Wednesday, May 12, 2010

[RED DEMOCRATICA] BOLETIN : ANALISIS GLOBAL : Analisis de las elecciones britanicas


ANALISIS GLOBAL
 
Columnas que examinan las principales notas de la coyuntura mundial por Isaac Bigio, articulista de varios diarios iberoamericanos.
12- Mayo-2009
 

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Brown Con-Dem-nado. Lib-Dems con Cons

 

 

 

En Reino Unido se usa la sílaba 'Cons' para referirse a los conservadores y  'Dems' o 'Libs' para hacer lo propio con respecto a los demócratas liberales. Hoy por primera vez en la historia estos dos partidos cuyos ancestros  tienen más de 3 siglos de existencia han hecho una coalición para echar a los 'labs' (laboristas) del gobierno nacional.

Tal como lo advertía la tapa del principal diario pro-laborista (el Mirror) Gordon Brown podía quedar con-dem-nado. Buscando por todos los medios de mantenerse en el cargo Brown anunció que él solo seguiría siendo primer ministro por 3 a 4 meses más y que su gobierno impondría una nueva ley para reformar el sistema electoral.

Sin embargo, pese a todos sus intentos por perpetuarse en el poder, él acaba de dejar las llaves del número diez de Downing Street (la residencia del primer ministro de su majestad) a su oponente David Cameron.

Durante las elecciones los conservadores decían que quien votase a los liberal-demócratas  estaría ayudando a que los laboristas tuviesen a alguien que les permita retener el poder. En los hechos ocurrió lo inverso. Son los liberales quienes han llevado a los conservadores a encabezar su primer gobierno sin mayoría parlamentaria en varias generaciones.

Desde el punto de vista programático las distancias que los liberal-demócratas tienen ante los conservadores son mayores que frente a los laboristas. Mientras los 'lib dems' son favorables a la Unión Europea, la amnistía a indocumentados y a eliminar los caros submarinos nucleares, los 'cons' quieren quietarle peso a la UE, piden más dureza frente a los inmigrantes y proponen más gastos en defensa.

Sin embargo, los 'lib-dems' solo usaron los coqueteos con los 'labs' para que los 'cons' les hagan más concesiones. Gracias a coquetear a uno y otro Nick Clegg se ha convertido en el primer vice-primer ministro liberal-demócrata de la historia. También los 'lib-dems' han conseguido forzar al partido que más se ha opuesto a toda reforma electoral el que acepte someter a un referendo una leve reforma del sistema electoral uninominal para permitir que cada votante puede mostrar sus preferencias y el ganador se imponga con más del 50% de los sufragios escrutados.

Los 'lib-dems' decidieron no formar una 'alianza progresista' con los 'labs' por varias razones. Primero porque sería vista como una coalición echa entre los dos perdedores y colocando por segunda vez consecutiva a un primer ministro que no haya liderado una victoria electoral (Brown y su sucesor). Segundo porque ello podría agigantar a los conservadores en la oposición y ahora, más bien, buscarán ir 'suavizándolos'. Tercero porque ideológicamente Clegg está en la derecha de su partido (y su esposa Miriam es hija de un senador de la derecha española).    


 Análisis de las elecciones y del sistema británico

 

 

Impasse británico

Los conservadores sacaron el 36% de los votos y 306 de los 650 MPs (Miembros del Parlamento), lo que implica que han obtenido un 47% del parlamento.

Los laboristas obtuvieron el 29% de los votos y 258 MPs (casi el 40% del parlamento).

Los liberales consiguieron el 23% de los votos y 57 MPs (casi el 9% del parlamento).

Los conservadores solo podrían llegar al gobierno si el primer ministro Gordon Brown y para ello deberían buscar un acuerdo con los liberales, ya sea invitándolos al gabinete o pidiéndoles que, al menos por un tiempo, no les veten.

Los laboristas solo podrían conservarse en el poder formando una amplia coalición anti-conservadora.

Para ello les es fundamental formar un bloque 'progresista' con los liberales. No obstante ello no sería suficiente pues una unión de los 'libs' con los 'labs' solo suma 315 MPs (11 menos de la mayoría absoluta que es 326).

Los MPs que les faltasen deben buscarlos en partidos menores que están entre el centro y la izquierda: 6 del Partido Nacionalista Escocés (SNP), 3 del Partido de Gales (Plaid Cymru), 3 del Partido Laborista y Socialdemócrata de Irlanda del Norte, 1 de los verdes y 1 de la Alianza (partido hermano de los liberales en Irlanda del Norte).

Hay 9 MPs unionistas en Irlanda del Norte. Esta corriente es parte de la derecha pero el partido unionista aliado a los conservadores no sacó un solo parlamentario y los que han sido electos no tienen el peso para garantizar una mayoría absoluta para los conservadores o la voluntad para integrarse a un gabinete  'tory'.  

Los nacionalistas republicanos irlandeses del Sin Feinn (ligados al desarmado IRA) han ganado 5 curules, pero ellos nunca se han sentado en ellos en protesta por lo que dicen que su patria viene siendo ocupada por el Reino Unido. Esto deja que el verdadero 50% + 1 del parlamento no sea 326 sino 323 de sus miembros . Esto implica 8 menos de lo que un bloque lab-lib precisa pero que puede conseguir en partidos menores y 16 a 17 de lo que precisa el conservadurismo, aunque no puede conseguir aliado alguno que le permita llegar a tal monto a menos que sea el liberalismo.

El sistema británico está en crisis en momentos en que la crisis económica se agrava.

Hoy por hoy la primera palabra para ver si Brown sigue en el poder o si Cameron le ha de remplazar la tiene el líder liberal Clegg quien ha de vender caro su compromiso.

Mientras tanto tres cosas pueden quedar muy probables:

1)    El nuevo gobierno puede que no dure mucho (incluso que se repita la situación del anterior parlamento sin mayoría que fue en 1994 y que no llegue ni a un año de término).

2)    El Reino Unido entra a un periodo de coaliciones entre partidos (cosa inusual en su historia).

3)    El país se moverá a cambios constitucionales y a nuevas formas de representación parlamentaria.

 

King Clegg decide

 

Las elecciones británicas vienen acabando con una gran ironía. Resulta que quien hoy tiene la primera posibilidad de decidir quién va a ser el nuevo primer ministro no es el electorado ni la reina: sino Nick Clegg, el líder del Liberalismo Demócrata (Lib Dem).

Este partido tiene sus orígenes en la Alianza Liberal-Socialdemócrata que en las elecciones de 1983 superó el 25% de los votos pero apenas consiguió el 3% de los parlamentarios. Desde su creación los Lib Dems siempre han planteado como uno de sus pilares la reforma de un sistema electoral arcaico donde la cámara alta nunca ha sido electa y la baja tiene un sistema de representación uninominal que no refleja para nada el porcentaje a nivel nacional.

Este mecanismo electoral ha vuelto a condenar al liberalismo. A pesar que en estas elecciones subieron su porcentaje del 22% al 23% con respecto a los comicios generales pasados (2005), ellos han visto que su número de parlamentarios bajó de 62 a 57, es decir menos del 9% de los 650 que componen la cámara de los comunes.

En una extraña venganza el partido nacional que más ha denunciado este sistema arcaico se ha convertido en el 'hacedor de reyes'.

Ni los conservadores ni los laboristas han logrado la mayoría absoluta. Los dos requieren del aval de Clegg para gobernar. Quien quiera hoy tener las llaves del número 10 de Downing Street (la residencia del primer ministro) debe primero pedirle la venia al jefe liberal.

Clegg, astutamente, ha dicho que su primera opción es conversar con el partido que ha tenido más votos y escaños (los conservadores). Con ello busca presionar a Cameron a que les haga concesiones mientras que pone a los laboristas nerviosos. Así busca sacar tajadas a los dos lados.

Con los tories hay ciertos acuerdos sobre una reforma de los impuestos o para anular la introducción de carnets de identidad, que es uno de los mantras del laborismo. Sin embargo, se ubican en los polos opuestos en temas claves. Los 'azules' son los que más topes piden a la inmigración mientras que los 'amarillos' piden una amnistía parcial a los indocumentados. Cameron es euroescéptico y Clegg (cuyos ancestros vienen de toda Europa y cuya esposa e hijos son españoles) es muy pro-europeo. Los 'tories' no quieren cambiar el actual sistema parlamentario mientras que los 'libdems' quieren que se introduzca la representación proporcional y que la cámara de los lores sea 100% electa.

El último primer ministro conservador John Major pide una paloma de la paz al partido que lleva a la paloma como su símbolo. Incluso habla de poder darle ministerios a los liberales. No obstante, Cameron se conformaría con que Clegg no le vete y le deje hacer un gobierno en minoría.

Los laboristas le dicen a los libdems que ambos provienen históricamente del mismo partido.  El laborismo se escindió al filo del siglo XX del liberalismo y luego en los 1980s una ruptura de la derecha del laborismo (los socialdemócratas) terminaría reunificándose con el liberalismo para crear el actual partido liberal demócrata.

La paloma que Brown le tiende al partido de la paloma es programáticamente más atractiva. Les llama a formar una alianza progresiva que busque salir de la crisis con un programa que estimule el consumo y no que vaya a un ajuste estructural que puede generar violencia social, mientras que se ha comprometido a reformar el sistema británico proponiendo en un año un referendo para que la cámara alta sea electa y que en el sistema de elección uninominal se permita que los electores puedan marcar dos opciones en su voto y que solo gane aquel que consiga más del 50% en su distrito (aunque sea en su segunda opción).

Clegg, mientras tanto difiere de los 'rojos' y de los 'azules' en su oposición a la guerra de Iraq, a que ambos quieren evitar dar una amnistía a casi un millón de inmigrantes irregulares, a su política exterior tan pro-EEUU y a mantener el carísimo programa de submarinos nucleares (que él ve como obsoletos  en la post-guerra fría).

Constitucionalmente la reina tiene la atribución de escoger a quien quiera para que sea su primer  ministro. Ella, sin embargo, siempre ha dejado primero a los partidos para que lo decidan. Al partido que saca la mayoría absoluta del parlamento le invita a que encabece el gobierno de su majestad, pero si no hay un claro vencedor ella espera a que se agoten posibles negociaciones y a que el primer ministro que ha perdido dimita.

Por supuesto que ella podría interrumpir el proceso si las discusiones se alargan o la crisis lo apremia, pero por ahora la palabra la tiene quien va a ser el 'rey' de Gran Bretaña: el jefe del partido que tiene el mismo color oro de la corona.   

 

 

Una democracia feudal

 

El sistema electoral del Reino Unido es muy diferente al de cualquier república. Esta es una monarquía constitucional donde la jefatura de Estado es hereditaria y vitalicia y donde la cámara alta está compuesta por lores que han heredado el cargo o han sido designados por la corona para tener sus cargos de por vida.

El jefe de gobierno es el primer ministro, el cual, a su vez, no es electo directamente por la población y ni si quiera tampoco por la cámara de los comunes. Lo usual es que la corona invita al líder del partido que ha obtenido la mayoría absoluta de los Miembros del Parlamento (MP) a liderar el gobierno de su majestad. Si ningún partido sobrepasa el 50% del parlamento (cosa muy inusual en un sistema electoral ideado para garantizar que el ganador de las elecciones se quede con todo y tenga garantizado una mayoría absoluta parlamentaria) entonces la primera opción para formar un nuevo gobierno la tiene el primer ministro existente. Si él se muestra incapaz de conformar una nueva mayoría él debería renunciar y la posta pasaría al jefe de la oposición.

El parlamento británico no es electo de manera proporcional. Este está compuesto por 650 distritos electorales cada uno de los cuales elige directamente a su propio MP. Si en uno de ellos hay alguien que gana, aunque sea con menos del quinto de los electores, a él se le concede el puesto.

Este sistema garantiza que no haya mucha renovación. En la mayoría de los casos los MPs son reelectos sistemáticamente. En estas elecciones la mayoría de los parlamentarios han mantenido sus lugares y lo que producen los cambios es el hecho que entre un quinto y un cuarto de los que detentaban sus escaños no han sido reelectos. En una monarquía constitucional que tiene mucho de 'feudal' los distritos electorales acaban siendo una suerte de feudos de los MPs.

Mientras que en una república la población a nivel nacional elige directamente al presidente o a todo o parte del congreso, en Reino Unido nadie vota por una figura a nivel nacional. Todos los primeros ministros solamente han sido electos en su respectivo distrito electoral y nunca ninguno de ellos ha sobrepasado los 20 a 30 mil votos.

Gordon Brown, por ejemplo, ha llegado a ser el líder del partido gobernante y luego el primer ministro sin que haya habido una sola elección ya sea en su propio partido o a nivel nacional. Hoy, a pesar de haber quedado segundo, él se niega renunciar y está esperando a que fracasen las negociaciones entre conservadores y liberales para poder tentar a los segundos a hacer un co-gobierno con el cual él pudiese seguir como premier.

Este sistema ya no da más y la mayoría de la población pide un cambio. Por ahora nadie plantea la república (y la reina debe mostrar mucha cautela en no designar a un primer ministro hasta que los partidos se pongan de acuerdo) pero liberales y laboristas (la mayoría del electorado) plantean que es hora de ir a un referendo para que el reino Unido deje de ser la única potencia donde la cámara alta no es electa y en el parlamento no existe ninguna forma de representación proporcional.

 

 

Resultados finales (datos de la BBC)

UK - National seats at a glance

 

Political Party Seats Change
Conservative
306 +97
Labour
258 -91
Liberal Democrat
57 -5
Scottish National Party
6 0
Plaid Cymru
3 +1
Others
19 -2

Share

  1. CON 36.1%
  2. LAB 29.0%
  3. LD 23.0%
  4. Others 11.9%

Swing

5% From LAB to CON

Full UK Scoreboard

Party Seats Gain Loss Net Votes % +/-%
Conservative 306 100 3 +97 10,706,647 36.1 +3.8
Labour 258 3 94 -91 8,604,358 29.0 -6.2
Liberal Democrat 57 8 13 -5 6,827,938 23.0 +1.0
Democratic Unionist Party 8 0 1 -1 168,216 0.6 -0.3
Scottish National Party 6 0 0 0 491,386 1.7 +0.1
Sinn Fein 5 0 0 0 171,942 0.6 -0.1
Plaid Cymru 3 1 0 +1 165,394 0.6 -0.1
Social Democratic & Labour Party 3 0 0 0 110,970 0.4 -0.1
Green 1 1 0 +1 285,616 1.0 -0.1
Alliance Party 1 1 0 +1 42,762 0.1 +0.0
UK Independence Party 0 0 0 0 917,832 3.1 +0.9
British National Party 0 0 0 0 563,743 1.9 +1.2
Ulster Conservatives and Unionists - New Force 0 0 1 -1 102,361 0.3 -0.1
English Democrats 0 0 0 0 64,826 0.2 +0.2
Respect-Unity Coalition 0 0 1 -1 33,251 0.1 -0.1
Traditional Unionist Voice 0 0 0 0 26,300 0.1
Christian Party 0 0 0 0 18,623 0.1
Independent Community and Health Concern 0 0 1 -1 16,150 0.1 +0.0
Trade Unionist and Socialist Coalition 0 0 0 0 12,275 0.0
Scottish Socialist Party 0 0 0 0 3,157 0.0 -0.1
Others 1 1 1 0 319,891 1.1 0.0
Turnout 29,653,638 65.1 4.0

After 649 of 650 seats declared



07/mayo/2010


Resultados británicos

 

 

Tradicionalmente en el Reino Unido a los pocos minutos del cierre de las elecciones se puede predecir quien va ser el nuevo gobierno y al día siguiente se posesiona (o sigue en el puesto) el primer ministro.

Sin embargo, tras los comicios del jueves 6 de mayo no se puede asegurar quien va a regir a este país. El sistema británico está diseñado para asegurar que un partido gane y gobierne con la mayoría parlamentaria absoluta. Ahora, por primera vez tras 1929 y 1974, ninguna fuerza llega al 50% de la casa de los comunes.

Según la norma el primer ministro debe renunciar si el principal partido opositor logra más de la mitad del parlamento. De acuerdo a los primeros sondeos post-electorales los conservadores ganaron en las urnas pero han quedado con solo un alrededor del 45% de la cámara baja. Esto implica que el actual primer ministro es quien tiene la primera prioridad para ver si puede organizar el nuevo gobierno.

Gordon Brown ahora debe buscar llegar a un acuerdo con la tercera fuerza (los liberal-demócratas) y para eso les ha venido tentando con la principal reforma que ese partido urge: la introducción de formas de representación proporcional. Sin éstas los partidarios de Clegg nunca podrán aspirar a dejar de ser la eterna Cenicienta de todas las elecciones.

Los laboristas les dicen a los liberales que ambos son cercanos en temas económicos y en cambiar la manera en la cual funciona el parlamento y que juntos son los únicos capaces de hacer un gobierno estable y fuerte.

Mientras los 'tories' dirán que el público pidió cambio y rechazó a Brown, el primer ministro puede retrucar que los conservadores solo agrupan a poco más de un tercio del electorado y que él podría mantenerse en el poder en base a una alianza de dos partidos que juntos superan el 60% de los votos.

Teóricamente la indecisión podría demorar casi 2 semanas, pero el bajón de la bolsa de Nueva York y las protestas griegas pueden poner nerviosos a los mercados quienes presionen para una rápida solución.

Los liberales siempre se han quejado de que este sistema electoral le da plenos poderes a un partido que puede tener hasta menos del 40% de los votos, pero esta vez ellos, pese a quedar terceros, son quienes retienen el poder de decidir si Brown sigue en el poder o si le remplaza Cameron.

Clegg no logró que su partido avance mucho en votos o en escaños pero él se ha logrado convertir en el gran elector. Antes de que la reina escoja cual va a ser el nuevo primer ministro Clegg se convierte en una suerte de rey quien tendrá en sus manos el poder decidir el nuevo gobernante.  

 

 

Gran Bretaña, gran incertidumbre

A la mañana siguiente de cada elección general ya se sabe quien horas más tarde será invitado por la reina para administrar su gobierno. El viernes 7, no obstante, los británicos están yendo a trabajar sin saber quién va a trabajar por ellos desde el poder.

El Reino Unido reclama ser la potencia con la democracia más antigua y menos interrumpida que hay, pero es también la que tiene las formas más arcaicas de todas. Ni el jefe de estado ni la cámara alta han sido alguna vez electos.

La forma de elección uninominal y no proporcional de la cámara de los comunes tiene como meta hacer que un partido que tonga una leve minoría relativa gobierne solo con una mayoría parlamentaria absoluta.

En las elecciones generales pasadas (2005) los laboristas obtuvieron el 35% de los votos pero amasaron el 55% de los escaños.

Esta vez los conservadores pasaron del 32% de los votos del 2005 al 36%, pero en este parlamento han quedado alrededor de 20 curules por debajo de la mitad de los 650 parlamentarios.

Los conservadores reclaman que el electorado ha rechazado a Gordon Brown y que ellos deben gobernar, pero lo cierto es que constitucionalmente él puede seguir en el poder si logra conformar una coalición con los liberales y tal vez con otros partidos menores (como los nacionalistas de Escocia y Gales o los socialdemócratas y laboristas de Irlanda del Norte), con quienes comparte un rechazo a los 'tories'.

Para los grandes capitales británicos es esencial tener una administración estable ante la crisis económica y la posibilidad de tener protestas violentas a la griega. Los conservadores, que podrían ser el partido favorito de la gran banca, solo podrían gobernar en minoría, apoyándose en unos pocos parlamentarios unionistas y bajo un permiso liberal. Clegg, mientras tanto, está esperando alguna oferta interesante de Cameron que le permita negociar un posible pacto.

 

Ganadores y perdedores

En estas elecciones los líderes de los 3 grandes partidos pueden reclamar resultados mixtos, pues Cameron, Brown y Clegg han tanto ganado como perdido.

Los conservadores de Cameron reclaman que las conquistas que han hecho a los laboristas tanto en porcentaje electoral como en miembros del parlamento es la mayor desde los años treintas. Sin embargo, no han conseguido la mayoría absoluta y por ende se verán incapaces de conformar un gobierno estable que dure los 5 años de un mandato constitucional. De allí que solo le queda la posibilidad de mantenerse en la oposición o, si Brown falla en configurar una nueva coalición, de liderar un gobierno minoritario que tendría dificultades en aplicar los ajustes económicos que proponen y, por ende, durar mucho.

Los laboristas han bajado del 35% al 28% de los votos pero parece que han logrado bordear el 40% del parlamento. Si bien Brown ha sido derrotado en la primera elección nacional que ha liderado, su gran consuelo es que evitó pasar al tercer lugar y que aseguró un buen segundo puesto muy por delante de los liberales tanto en votos como en escaños. De allí que los laboristas insisten que aún tienen posibilidades de seguir en el gobierno, aunque esta vez en alianza con los liberales.

Los liberales subieron del 22% al 23% de los votos pero su presencia en el parlamento seguirá igual o levemente debajo al menos del 10% que hoy detenta. La 'cleggmanía' que produjo el primer debate televisado de la historia entre los 3 líderes británicos no se consolidó y, en cierta manera, tuvo rasgos de burbuja. Clegg sabía que no tenía muchas chances de ser el nuevo primer ministro pero su objetivo era desplazar a los 'rojos' del segundo lugar.

Un dato interesante es que los dos ministros primeros de Escocia e Irlanda del Norte no pueden cantar victorias. El Partido Nacionalista de Escocia, quien lidera el gobierno autónomo de ese país (uno de los 4 componentes del Reino Unido),  no ganó pero tampoco perdió un solo curul en el parlamento nacional.

En cambio, el Partido Unionista Democrático (DUP) que lidera la coalición gobernante de Irlanda del Norte y que venía detentando la mitad de los 18 representantes de esa provincia en el parlamento nacional, ha perdido un escaño que es justo el de su ministro primero Peter Robertson.

Los partidos de la derecha dura (UKIP) o extrema (BNP) no lograron entrar al parlamento pero sí por primera vez dos nuevos partidos que están del centro a la izquierda: los verdes y la Alianza de Irlanda del Norte (el único partido que se apoya en las dos comunidades que polarizan esa provincia: católicos y protestantes).

Los conservadores han demostrado que son un partido centrado solo en uno de los 4 países del Reino Unido. Fuera de Inglaterra su peso es mínimo. No lograron que sus socios del Partido Unionista del Ulster ganase un solo curul en Irlanda del Norte mientras que en Escocia sigue en el cuarto lugar y sigue siendo una minoría en Gales.

El primer aliado que podrían tener los conservadores es el DUP, quien se encuentra a su derecha. Sin embargo, los conservadores no tienen muchos amigos en el resto de los partidos.

Los laboristas para lograr conformar una coalición gobernante no solo deben pactar con los liberales sino con los nacionalistas de Escocia y Gales y los socialdemócratas-laboristas de Irlanda del Norte.

Cameron haría un gobierno esencialmente inglés y recortado en sus planes de hacer fuertes recortes en el gasto público.

Brown solo podría mantenerse en el cargo haciendo la coalición gubernamental más amplia de la historia reciente y haciendo concesiones al resto de los países minoritarios del Reino Unido a expensas de Inglaterra.

En esta incertidumbre una cosa parece estar segura. A mediados del 2,012, para cuando Londres sea la capital mundial de las olimpiadas, lo más probable es que el gobierno que inaugure éstas no sea el mismo que salga de estas elecciones.

Sea cual sea el resultado de estas componendas será inevitable el que se adelanten las elecciones generales. Los laboristas y liberales querrán nuevos comicios en los que se introduzca formas de representación proporcional con lo cual ambos busquen sepultar a los conservadores y mantenerse en el poder.

 

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Un ganador en las elecciones británicas

Aún no sabemos quién va a liderar el nuevo gobierno británico que emerja de las elecciones del 6 de mayo.  Sin embargo, queremos mostrar un ganador. No se trata de un nuevo partido o ministro: sino de una comunidad que es tan importante para toda Iberoamérica.

En el Reino Unido existen entre uno a dos millones de residentes de habla hispana o portuguesa. El castellano ya se ha convertido en la mayor lengua minoritaria en muchas escuelas y se habla mucho más que las lenguas celtas (que son oficiales junto al inglés). Según los datos del profesor Pablo Mateos de la Universit College of London el número de electores registrados en el 2001-2006 con nombre y apellido completo hispanos o lusos es mayor al total de personas que ha votado en todas las ciudades británicas (a excepción del Gran Londres y el Gran Birmingham) las elecciones generales pasadas.

Hasta hace poco esa minoría pasaba desapercibida. En todos los censos y encuestas solo se hablaban de las etnias que provenían esencialmente de las ex colonias británicas. No obstante, en todos los procesos electorales del último bienio (municipales de Londres 2008, europeas 2009 y generales 2010) los iberoamericanos (que nunca han sido parte de la Commonwealth) se han empezado a hacer notar efectuando grandes foros electorales.

En mayo pasado los iberoamericanos fueron el mayor contingente en la mayor marcha pro-inmigrante de la historia. Esta demostración fue organizada por la coalición Citizens, la misma que ha sido la única entidad cívica que logró hacer un debate con los 3 líderes principales.

En estos comicios la Alianza Iberoamericana de UK organizó decenas de foros con decenas de candidatos y en los cuales la asistencia sumada supera la media decena de miles de personas.

Un resultado de ello es que candidatos de todos los partidos ahora planteen reconocer a esa minoría y que esta tenga un mes de celebraciones culturales (tal y cual pasa con los hispanos e EEUU). Otro efecto es que el que parece ser será el nuevo gobierno ha prometido que una de sus 3 áreas prioritarias de política externa será América Latina.

 

COLUMNAS PREVIAS A LAS ELECCIONES

 

 

 

Tara y Tiara

A inicios de esta semana en menos de 24 horas dos jóvenes anglo-latinas han causado noticia  en Reino Unido. En la noche del domingo 2 de Mayo Tara Hoyos, londinense hija de colombianos quien acaba de celebrar su 20 aniversario,  fue coronada como Miss Universo Gran Bretaña. Por primera vez en la historia una hispana es reina de belleza de la cuna del idioma inglés.

Tara, además, no solo es bella por su figura sino por su corazón. Conozco a Tara y a su madre y ambas son comprometidas con la comunidad latina e iberoamericana del Reino Unido. Ellas han estado apoyando la campaña por el reconocimiento de la minoría latina, hispana y lusa en todos los formularios de este país, por la defensa del Pueblito Paisa (el mayor mercado sudamericano de Londres, el mismo que lucha por evitar ser demolido por una de las mayores constructoras) y por apoyar a fundaciones como la de Pedro Achata que dan servicios a los desplazados en Inglaterra y en los Andes y el Amazonas.

En la tarde del lunes 3 millones de televidentes presenciaron el último foro electoral y el único hecho por una organización cívica (la coalición Citizens, la misma que el año pasado lideró la mayor marcha pro-inmigrante de la historia británica). El momento más emotivo fue cuando Tiara Sánchez, de solo 14 años de edad, saltó en llantos cuando contaba la tragedia de su familia compuesta por limpiadores cuyos sueldos son tan bajos y que requieren un salario mínimo vital. El primer ministro Gordon Brown salió a consolarla y empezó el discurso de alta sintonía que más aplausos haya recibido en la campaña.

Ambas reflejan a la generación de los 1990s cuyos padres provienen de Iberoamérica. Muestran como en la tierra de Shakespeare van buscando abrirse paso quienes provienen del mundo que habla la lengua de Cervantes.

Hoy en EEUU los hispanos son una fuerza que crece. Esto se ha demostrado en las últimas semanas con las grandes marchas por la igualdad y la regularización que la mayor minoría norteamericana ha venido dando.

Sin embargo, en la tierra de donde salieron los colonos que darían paso luego a lo que hoy es EEUU también se da, aunque en menor grado,  un crecimiento de una minoría de origen iberoamericana.

Si en las elecciones londinenses del 2008 todos los candidatos a alcalde pasaron la recta final se la pasaron visitando a la comunidad latina, en estos comicios generales la comunidad iberoamericana se ha venido haciendo sentir habiendo organizado decenas de foros, incluyendo el más grande que haya durado 4 domingos consecutivos, los mismos que han sumado en total más de 5,000 espectadores.

Los iberos y latinos del Reino Unido muestran que no son un factor de conflicto sino una fuerza que se inserta y potencia a su respectiva sociedad y que puede servir de puente entre los dos mayores bloques geo-lingüísticos occidentales: el angloparlante y el iberoamericano. 

 

 

 

Cameron, Brown y Clegg

04 de Mayo del 2010

 

El lunes 3 tuve la oportunidad de ver, hablar brevemente y estrechar la mano de todos los líderes de los 3 grandes partidos británicos. Esto se dio en la recta final cuando sólo faltan 3 días para las elecciones más inusuales y reñidas que haya tenido el Reino Unido en esta generación y posiblemente en su historia.

Esta es la primera vez que la carrera por el gobierno no es entre dos sino entre tres caballos. No sólo se espera a que haya un Parlamento sin que nadie tenga mayoría absoluta (cosa atípica en un sistema diseñado para garantizar la 'dictadura del partido ganador' durante todo su mandato), sino que en éste ya no sólo haya dos sino tres fuerzas de peso.

Tal como van las cosas ninguno va a poder aplicar plenamente su programa, pues carecerá del control de más del 50% de la cámara de los comunes, por lo que una forma de concertación o coalición será necesaria.

Cameron quisiese una política económica más pro-monetarista y distanciarse más del federalismo europeo, pero sólo podría gobernar si pacta con los liberales quienes proponen recetas económicas inspiradas en Keynes y son súper europeístas. Mientras que Cameron y Brown impulsaron la guerra de Iraq y los programas de armamento atómico, Clegg (a quien ambos necesitarían para poder gobernar) rechaza esa invasión y pide eliminar los gastos de submarinos nucleares.

Hoy estuve con esos 3 líderes en la Asamblea de Citizens. Se trató del mayor foro de estas elecciones, aunque, es bueno recordar, que la Alianza Iberoamericana ha hecho durante cuatro fines de semana consecutivas tal vez el mayor foro prolongado de candidatos.

El primer ministro, pese a estar tercero en las encuestas, fue el único al que la gente coreó su nombre. Pese a su desgaste él tiene un arma muy poderosa que apela: la idea de que con él, pese a sus yerros, habría un gobierno con preocupaciones sociales y no para los ricos.

Cameron tiende a sacar más votos, pero si ansía ganar una mayoría parlamentaria absoluta debe repuntar más, cosa difícil en este tramo final. Brown se sentiría triunfador si queda segundo en votos pero con más bancas, con lo cual podría forzar a los liberales a que le apoyen. Para lograr ello el laborismo se ha distanciado de su antigua prédica de centro para fomentar una forma de lucha de clases. Clegg quiere colarse en el medio de ambos. Su gran victoria consistiría en quedar segundo y como el que termine diciendo en qué dirección vaya la balanza (incluyendo en la suya propia).

 

Lib o Lab

03 de Mayo del 2010

 

En las elecciones británicas resulta casi inevitable que los conservadores lleguen a sacar el primer puesto. Sin embargo, el puesto de la discordia es el segundo, pues es éste el que podría decidir quién sea el nuevo gobierno.

Todo indica que los conservadores podrán conquistar una mayoría que no sea absoluta. Esto conllevaría a dos posibles escenarios: uno que traten de hacer un gobierno unipartidario sin contar con más del 50% de la cámara baja (cosa inviable en un plazo no corto) o que se dé un gobierno de dos partidos (algo inusual en esta nación acostumbrada a que cada mandato se base en el dominio absoluto de un solo partido en el Parlamento).

A pesar de su actual impopularidad el primer ministro Brown podría intentar retener el cargo si llega segundo y si la diferencia con los 'tories' no es de mucho más de 5 puntos. Resulta que como los 650 miembros del parlamento no son electos proporcionalmente sino representado cada uno a un determinado distrito electoral, los 'labs' (laboristas) aún podrían acumular una mayoría relativa de bancas.

La reina usualmente invita al líder del partido que consiga más parlamentarios para que forme su nuevo gobierno. Brown podría ser el encomendado y ya ha tendido puentes a los 'libs' (liberales) para que integren un posible gobierno suyo.

Debido a ese mismo sistema electoral los 'libs' por más que puedan ganar levemente las elecciones sólo podrían tener la tercera bancada en tamaño.

Sin embargo, el solo hecho de llegar primeros o incluso segundos le puede aumentar su capacidad de negociación. Los 'libs' podrían condicionar un apoyo a un gobierno 'lab'. Su líder Clegg ha planteado que si le gana a Brown él no podría apoyar un gobierno encabezado por un perdedor.

No es el electorado sino los 'libs' quienes ahora tienen la llave del poder. Sin ellos ningún gobierno sería estable. Si los 'libs' se alían a Cameron buscarían recortarle su programa monetarista y obligarle a una reforma electoral.

Si se alían a los 'labs' buscarían que Brown sea echado del liderazgo de ese partido y del país. Por último les queda la leve esperanza de lograr que los 'labs' transen y coloquen en el poder a los 'libs'.





 
 
Keep the candle burning 2010 !

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