INFO 600 2 de mayo de 2011
informativo@attac.org http://attac-info.blogspot.com
Gracias a la vida…
Mundo
JAPÓN: VUELVE EL TERROR ATÓMICO. Tanto el gobierno de Tokio como la empresa privada Tepco, propietaria de la central, minimizaron al principio la magnitud del desastre. Desde entonces, el temor y la inquietud de la población no han dejado de crecer, y nadie puede vaticinar cuál será la salida.
ME CAÍ DEL MUNDO Y AHORA NO SÉ POR DÓNDE SE ENTRA. Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.
¿QUO VADIS JAPÓN? FUKUSHIMA SUPERA LOS NIVELES RADIACTIVOS DE CHERNOBYL El gobierno de Japón elevó de cinco a siete el nivel de gravedad en las instalaciones nucleares dañadas y destruidas en Fukushima, utilizando el arbitrario dictamen INES (Escala Internacional de Incidentes Nucleares) para medir la gravedad radiológica. Las contradicciones y omisiones oficiales sobre el desastre nuclear japonés nos permitieron indagar el real impacto de los reactores que se hallan en vías de fusión o literalmente colapsados. Leer en: http://attac-info.blogspot.com
Latinoamérica
BRASIL: EL AGRONEGOCIO NO GARANTIZA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA NACIONAL De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Agrario, el 70% de lo que comen los brasileños procede de la agricultura familiar.
GRACIAS A LA VIDA… Desde que se comenzaron a perseguir las ideas se instaló la devaluación de la vida de las personas instalando en el país otra clase social, la de quienes cuya vida tiene un gran valor, los uniformados y los que no la tienen, los civiles.
Mundo
JAPÓN: VUELVE EL TERROR ATÓMICO
El Estado a la deriva
Harry Harootunian*
La catástrofe en la central nuclear de Fukushima que siguió al sismo y el tsunami que azotaron Japón puso de manifiesto la incapacidad para hacerle frente de un Estado debilitado, como ocurrió en su momento con el huracán Katrina y las autoridades de Estados Unidos. Tanto el gobierno de Tokio como la empresa privada Tepco, propietaria de la central, minimizaron al principio la magnitud del desastre. Desde entonces, el temor y la inquietud de la población no han dejado de crecer, y nadie puede vaticinar cuál será la salida.
El Japón tradicional consideraba los fenómenos naturales, como las sequías, las epidemias, las erupciones volcánicas o la caída de estrellas fugaces, e incluso la llegada de extranjeros, como resultado de la negligencia de las clases dirigentes. En la medida en que el orden social se fundamentaba en una naturaleza que trataba de imitar, todo cambio era percibido como una advertencia, el signo premonitorio de catástrofes más graves, las que a su vez anunciaban la caída del régimen en el poder. "Cuando los dirigentes son malos, ocurren catástrofes naturales", explicaba con fatalismo una anciana de Tokio, citada por el diario The New York Times del 20 de marzo. Su comentario ilustra una visión ancestral de la sabiduría en política.
Al anunciar que el desastre consecutivo al sismo del 11 de marzo fue el mayor sufrido por Japón desde la capitulación de 1945, el Primer Ministro Kan Naoto no dejó de señalar que el traumatismo sufrido por su país remite al de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, su historia reciente está jalonada por numerosos episodios funestos: el terremoto y los incendios que arrasaron Tokio en 1923, matando a 140.000 personas, o el sismo de Kobe de 1995, que dejó seis mil víctimas y daños materiales considerables, están ambos inscriptos en las memorias. Por otra parte, los filósofos japoneses consideran que la frecuencia de los terremotos es uno de los factores constitutivos de la templanza que caracteriza la identidad nacional (1). En un discurso público, el gobernador de Tokio, Ishihara Shintaro, comparó el terremoto y el tsunami con una "venganza del cielo" (tenbatsu). Consideró que se había tratado de un juicio divino para sancionar "el individualismo rampante", el "materialismo" y "la cultura del dinero", dinero que ahora deberá ser utilizado para "barrer" ese modo de vida desenfrenado y volver a colocar al pueblo japonés en el buen camino (2). Esa argumentación ya había sido desarrollada luego del terremoto de 1923, y retomada por Hirohito en 1946, cuando, ante la eventualidad de ser juzgado por crímenes de guerra (3), el emperador describió el enfrentamiento bélico como "el resultado de la decadencia moral de un pueblo seducido por el materialismo y el consumismo". De la misma manera, la diatriba del gobernador Ishihara exonera oportunamente a la clase política de su responsabilidad, y carga la culpa sobre el pueblo. A juzgar por las dimensiones del desastre, el número de víctimas, la suerte de miles de sobrevivientes victimas de una desesperación moral difícilmente imaginable, que deambulan entre los escombros buscando a los suyos o algunos pequeños trozos de su vida perdida, esas declaraciones resultan particularmente fuera de lugar.
Más allá del balance humano, aún no realizado, y del gran desafío de hacerse cargo de 400.000 personas actualmente sin techo, la central nuclear de Fukushima concentra todas las inquietudes. Los escapes radioactivos en la atmósfera hacen temer lo peor. En su discurso a la nación, el presidente de la firma Tokyo Electric Power Company (Tepco), operadora de la planta, se puso a llorar frente a las cámaras de televisión. A la vez que expresaba su contrición y su compasión por las víctimas, sorprendentemente dejó entrever elementos que permiten pensar que la empresa no sabía muy bien lo que estaba haciendo. Ya en 2007 una central nuclear situada en el noroeste del archipiélago, también administrada por Tepco, había sido dañada por un terremoto de grado 6,8 en la escala de Richter. Felizmente, las consecuencias de ese accidente fueron mínimas, cuando el dispositivo de seguridad no estaba en condiciones de hacer frente a un temblor de esa magnitud. Más recientemente se oyeron acusaciones contra los dirigentes de esa firma por haber asumido grandes riesgos al decidir retrasar el proceso de enfriamiento de la central, para preservar el reactor de una posible destrucción (4).
Colusión entre gobierno y empresas
Que el grupo Tepco sea el único autorizado a realizar cortes de electricidad programados a escala nacional muestra los secretos que hasta ahora presidían las relaciones entre intereses comerciales privados y organismos públicos: una confortable asociación. Esa situación, denunciada desde hace mucho por las asociaciones de consumidores, en el caso de la energía nuclear toma una dimensión particular. Pues en la materia, ya se trate de minimizar los peligros o de ocultar recientes incidentes, tanto unos como otros en varias ocasiones mostraron una actitud negadora casi criminal. Ciertamente, la pérdida de confianza en el Estado, en la administración y en las empresas no es algo nuevo, pero estos acontecimientos podrían acelerar ese proceso de desafección que ya está bastante desarrollado.
La decisión adoptada conjuntamente por el gobierno y por Tepco de implantar instalaciones nucleares en el Norte del país respondía a la voluntad de fomentar el crecimiento en una región que, por razones históricas que datan del Siglo XIX, mostraba un retraso en su desarrollo económico. Se buscaba así evitar que la población siguiera emigrando hacia las regiones más prósperas, en el Sur de la isla principal. Pero al ver que la economía regional está en crisis, que los efectos devastadores del cataclismo alcanzan a todo el país y se extienden a la economía mundial, la opinión pública se pregunta si fue razonable instalar una cadena de centrales nucleares a lo largo de un litoral notoriamente expuesto a los tsunamis, en particular en la costa de Sanriku.
A pesar de la falta de informaciones provenientes de las zonas afectadas, todo indica que la población está inquieta por la falta de reacción del gobierno. La lentitud con que llega la ayuda y los materiales recuerda los días posteriores al terremoto de Kobe. Por entonces, las autoridades habían demorado varios días en reconocer la gravedad de la catástrofe, y casi una semana en iniciar las operaciones de salvamento: un episodio que prefiguró la tardía y defectuosa respuesta de Washington, diez años después, ante la devastación causada por el huracán Katrina en el sur de Estados Unidos.
A la vez que se impone la urgencia en ayudar a la población desplazada, el temor a una contaminación radioactiva habita en todos los nipones. Pero el peligro nuclear amenaza también con resquebrajar el conjunto de la clase política en el poder desde hace más de sesenta años, aún si por primera vez es un gobierno identificado con el Partido Democrático de Japón el que dirige al país. El Estado, mientras seguía alertando a la población sobre los riesgos inherentes a la energía nuclear, contribuía a la vez a aumentar ese peligro.
Desde la década de 1950 los japoneses están sometidos a un orden político que proclama las virtudes del trabajo y de la disciplina, y fomenta el espíritu de sacrificio, el conformismo, la estabilidad, la obediencia y la resignación. Paradójicamente, todo eso terminó generando un cuerpo social totalmente indiferente a la inercia de una democracia bipartidista, donde los cambios de mayoría no llevan a cambios de políticas. Lo que no impide a ese cuerpo social ser muy crítico respecto de sus dirigentes, e incluso sublevarse.
El emperador como freno
Los cuestionamientos que comienzan a aparecer revelan una profunda angustia colectiva ante los riesgos de contaminación radioactiva, a pesar de las múltiples declaraciones tranquilizadoras del gobierno, en particular en las zonas situadas fuera del perímetro de seguridad establecido en torno a la central de Fukushima I (5). Todos los que pueden, se van de allí, por ruta o por avión, en tren o en autobús, como lo hacen los ciudadanos chinos, franceses o británicos. Las imágenes de largas colas en las estaciones de combustible, de trenes repletos, de miles de pasajeros partiendo en las estaciones ferroviarias y en los aeropuertos, dicen más sobre el país real que las lágrimas de los directivos de Tepco, e incluso que la excepcional aparición del emperador Akihito en la televisión.
El emperador, que pidió a sus súbditos conservar la calma y confiar en la solidaridad nacional, hizo recordar el discurso radiofónico pronunciado en 1945 por su padre, el emperador Hirohito, anunciando el fin de la guerra y pidiendo a la nación "soportar lo insoportable". Sin embargo, contrariamente a su antecesor, el emperador actual no reivindica una esencia divina: encarna la nación. Esa aparición televisiva para pedir calma, paciencia y apelar a la esperanza prolonga las consignas de paciencia y abnegación transmitidas por el gobierno.
La utilización de su figura tutelar pone de manifiesto el lugar central que aún ocupa el emperador en la sociedad japonesa, a la vez que apuntala la idea de una venganza divina invocada por Ishihara y legitima su intención de responsabilizar de la catástrofe al pueblo japonés más que a sus dirigentes.
La mayoría de los japoneses consideran la institución imperial obsoleta, pero se aferran a la persona del emperador y a la perpetuación de la dinastía. Es esa contradicción la que permite que un gobierno del siglo XXI instrumentalice su discurso con el objetivo de prevenir eventuales alteraciones del orden público. El emperador sigue estando en posición de pedir a su pueblo que acepte los arreglos políticos existentes, en total contradicción con el espíritu de la Constitución, según la cual el pueblo es soberano. Se trata de transferir el sentimiento de lealtad que experimentan las personas respecto de su comunidad social y étnica a una entidad política. La identificación de un grupo con las formas políticas de gobernabilidad se ve reforzada por el principio patriarcal, ya que el emperador es el padre de la nación.
De esa forma, el gobierno muestra su voluntad de contener el fuerte descontento, de canalizar las frustraciones y de evitar lo que sería una dura pérdida de confianza en el sistema, al tiempo que se deshace de su pesada responsabilidad. Sin embargo, la evidente incapacidad de las autoridades para informar, ayudar y tranquilizar a la población, podría poner en tela de juicio el esquema de identificación entre soberanía popular y autoridad política, pacientemente construido desde hace medio siglo.
Una larga serie de errores, y también la inercia ante las crisis y ante los asuntos centrales del mundo contemporáneo, anuncian nubarrones sobre la futura reconstrucción. Teniendo en cuenta la decadencia del aparato estatal, cabe preguntarse si los dirigentes japoneses serán capaces de obtener un triunfo comparable con los de su pasado: la reconstrucción de Tokio en la década de 1920, o la creación de una nueva nación al término de la guerra.
Notas:
1) Ver Jean-Marie Bouissou, « L’apocalypse japonaise expliquée aux Occidentaux », en el sitio web de Le Monde diplomatique, Francia.
2) The New York Times, 20-3-2011.
3) Ver particularmente Tetsuya Takahashi, «Le sanctuaire Yasukuni ou la mémoire sélective du Japon», Le Monde diplomatique, marzo de 2007.
4) Ken Belson, Keith Bradsher y Matthew L. Wald, « Officials may have wasted time in reactor crisis, experts say », International Herald Tribune, Paris, 21-3-2011.
5) En un principio el perímetro era de veinte kilómetros, pero fue extendido en los días siguientes a treinta kilómetros.
*Profesor de la Duke University y del Departamento East Asian Studies de la Universidad de Columbia; autor de La lutte entre histoire et mémoire: la contemporanéité du Japon de l’après-guerre, Miszu, Tokio, 2010. Traducción: Carlos Alberto Zito
ME CAÍ DEL MUNDO Y AHORA NO SÉ POR DÓNDE SE ENTRA
Eduardo Galeano
Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco. No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los hijos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales. ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo. ¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor.
Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades. Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces. ¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica. ¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa? ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros? Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII) Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!!
Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo. ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron? En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos. ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!! Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!! Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella. Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables. Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.
Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y glamour. Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.
Latinoamérica
BRASIL: EL AGRONEGOCIO NO GARANTIZA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA NACIONAL
Raquel Júnia*,
En el asentamiento Americana , en el municipìo Gran Mogol, en la región norte de Minas Gerais, hay de todo un poco – hortalizas, legumbres, frutas típicas del bioma cerrado que cubre la región. Cría de animales. De acuerdo con el Centro de Agricultura Alternativa del Norte de Minas ( CAA NM) que presta asesoramiento a los habitantes del asentamiento desde comienzos de la ocupación de esa área, lo que técnicamente se está desarrollando en la región es lo que se llama sistemas agroforestales y silvopastoriles – o sea la conciliación de las actividades agrícolas con la cría de animales y la extracción de manera que quede garantizada la preservación del bioma cerrado y también la producción de alimentos saludables. La situación de los habitantes del asentamiento americana donde según ellos mismos “hay de todo un poco” y es un ejemplo de cómo la agricultura familiar, sobre todo la práctica agroecológíca puede garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria.
Pero ¿qué es lo que significa seguridad alimentaria? De acuerdo con el Consejo Nacional de Seguridad alimentaria y nutricional (Consea), órgano consultivo vinculado ala Presidencia de la República, la concreción de la seguridad alimentaria “consiste el derecho de todos al acceso regular y permanente a alimentos de calidad en cantidad suficiente , sin comprometer el acceso a otras necesidades esenciales , teniendo como base prácticas alimentarias que promuevan la salud, que respeten la diversidad cultural y que sean ambiental, cultural, económica y socialmente sustentables” Otra característica de la producción de la Americana que garantiza la seguridad alimentaria de la población es que además de la diversidad de los productos y de la convivencia con el ambiente , los agricultores practican la agroecología – un conjunto de principios rectores de la agricultura , la no utilización de agrotóxicos entre otros. La EPSJV participó de la visita al asentamiento americana durante el programa de la Ia Oficina Territorial de Diálogos y Convergencias del Norte de Minas, que reunió experiencias de los agricultores familiares locales como etapa preparatoria a un encuentro nacional.
Los resultados de la agricultura familiar en la mesa de los brasileños
De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo agrario (MDA) la gran responsable de la alimentación brasileña es la agricultura familiar, en un 70% de lo que se consume. “La Agricultura familiar produce porotos, arroz, leche, verduras y la diversificada producción que consumimos todos los días. Tiene una gran importancia en la seguridad alimentaria y también en la soberanía alimentaria” afirma el Secretario nacional de Agricultura familiar del MDA Laudemir Muller. Dice que la agricultura familiar creció mucho acompañando al crecimiento del consumo de alimentos que también aumentó. Laudemir explica que es la soberanía alimentaria también está garantizada por este tipo de agricultura “La agricultura familiar preserva las tradiciones , tiene una producción diversificada que mantiene la tradición de los sembrados De modo que cuando elegimos lo que comemos la agricultura familiar es el gran bastión de esa diversidad, ya sea de los pueblos de la selva, del bosque, de los grupos de mujeres”, comenta
Mientras tanto los datos del mismo Consea muestran que el agronegocio crece más que la agricultura familiar y de acuerdo con los participantes de la oficina Territorial de Diálogos y Convergencias del Norte de Minas, este modelo de producción amenaza la soberanía alimentaria del país por varios motivos. Entre los problemas del agronegocio está la concentración de la tierra y consecuentemente la disminución de las áreas dedicadas a la agricultura familiar; la poca diversidad de la producción, regiones enteras con solo una especie – como los monocultivos de eucaliptus, caña de azúcar y soja; y el uso de tecnologías como la de los agrotóxicos, transgénicos que constituyen un riesgo para la salud.
Un informe de Consea dado a conocer a fines del 2010, que avala la Constitución de 1988 hasta la actualidad la seguridad alimentaria y nutricional y el derecho humano a una alimentación adecuada en el Brasil, incluye datos que confirman el problema. De acuerdo con ese estudio el ritmo de crecimiento de la producción agrícola destinada a la exportación es mucho mayor que el del consumo interno. “El área plantada con grandes cultivos avanzó considerablemente en relación a las áreas ocupadas con cultivos menores, dirigidas más bien al consumo interno. Apenas cuatro cultivos de gran escala (maíz, soja, caña y algodón) ocupaban en 1990 casi el doble de la extensión total ocupada por otros 21 cultivos.. entre 1990 y 2008, la proporción de áreas plantadas con monocultivos y esos 21 cultivos aumentó 125%, aunque estas últimas habían disminuido con relación a 1990. El monocultivo creció no solo por la expansión de la frontera agrícola, sino también por la incorporación de áreas anteriormente destinadas a otros cultivos” dice el documento.
El informe alerta también sobre el uso de los agrotóxicos. “El paquete tecnológico aplicado a los monocultivos en fanca expansión llevó al Brasil a ser el más grande mercado de agrotóxicos del mundo. Entre los cultovs que los usan más están el maíz, la soja, la caña, el algodón y los cítricos. Entre el 200 y el 1007 la importación de agrotóxicos aumentó un 207%. Brasil concentra el 84% de las ventas de agrotóxicos en América latina y existen 107 empresas a las que se les permite comerciar productos prohibidos en otros países. Los registros por intoxicación crecieron en la misma proporción que aumentaron las ventas de pesticidas en el período 1992/2000. Más del 50% de los productores rurales que manipulan estos productos presentan signos de intoxicación” denuncia la Consea.
Para la presidente del Consejo Nacional de Nutricionistas, Rosana Nascimento, no es necesario que Brasil recurra al uso de agrotóxicos o de especies genéticamente modificas para alimentar a su población. “Estamos cansados de saber que Brasil produce alimentos en cantidad suficiente para alimentar a su población y ese tipo de artificios no son necesarios. La lógica de su uso reside en el capital en detrimento del respeto al ciudadano y del derecho a alimentarse con productos de calidad” agrega.. Y explica porqué los transgénicos amenazan la soberanía alimentaria “Los alimentos transgénicos fueron genéticamente modificados generando dependencia de determinado producto para su producción, luego no es soberano porque depende de una industria de semillas para reproducirse, cuando en realidad debería ser criollo, natural de la región, de la zona, respetando los principios de la soberanía” afirma.
En cuando al MDA apuesta a la agricultura familiar y trata de desarrollar políticas públicas que fortalezcan esa actividad, según afirma el propio ministerio , mientras que otro Ministerio de de Agricultura, ganadería y Abastecimiento (MAPA) apuesta al agronegocio. El MAPA segura a través de su secretaría de prensa la importancia de la agricultura para la exportación en Brasil “Brasil alcanzó records de exportaciones del agronegocio en los últimos doce meses. Ascendió a la suma de U$S 78,439 mil millones, un valor 19,8% superior al de la exportación en el mismo período del año anterior (65,480 mil millones) informa el ministerio. Según datos del MAPA, en enero de 2011 la exportación de carnes fue la más lucrativa, seguida de los productos del complejo azúcar-alcoholero, los productos forestales (que incluyen caucho, celulosa y madera, café y el complejo sojero (harinas, aceite y granos).
Cuando se le preguntó sobre el uso abusivo de agrotóxicos en la agricultura brasileña, el MAPA respondó: “Lo que podemos decir es que en 2010 los inspectores federales agropecuarios del Ministeior de agricultura, analizaron 650 marcas de agrotóxicos, en 197 in dustrias del país. Del total 24 poductos presentaron deficiencias, lo que llevó a decomisar 428,9 toneladas. El resultado puso en evidencia uqe el 88,6% de los productos se mantenían dentro de las normas”. Y continúa “El papel del ministerio de Agricultura es asegurar que los agrotóxicos sean fabricados por empresas registradas o que no entren al mercado en forma diferente a la que se ha sido registrada. Inspeccionamos los productos verificando desde la calidad química del producto hasta el proceso de fabricación y el rotulado.
Sin embargo el MDA alerta que el monocultivo exagerado, en grandes extensiones, puede traer problemas “ El ministerio está trabajando para apoyar y viabilizar con políticas públicas el modelo de agricultura familiar diversificada. Nosotros no creemos en el monocultivo. Ni en grandes ni en pequeñas extensiones. Creemos que la diversidad es mucho más importante. Para nosotros el modelo más adecuado y el más necesario para el país es el de la agricultura familiar, insiste Laudemir Muller. El secretario destaca también que es un entusiasta de la agroecología · “Sabemos que desgraciadamente el país ostenta el título (de mayor consumidor de agrotóxicos del mundo) consecuencia de la expansión del monocultivo en el país. Es necesario apoyar firmemente a quines quieren producir en forma agroecológica” agrega
Las poblaciones tradicionales e indígenas son las que corren mayores riesgos
Según el Ministerio de Desarrollo Social y de Lucha contra el Hambre (MDS) las poblaciones indígenas y negras son las que más sufen la inseguridad alimentaria y nutricional. El informe preparado por la Consea critica la demora en la identificación de las tierras para los indígenas y para los negros que está perjudicando el derecho a una alimentación adecuada. Se ha comprobado que la demora en demarcar tierras para los indígenas ha impactado negativamente en el cumplimiento del derecho humano a la alimentación adecuada de los pueblos indígenas, y en el respeto al acceso a la tierra y su vinculación con las costumbres alimentarias de esos pueblos,” agrega el documento.
La secretaria nacional de seguridad alimentaria y nutricional del MDS, Maya Takagi, afirma por ejemplo que la cantidad de criaturas de baja estatura en relación a la edad es mayor en las comunidades indígenas y megras, debido a la insuficiente ingesta de alimentos “En esos grupos específicos tenemos todavía deficiencias cuantitativas de alimentos. Pero nuestro desafío es también cualitativo, es decir conseguir mayor oferta de alimentos de modo que las familias puedan alimentarse con productos saludables y naturales. De modo que tenemos un doble problema: con el de la cantidad pero localizado por grupos y regiones” describe.
Maya cita los datos consignados en el mismo informe del Conea, según el cual el 6,7% de la población infantil brasileña, menor de cinco años, sufre problemas de inseguridad alimentaria. Indicadores, según dice, considerados internacionalmente aceptables. Pero el problema se agrava cuando los datos son analizados por región o por grupo. La región norte es la que enfrenta mayores riesgos con un 14,8% de la población infantil que sufre inseguridad alimentaria, el índice es de 26% entre la población indígena, 15% entre la negra y 15,9% entre las familias más pobres. En el caso de los adultos el déficit de peso entre los brasileños pasó de 4,4% en 1989 a 1,8% en 2010. Maya considera que son necesarias muchas políticas públicas para revertir la situación. Regularización territorial, acceso a la tierra, apoyo a la producción, bancos de semillas, asistencia técnica, políticas de protección social. Un amplio conjunto de políticas” menciona
Padecen grave inseguridad alimentaria 11,2 millones de personas
El estudio de la Consea demuestra que aún son muchos los desafíos que enfrenta Brasil para conseguir la seguridad alimentaria. En el año2009 la proporción de hogares con seguridad alimentaria fue estimada en un 69,8 %, con inseguridad alimentaria leve un 18,7% , con inseguridad alimentaria moderada 6,5% y grave 5,0% Esta última situación alcanzaba a 11,2 millones de personas.
El informe también consigna que existen diferencias alimentarias entre los más pobres y los más ricos. “Comparativamente la participación alimentaria es 1,5 veces mayor en carnes, 3 veces en leche y derivados, 6 veces mayor en frutas y 3 veces en legumbres y verduras, entre los más ricos. Además de esas diferencias también se produce mayor consumo de condimentos, de comidas preparadas y de bebidas alcohólicas a media que los ingresos son más altos.
En el asentamiento americana, donde no se diría que las personas tienen alto poder adquisitivo, los campesinos prepararon un almuerzo para recibir a los visitantes. En las grandes ollas que hervían sobre el fogón a leña, había porotos (feijao) de cuatro clases diferentes producidos localmente, con fariña, arroz, carne de cerdo, mandioca y coles aderezadas con aceite de pequí. Lo acompañaban tres clases de jugos de fruta y como postre mermelada. Todo lo que se sirvió, excepto el arroz estaba producido localmente. En los alrededores del asentamiento hay muchas tierras dedicadas al cultivo de eucaliptos.”Avanzamos bastante y conluimos que para tener una vida digna es necesario tener, alimentación, educación y salud” propone aparecido de Souza uno de los aposentados y director del Grupo Extractivista (del Cerrado, una organización creada por los habitantes del lugar)
Para Rosane Nascimento , oro de los desafíos es lograr un cambio en el perfil de consumo de los alimentos “Una investigación sobre el presupuesto familiar del IBGE pone de manifiesto la creciente tendencia a la aparición de enfermedades crónico-degenerativas, tales como diabetes, hipertensión, obesidad. Son enfermedades provocadas principalmente por una mala alimentación y estilos de vida poco saludables. Con el crecimiento económico aparece la posibilidad de promover el acceso a esa alimentación, hay una clase que aumentó su capacidad de consumo pero no estuvo asociada a una buena elección de los alimentos para su mesa” analiza señalando además que el problema de la obesidad está en todas las clases. La nutricionista agrega que debe haber políticas públicas que enfrenten el problema.
Lucio Moreira otro de los habitantes del asentamiento americana, dice que la comunidad ya está concientizada sobre el particular. “No usamos tantos insumos refrigerados y le decimos a la gente que consumen veneno cuando compran en el supermercado.”
Dos modelos en disputa agroecología o agronegocio
· De la Escuela Politécnica de Salud Joaquim Venâncio
Traducción Susana Merino
GRACIAS A LA VIDA…
Andrea Dufournel
Desde hace mucho que la vida de los chilenos dejó de tener el mismo valor. Cuando la dictadura, quien no pensara como el dictador y sus compinches era hecho desaparecer, detenido, torturado, asesinado o en el mejor de los casos exiliado.
Desde que se comenzaron a perseguir las ideas se instaló la devaluación de la vida de las personas instalando en el país otra clase social, la de quienes cuya vida tiene un gran valor, los uniformados, y, los que no la tienen, los civiles.
Hoy hemos visto cómo el ministro del Interior, del gobierno de Piñera, Rodrigo Hinzpeter ha declarado públicamente, frente al asesinato de dos policías que: “asesinar a un policía es más grave que asesinar a un ciudadano común”. Agregó que “ninguno de nosotros trabaja entregando su vida para cuidar a los demás, entonces la ley tiene que ser cuidadosa, muy protectora, de quienes están dispuestos a entregar su vida por cuidarnos a nosotros que cumplimos otras labores importantes en la sociedad”.
¿Es acaso legítimo que la vida de una persona tenga más valor por sobre la de otra?, acaso los trabajadores que exponen cada día sus vidas, en manos de empresarios inescrupulosos que poco y nada invierten en seguridad en sus empresas, y que no son castigados si alguno de sus obreros muere en cumplimiento de sus faenas, como ocurre en la minería por ejemplo, cuando se muere por lo que ellos llaman los “riesgos del trabajo” que cada empleado estuvo dispuesto a asumir al aceptar el empleo. ¿Acaso los trabadores no están dispuestos a entregar su vida en las faenas de alto riesgo teniendo ellos como último fin el salario y por otro lado los empresarios el de obtener la mayor ganancia con la mínima inversión en seguridad pagando el menor sueldo posible?
Acaso la vida de un enfermo que muere en una sala de espera de algún hospital vale menos, o es que los ciudadanos chilenos debemos esperar que opere la ley del mercado para poner a buen resguardo el derecho a vivir, lamentablemente hay mucha gente que muere cada día en nuestro país, unos a manos de la delincuencia y otros a manos del sistema económico, por no tener las mismas oportunidades de acceder a una atención médica de calidad, o por realizar trabajos de mayor riesgo que otros, nada justifica la muerte de algún ser humano, cualquiera sean las circunstancias. Le agradezco al ministro su ataque de honestidad, porque la verdad es que no somos todos iguales, y quizás nunca lo seremos. Hablarlo así tan directamente de todas formas, es políticamente incorrecto, creo que quizás debería haberlo dicho de otra forma, al menos en el discurso decir que efectivamente somos todos iguales, solo que hay unos más iguales que otros.
Lo que ha quedado absolutamente claro es que la sociedad chilena es, por sobre todo, discriminatoria: porque eres pobre, mujer, mapuche, homosexual, gordo, viejo, discapacitado, ahora le agregamos los muertos, podemos ver que la discriminación no es una ilusión ni un complejo, es política de estado.
(Desde Temuco, Chile. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)
RTF: http://archive.attac.org/attacinfoes/attacinfo600.rar
PDF: http://archive.attac.org/attacinfoes/attacinfo600.pdf
Gracias por hacer circular y difundir esta información.
SUSCRIPCIÓN Y DES-SUSCRIPCIÓN A “El Grano de Arena” o CAMBIO DE MAIL:
http://list.attac.org/wws/subscribe/attac-informativo o informativo@attac.org
Para obtener un número anterior entrar en
http://list.attac.org/wws/arc/attac-informativo
Edición Susana Merino
No comments:
Post a Comment