Por Carlos Noriega
Desde Lima
En su intento por ganar el apoyo que necesita para llegar a la presidencia, la heredera política del encarcelado ex dictador Alberto Fujimori pretende reinventarse como una figura distante de su padre. "Yo no soy Alberto Fujimori", dijo Keiko Fujimori en el debate presidencial con Ollanta Humala, intentando sacudirse de las denuncias de autoritarismo, corrupción y violaciones a los derechos humanos que marcaron el régimen fujimorista de los años '90. Aunque alzó la voz y endureció el gesto para decirlo, no sonó convincente. La cerrada defensa que siempre ha hecho de la dictadura de su padre, a la que ha calificado como el mejor gobierno de la historia y de la cual fue primera dama después del tormentoso divorcio de sus padres, y de su entorno político, formado por los fujimoristas históricos, revelan a una Keiko que representa la continuidad del proyecto autoritario fujimorista. Fue Alberto Fujimori, imposibilitado de postularse por estar condenado a 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción, quien designó a su hija como candidata a la presidencia. Desde su prisión VIP, el ex dictador mantiene el control de su agrupación política y toma las decisiones claves.
La lista de los fujimoristas históricos que gobernaron con el ex dictador que ahora están en el entorno de Keiko Fujimori es larga. Santiago Fujimori, hermano de Alberto y colaborador de su gobierno, forma parte del círculo político que rodea a su sobrina Keiko. Su candidato a vicepresidente, Jaime Yoshiyama, fue una importante figura de la dictadura de Alberto Fujimori. Yoshiyama fue ministro de Energía y Minas y de Transportes y Comunicaciones en el régimen fujimorista, respaldó el golpe de Estado que dio Fujimori para cerrar el Congreso y luego se convirtió en presidente del nuevo Congreso controlado por el dictador. Como presidente de ese Congreso, Yoshiyama hizo aprobar una ley de amnistía para los violadores de los derechos humanos. El otro candidato a vice de Keiko, Rafael Rey, miembro del Opus Dei, ha sido desde un inicio un activo defensor de la dictadura de Alberto Fujimori y como integrante del Congreso fujimorista respaldó con entusiasmo la amnistía para militares y policías responsables de desapariciones, asesinatos, torturas y violaciones, que a la caída de Fujimori fue anulada. Ahora pretende hacer aprobar una nueva ley de amnistía.
Los voceros de Keiko son personajes estrechamente ligados a su padre. Su vocero político, el congresista Rolando Sousa, ha sido abogado de Alberto Fujimori y su estudio ha defendido a militares que violaron los derechos humanos en la dictadura fujimorista. José Chlimper, encargado de defender el plan de gobierno de Keiko, fue ministro de Agricultura hasta la caída de Fujimori y su huida del Perú en noviembre de 2000. Milagros Maraví, vocera fujimorista en temas de derechos humanos, defendió como abogada al gobierno de Fujimori frente a las acusaciones por violaciones a los derechos humanos que se plantearon ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y promovió la ruptura del Perú con la CIDH. Jorge Trelles, el vocero de Keiko destituido hace pocos días por decir "nosotros matamos menos" al referirse a los crímenes cometidos en el gobierno de Fujimori, fue congresista y ministro de Educación de ese régimen.
Una de las fujimoristas históricas que acompaña a Keiko es Martha Chávez, quien ingresó a la política con el golpe de Fujimori, fue presidenta del Congreso en el régimen fujimorista y ahora ha retornado al Parlamento de la mano de Keiko. Chávez fue una de las más duras defensoras de la dictadura fujimorista y de los acusados por violaciones a los derechos humanos. El año 2006 fue candidata a la presidencia designada por Alberto Fujimori. Hace poco, luego de su elección al Congreso, Chávez amenazó públicamente al presidente del tribunal que condenó a Fujimori a 25 años de cárcel. Dijo que tendría que responder por esa condena.
Otro personaje clave en el entorno de Keiko es Alejandro Aguinaga, médico de cabecera de Alberto Fujimori y su ministro de Salud cuando se llevó a cabo la esterilización forzada de 300 mil mujeres indígenas campesinas y de las zonas más pobres de las ciudades. Marino Costa, ministro de Salud que también tuvo responsabilidad en las esterilizaciones forzadas; César Luna Victoria, ministro de Comercio Exterior; Fernando de Trazegnies, ministro de Relaciones Exteriores; Luisa Cuculiza, ministra de la Mujer; son algunos de los varios miembros de los gabinetes de la dictadura de Alberto Fujimori que están en el entorno político de Keiko.
La lista de congresistas fujimoristas que formaron el Parlamento controlado por Alberto Fujimori, desde el cual encubrieron la corrupción y las violaciones a los derechos humanos de la dictadura, que ahora acompañan a la hija del ex dictador, es extensa. Keiko Fujimori pretende ganar votos presentándose como el rostro nuevo del fujimorismo, pero está rodeada de las viejas caras de la dictadura. Una dictadura que ella siempre aplaudió.
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