsable, va a Plaza de Mayo, se abraza con las Madres", lanzó Morales. Ernesto Sanz (UCR) rechazó el argumento de Pichetto: "Es verdad, hay garantía de presunción de inocencia, pero ustedes le van a dar el acuerdo a una persona sospechada de haber torturado y desaparecido personas en la dictadura, y de enriquecerse ilícitamente", disparó. "Es una vergüenza lo que está pasando, están violentando los conceptos de la democracia. Ésta es una tarde más que negra para el Senado de la Nación", lamentó el mendocino. En tanto, Luis Juez (Frente Cívico por Córdoba) pidió "reflexionar" de cara al próximo miércoles 18/12, cuando el pliego se tratará en el recinto. "El Senado no necesita pasar por semejante vergüenza", dijo, y aseguró que Milani "no ha hecho absolutamente nada por la democracia".

Desde este punto de vista, no se trata  ya de un caso excepcional, vida y hacienda de los argentinos están sometidas a los caprichos de una "contienda insensata", y sin embargo, hasta ahora, los argentinos tendemos a considerar "casi normal este tipo de episodios". Desde el vandalismo y la extorsión sediciosa, hasta el festejo en medio de la luctuosidad, desde el ascenso de un jefe militar cuestionado por "delitos comunes", hasta ver un Jefe de Bloque que vota por "obediencia partidaria" o porque se le impone la orden de la Presidente. Es verdad, no los aprobamos, pero, del mismo modo que con las huelgas y los piquetes sin restricciones en los servicios públicos o en el corte de calles, avenidas, rutas, puentes, etc. sin límites a los derechos del resto de la ciudadanía a circular y desplazarse, "parecemos resignados a ellos". Existe, desgraciadamente, una cierta "tolerancia social", permisiva que no sanciona con la gravedad que debe una huelga salvaje de policías y en cambio cae pesadamente sobre los efectos de la misma, en este caso el vandalismo y el robo y los saqueos, cosa que tampoco se debe aceptar y permitir.  Constatar esto nos debe llevar a preguntarnos seriamente ¿qué hacer? Para empezar, deberíamos poder crear un "piso" firme en la opinión popular nacional de "repudio sin tapujos de episodios de este tipo", por tratarse de chantaje extorsivo a los gobiernos por parte, justamente, de quienes tienen "la encomienda de la seguridad pública" y del armamento de la sociedad para que la defienda del delito. Tratase de la "manipulación" de los ciudadanos y del pueblo por parte de los gobiernos. Deberíamos, como ciudadanos, convencernos de que es "perfectamente posible" (mediando la voluntad política y la inteligencia) apartar a los cuerpos públicos armados (fuerzas de seguridad y fuerzas armadas) de esta "metodología inadmisible, extorsiva y delictual".

Las fuerzas de Seguridad y las Armadas no tienen como "no acatar" a un poder civil determinado y con respaldo popular, sin duda, luego de episodios de tensión; en ese sentido, la legislación y la Constitución Nacional es excluyente, y si alguna ley no lo fuere deberá ser revisada para ponerla a la altura de estos objetivos. Asimismo, la irresponsabilidad criminal de gobernantes que exponen al pueblo a mil peligros con tal de sacar provecho del "río revuelto" deberá ser duramente castigada, no en las urnas, sino en la cárcel. Debemos ser conscientes de que estamos "destruyendo el Estado", y llevando esto a la práctica colaboramos con la "destrucción nacional". Es tan idiota como cortar la rama donde estamos sentados, no solo nosotros sino nuestras familias e hijos.  Esta destrucción va a acabar y erosionar totalmente la convivencia social y la trama de intereses e interacciones sociales y ciudadanas. Se destruye el Estado, y se rompe la República arrastrando la democracia que algunos ex imberbes tontamente festejaban ayer tarde. Se está aún a tiempo de parar con esta tercer etapa de destrucción nacional, no porque no hayamos llegado muy, pero muy lejos en esta destrucción, sino porque los medios para hacerlo están aún a disposición, aunque no se hayan puesto aún en juego No dejemos que nos impongan el "sistema perverso de destrucción del Estado y por consiguiente de la Nación y la Patria", hay muchas maneras de impedirlo, pero lo que está más "claro que una luna llena" es que Argentina ya no es lo que era hasta la extorsión policial cordobesa, se confirma la figura de un país sin dueños, pero adueñado por una "casta de extorsionadores armada, con las armas que les confirió el pueblo para que los defienda", este accionar sedicioso y absolutamente delictivo, debe ser sancionado con la misma fuerza que a los vándalos, los ladrones y los saqueadores. Ninguna fuerza política argentina podrá por si misma encauzar este rio desencauzado, sin la colaboración de las demás, al contrario, para cualquier observador habituado a prácticas justas de juego constitucional, republicano y democrático, el uso y abuso del aparato del Estado con fines bastardos y con los dineros de los argentinos es una muestra de los peligros de desunión y desmembramiento del país a los que se asoma el pueblo.

Entenderlo será el primer paso para hallar el camino, de lo contrario, Argentina estará en problemas más graves y acabará ahogándose en su propio malestar y desprecio por el que piensa distinto, cuando lo realmente importante es descubrir que estamos inmersos en un "plan siniestro de destrucción nacional", y del que todos somos parte y somos cómplices.

                                                                                             

Buenos Aires, 11 de Diciembre de 2013.

Arq. José M. García Rozado

MPJIRucci – LIGA FEDERAL –

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