Saturday, December 5, 2009

[RED DEMOCRATICA] NOTICIAS : Evo Morales busca el poder total

 


EVO MORALES BUSCA EL PODER TOTAL

El presidente boliviano quiere aplastar a la oposición  para impulsar con rapidez y sin trabas el proceso de cambio
 
El Gobierno pretende ganar dos tercios de senadores para controlar todos los órganos del Estado
 
DESTACADO
Jorge Lazarte: “Hoy no se votará por cinco años sino por treinta, se decide el tránsito de un sistema democrático de Derecho a un Estado plurinacional de democracia consensual”      
 
DESTACADO
Con las leyes que aprobará el nuevo Congreso, lo que hasta ahora era arbitrario pasará a ser constitucional y legal    
 
LA PAZ, JOAQUIM IBARZ (enviado especial)

Las elecciones bolivianas marcarán el futuro político y social del país en las próximas décadas. Hoy no sólo se vota la reelección por otros cinco años del presidente Evo Morales, que parece más que asegurada, sino el  modelo de Estado plurinacional que se va a implantar con la nueva Constitución.
 
El analista político Jorge Lazarte declara a “La Vanguardia” que la singularidad más importante de esta elección es que “no se votará por cinco años sino por treinta, lo que se decide es el tránsito de un sistema democrático de Derecho a un Estado plurinacional definido constitucionalmente como de democracia consensual”. Según Lazarte, Morales trata de imponer “un proyecto de sociedad con acentos comunitaristas y tintes autoritarios, que puede dar paso a  gobiernos con fuertes rasgos despóticos”.  “Las nuevas reglas deben permitir al MAS pasar del control del gobierno al poder total”, señala el profesor boliviano.
 
Según todas las encuestas ya hay ganador. Lo que debe definirse es el porcentaje.  Las elecciones llegan en el peor momento para una oposición política y social que sólo puede aspirar a construir una base parlamentaria de contención al poder absoluto de Morales. A partir del debilitamiento de sus adversarios, todo le ha salido bien al Gobierno. Le falta el último paso. Tras haber vencido en múltiples batallas, Morales se dispone a ganar por vía electoral la presidencia en primera vuelta, las dos cámaras y más de dos tercios de los senadores. De lograr estos objetivos, sería coser y cantar controlar desde el Congreso la elección de los magistrados del poder judicial con militantes obsecuentes y  elegir sin sobresaltos a los nuevos vocales del poder electoral.
 
El desánimo invade las filas de quienes se oponen a la concentración del poder por Morales. Hay forzada resignación en las filas del derechista Manfred Reyes, lo mismo que en los seguidores del centrista Samuel Doria. Entre la antigua izquierda democrática no hay desánimo, sino peor, no queda nada; ningún candidato ha logrado representar una corriente que, tras la desaparición del MIR, permanece dispersa, desorientada, sin referencia.
 
Evo Morales pretende el poder total para impulsar con rapidez y sin trabas el proceso de cambio. Gran aficionado al fútbol, el presidente boliviano no sólo quiere ganar. Busca golear y aplastar a la oposición.
 
Con escasa incertidumbre sobre la reelección de Morales, el interés de la votación se centra en el control de la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional. Al gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) le bastaría la mayoría absoluta en el Congreso para aprobar con celeridad y sin obstáculos las nuevas leyes que desarrollen la Constitución y configuren el nuevo Estado plurinacional.
 
Evo Morales intensificó la campaña en los bastiones de la oposición para conseguir los dos tercios del Congreso. Este objetivo estratégico se considera fundamental; es el camino para obtener desde el Gobierno el control absoluto de todos los órganos del Estado.
 
Jorge Lazarte comenta que el nuevo texto constitucional establece mayoría calificada de dos tercios para la designación por el Congreso de los miembros del Tribunal Supremo, del Tribunal Constitucional y del órgano electoral.
 
El control judicial es vital para el Gobierno. El propio Evo Morales anunció en el penúltimo día de campaña el cambio de la ley para encarcelar por supuestos delitos de corrupción a los candidatos a la presidencia y vicepresidencia Manfred Reyes y Leopoldo Fernández.  "Vamos a cambiar la justicia y los dos van a entrar a la cárcel", dijo Morales. Fernández sufre prisión desde septiembre de 2008, acusado de estar involucrado en un enfrentamiento entre campesinos que ocasionó 16 muertos. Hasta ahora, el argumento más fuerte de la oposición era que Morales violaba la Carta Magna y desmantelaba el aparato judicial. Con las leyes que aprobará el nuevo Congreso, lo que hasta ahora era arbitrario pasará a ser constitucional y legal.    
 
El control del Senado es la gran disputa que se dirime en esta jornada electoral: el Gobierno quiere asegurar dos tercios de los 36 senadores, lo que le permitiría hacer cambios a la Constitución -y con ello habilitar nuevas reelecciones de Evo Morales- sin necesidad de pactar con la oposición. Según los sondeos, el MAS está cerca de hacerse con esos dos tercios. Durante el mandato presidencial que ahora termina, Morales tuvo que convivir con un Senado con mayoría opositora, lo que le generó problemas al pretender aprobar nuevas leyes.
 
El presidente de etnia aymara dijo sentirse cansado de las trabas que ponía el legislativo a sus propuestas. Se le hacía intolerable que la oposición controlara el Senado De ahí su afán por lograr un control total del poder con unas elecciones con fuerte sentido plebiscitario. Mucha gente votará a favor o en contra de Morales con independencia de las ofertas electorales.
 
Según las encuestas, Morales tiene asegurados 22 senadores y le faltarían dos para lograr los dos tercios. El presidente quiere la mayoría calificada para aprobar rápidamente las leyes que aplicarán la Constitución plurinacional aprobada a principios de año.
 
El control del Senado resultaría clave para asegurar un trámite fácil al centenar de leyes orgánicas que Evo Morales tiene ya preparadas para profundizar su revolución democrática. El nuevo legislativo abordará de inmediato la reorganización del poder judicial con elección popular de los tribunales y la aplicación de las autonomías regionales. Morales quiere tener las manos libres para que se aprueben las leyes fundamentales de la organización del Estado-poder judicial, órgano electoral y tribunal constitucional- , que son clave para que la Constitución empiece a funcionar siguiendo el diseño del MAS.
 
FIN

Para Evo es un desafío que la presencia de la oposición sólo sea nominal para que teniendo los dos tercios puedan decidir lo que quieran.
 
-Qué supone el Estado plurinacional?
-Habla muy poco del socialismo, en ninguna parte de la Constitución se encuentra la palabra socialismo ni socialista. El Estado plurinacional tiene dos sentidos: desde el punto de vista institucional lo plurinacional  es la base, el fundamento, del próximo Estado. Es decir un Estado construido sobre las naciones indígenas, Cuando el estado dice que es plurinacional, lo plurinacional es exactamente lo que cubre a las naciones indígenas originarias de Bolivia. Como eso significa aproximadamente el 60%, no está reconocido el otro 40 % que no se reconoce en una nación original. En el fundamento étnico  del Estado este gobierno fue más lejos que cualquier otro gobierno, incluidos los gobiernos llamados de las democracias populares que nunca  habían puesto como base del estado a sus naciones definidas étnicamente, siempre lo ponían referidas al ciudadano. En este caso no son todas las naciones, sino sólo las naciones originarias. Es decir la etnización del Estado.
 
En otro sentido, el Estado plurinacional quiere decir las vías a través de las cuales eln nombre del Estado plurinacional unos pocos van a apropiarse del contro, efectivo del estado, apoyándose en los sectores indígenas que ya no van a tener el control del poder, sino en los territorios a los cuales se les va a reconocer  una suerte de autonomía territorial indígena, pero que no van a poder controlar los órganos fundamentales del Estado.
 
. Y se incorpora la Justicia comunitaria.
 
Por un lado parecería una apertura hacia los grupos indígenas, pero como son favorables al gobierno, que los controla, hay una ambivalencia que es una suerte  de identificación social de los indígenas con su gobierno y una presencia  social de ellos en los órganos del Estado.
Hay un componente político, que esa presencia social sea ahogada por el control político de este Gobierno.
 
Es tan evidente que en estas elecciones ha silenciado a los indígenas. Porque tiene necesidad de conquistar a la clase media para tener los dos tercios en el Senado. Y para no seguir ahuyentaron  a la clase media, eclipsaron la presencia indígena de la campaña electoral No han aparecido indígenas en la campaña, sino gente de clase media. Es la primera vez en los  últimos años en que en las listas parlamentarias del MAS nunca ha habido tan pocos indígenas en beneficio de gente procedente de la clase media.
 
Ha habido una especie de pacto con los dirigentes indígenas, a los que se ha convencido diciéndoles que ahora lo que importa es ganar porque después de diciembre la situación va a ser distinta.
 
Crea demasiadas expectativas?
-La bonanza económica le ha permitido preservar las fidelidades hacia el gobierno, pero con la promesa de que despuñes de diciembre las cosas van a cambiar. Está creando expectativas que pueden generar problemas porque los indígenas pedirán que se cumpla lo que fija la Constitución.
 
-Va hacia Estado totalitario?
-Va ser un Gobierno con rasgos fuertes autoritarios que soporte un cierto margen de tolerancia. Que tolere a la oposición en el Parlamento pero que no le permita bloquear, garantizamos su existencia pero las reglas son las nuestras.
 
-Cómo logrado penetrar en oriente?
-Santa Cruz fue víctima de su propia fuerza, tenían al Gobierno acosado, sin pode gobernar en buena parte del país. El Oriente no supo qué hacer con la fuerza que había logrado, que se le desbordó. La gente de santa cruz empezó a asaltar los edificios públicos, violando todas las leyes. Eso los desprestigió mucho ante la otra parte del país y ante comunidad internacional.  Este exceso lo están pagando todavía. A eso se unieron las muertes de Pando. Finalmente, turbó al oriente y a la oposición la denuncia de terrorismo, que complicó a mucha gente cívica y política de Santa Cruz. Tuvo la virtud de desarticularlos y que los diferentes sectores de Santa Cruz procurar salvar su propia cabeza. Siguió un proceso de desarticulación de la oposición política y social, a tal punto que ya no les fue posible reponerse a la situación anterior ni fabricar candidaturas que no eran las mejores para la oposición política y social, NO PODER VERTEBRAR UNA ESTRATEGIA COMÚN. El Gobierno fue recuperando cada vez más la iniciativa, hasta un punto en que mucha gente en el Oriente busca la forma de acomodarse a la situación política.
 
Más que silenciando a la prensa, hay libertad de prensa pero no hay garantía de libertad de prensa.
 
. El problema será poner en marcha el régimen de autonomías, que es una complicación poco menos que inaplicable.
 
Las autonomías indígenas serían casi estados, porque tienen territorio, gobierno propio, justifica propia y pueden multiplicarse en el futuro, acceder a la autonomía indígena significa recursos del Estado. Y eso puede plantear problemas de delimitación territorial. Hasta quépunto son sostenibles los bonos que ha estado otorgando y los recursos que tendrá que comprometer para los municipios indígenas y para las autonomías regionales indígenas. Hasta ahora ha podido poner freno a esta tendencia de convertir  los municipios que no son indígenas en municipios indígenas. Después de experiencias dramáticas, con enfrentamientos entre campesinos e indígenas.     


Evo apunta a conseguir el poder total
Leandro Uría
EL ALTO.

 Lo único que parece estar hoy en duda es si logrará una mayoría de dos tercios del Congreso, lo que le permitiría, según la oposición, eternizarse en el poder y forjar un país a su medida. El presidente  replica que sólo así podrá acelerar el paso de las reformas urgentes que requiere Bolivia.

Aquí, la gente parecía no tenerle miedo a la posibilidad de que Evo Morales pase a controlar el Ejecutivo y el Congreso, algo que el MAS considera que ya está garantizado.

Tampoco a que termine concentrando demasiado poder, como afirman sus opositores, que alertan sobre una dictadura en ciernes al explicar que el mandatario ya controla la justicia, luego de que en mayo pasado se suspendiera al entonces presidente del máximo tribunal, Eddy Fernández.

El cambio

Definiciones

  • "Este proceso de cambio nunca fracasará. Es un proceso invencible que está en un camino sin retorno"
  • "Deseo seguir sirviendo al pueblo cinco años más porque aprendí a gobernar estos cuatro años"

Morales apunta a reelección en Bolivia
Carlos Alberto Quiroga
LA PAZ (Reuters)

Casi todos los sondeos pronostican una fácil reelección del cocalero, quien saca provecho del buen desempeño de la economía local y recoge los frutos de sus ruidosas nacionalizaciones en los sectores petrolero, minero y de telecomunicaciones y de populares bonos para escolares, ancianos y madres de familia.
 
Incrédulo, Reyes Villa -quien según el Gobierno intentaría fugarse del país tras los comicios para evitar un juicio por presunta corrupción- insistió  que espera forzar una segunda vuelta, que se daría en febrero del 2010 si el más votado no logra mayoría absoluta o al menos 40 por ciento más 10 puntos sobre el segundo.

"Hace 20 años nos dijeron que Bolivia se nos muere y con ese pretexto nos sometieron al neoliberalismo. Ahora demostramos que Bolivia no sólo no se muere sino que es viable", proclamó Morales en Tarija

"El triunfo de Morales está asegurado. Hemos tenido una campaña muy desigual, casi un monólogo oficialista, y esto no se debe sólo a la utilización de recursos sino también a una gran disparidad en la capacidad de discurso", opinó Guido Riveros, director de la Fundación para la Democracia Multipartidaria.
 
Apuntó que Morales, quien según las encuestas sacaría una ventaja de al menos 30 puntos al segundo, era favorito porque "representa un impulso histórico que ha merecido la simpatía de amplios sectores de ciudadanía y no ha encontrado una oposición que por su parte comience a tener sentido histórico".
 
Morales sostuvo  ante decenas de miles de seguidores en la oriental Santa Cruz, una de las regiones que había sido previamente dominada por la oposición, que "esta revolución ya no es de Evo y su partido, sino de todo el pueblo, cada vez más de los jóvenes y las mujeres".  

El presidente indígena, cuya llegada al poder en enero del 2006 puso fin a un ciclo de inestabilidad política y social, lidera un proceso de "empoderamiento" de las mayorías indígenas y de nacionalización de diversos sectores, desmantelando el modelo neoliberal montado en las décadas pasadas en el país.
 
Aunque declarado admirador de Chávez y de Fidel Castro, el líder boliviano ha dado señales de que puede ser menos radical y más pragmático.

La semana pasada, en uno de los tramos más intensos de su campaña, recibió con todos los honores al presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, a cuyos planes nucleares dio respaldo a cambio de cooperación económica.
 
Sólo 48 horas después se confundió en abrazos con el presidente de la compañía española Repsol-YPF, Antonio Brufau, quien lo visitó para confirmar un plan de inversión de más de 1,500 millones de dólares -junto con un consorcio de empresas extranjeras- para elevar la producción de gas que se bombea a Argentina y Brasil.

3 de noviembre de 2009
Al voto opositor, con frialdad
Julio Aliaga Laorana

En el entorno presidencial confían en llegar al 70%

Lo afirmó a LA NACION el vocero del oficialismo Viernes 4 de diciembre de 2009 |
EL ALTO (De un enviado especial).- Se lo escuchaba exultante del otro lado de la línea telefónica a Jorge Silva, el vocero electoral del MAS, que habló ayer con LA NACION desde La Paz y dejó un mensaje claro: Evo Morales se impondrá el domingo con el 70% de los votos (pese a que las encuestas le dan un 52%), y alcanzará los dos tercios en el Parlamento, con lo que tendrá carta blanca, en su segundo gobierno, para acelerar la transformación de este país en un Estado socialista y pluricultural.
 
"En 2005 iniciamos el proceso con el 53,7% de los votos y en agosto del año pasado, en el referéndum revocatorio, logramos el 67%. Esta vez consideramos que vamos a lograr tres puntos más, en el entendimiento de que existe en Bolivia un 70% de la población que quiere el cambio y un 30% que se resiste, agrupado en una oposición que plantea el retroceso al estado colonial", dijo Silva.
 
-¿Cómo saben que lograrán semejante triunfo?
 
-Tenemos varios elementos para sostenerlo. Primero, las encuestas de las consultoras privadas históricamente nos han sacado 20 puntos. En 2002, nos daban un 3% y logramos un 23%, en 2005 pasó lo mismo, y en el referéndum revocatorio decían que no íbamos a llegar al 50% y que Evo se iba a tener que ir, y tuvimos el 67% de los votos. Es que hacen los sondeos en centros urbanos y no llegan a las comunidades rurales, donde tenemos un voto duro. Otro elemento es nuestra propia interpretación política del efecto de la gestión del gobierno de cuatro años y de sus políticas sociales que beneficiaron a los sectores más pobres. Finalmente, tenemos una oposición que no ha podido articular un bloque único y está muy cuestionada por la justicia por asesinato, terrorismo y malversación de fondos.
 
-¿Ganan en Santa Cruz?
-En La Paz, Oruro y Potosí tendremos un triunfo rotundo, con cuatro senadores en cada uno de estos departamentos. En Cochabamba, vamos a obtener tres senadores. En Tarija y Chuquisaca tenemos dos senadores por cada departamento. Hay un empate técnico en Beni, Pando y Santa Cruz, con dos senadores en cada departamento. Está la posibilidad de que en Santa Cruz ganemos y que logremos un tercer senador en Chuquisaca. De este modo, estaríamos logrando los dos tercios en la Asamblea Plurinacional.
 
-¿Qué dicen sobre las denuncias de fraude de la oposición?
 
-Son la derrota anticipada. Es el pretexto anticipado de la oposición para echar sombras sobre el padrón electoral y boicotear las elecciones. El fraude sólo existe en la cabeza de los opositores desesperados y angustiados.
 
-¿Usted cree que los rivales del presidente pueden terminar en prisión tras las elecciones, como él mismo ha dicho?
 
-Uno de ellos. [El candidato presidencial derechista] Manfred Reyes viene arrastrando 19 denuncias de falsedad ideológica y corrupción. Después del 6 de diciembre terminan las investigaciones. Pero ya tiene una nota de arraigo por la que no puede salir del país y después se van a comprobar, según se presume, todos los actos ilícitos que cometió cuando fue alcalde de Cochabamba y prefecto de ese departamento. Es posible que vaya a la prisión de San Pedro, con su compañero de fórmula Lepoldo Fernández, acusado de asesinatos y lesiones gravísimas.
 
Que en ambos escenarios estén ejecutándose con tanto éxito sendos planes de acción oficialista se explica no sólo por la habilidad de sus estrategas sino también, y en no menor medida, por la ineptitud de sus rivales. Sin liderazgo, sin organización y sin un cuerpo de ideas que se plasmen en una propuesta política digna de tal nombre, la oposición no atina a nada más que perseverar en su estéril victimismo.

La falta de ideas, de plan de acción, de liderazgos y de organización son más perjudiciales.
 
CARLOS MEZA

La inclusión hasta ahora incluyó al Presidente y a su gobierno, a cambio del mayor racismo que se recuerde y de una lógica sistemática de dividir al país, pero no ha incluido a los más pobres que han incrementado su pobreza en dos puntos y medio porcentuales en los últimos tres años, contra una reducción de cinco puntos de pobreza en el Perú en ese mismo período. La política social se resume en tres bonos y proceso de alfabetización, pero no en el uso adecuado del superávit fiscal en atacar de verdad las viejas lacras sociales heredadas del pasado (en el que tuvimos tres décadas de estatismo). La nacionalización es  el peor de los sainetes gubernamentales. No nacionalizó el gas, pero si ejecutó una política de hidrocarburos con resultados muy claros: Destrucción de la condición de Bolivia como eje energético regional, la decisión brasileña de romper su dependencia de nuestro gas, la imposibilidad de ampliar a 27 millones de m3 nuestra exportación a Argentina, cero inversiones, ¡escasez de gasolina!, de GLP y de diesel, y lo más grave, la pulverización del discurso de un nuevo Estado, el del ama sua, ama llulla y ama kella, perforado por la corrupción más descarnada, precisamente en el buque insignia de Morales: YPFB.
 
Cuando el disfraz que la bonanza económica acabe de rasgarse para mostrar el verdadero traje de una gestión cuya ineficiencia raya en lo increíble, empezaremos a valorar en su exacta dimensión algo que hasta ahora fue una anécdota, la obligación de gobernar entendida como la capacidad de administrar adecuadamente el Estado.

Elecciones, ahora y después
Oscar Peña Franco

Llegamos al final de una campaña electoral que quedará en la memoria política como una de las más pobres en propuestas programáticas e ideológicas que se tenga memoria, cuando menos desde los comicios generales realizados tras la recuperación democrática de 1982, los mismos que tuvieron lugar al cabo de casi dos décadas de dictaduras militares con los dos breves interregnos constitucionales de Luis Adolfo Siles y Lidia Gueiler que, en conjunto, apenas duraron 13 meses.

Ha sido un tiempo de cosecha de adhesiones ciudadanas que no dejó satisfecho a nadie: el arma principal, casi exclusiva, de la oposición fue el ataque despiadado al Presidente y candidato Evo Morales; el oficialismo, a su vez, intentó refugiarse en las protestas de instrumentación y aplicación, vía leyes especiales, de los cambios contenidos en la nueva Constitución Política del Estado (CPE).

Esto último, a su vez, sirvió de excusa a maniobras consumadas sin mucha gracia por uno y por otro. El oficialismo izó la bandera de los dos tercios parlamentarios necesarios, según su óptica, para llevar adelante las reformas contenidas en la nueva CPE cuya aplicación requiere de leyes especiales. Desde la vereda del frente, la opositora, se replicó con anatemas sobre el peligro que arroja encima de la democracia la captación monopólica del poder por parte del Gobierno. Aunque exista algo de razón en dichas dos líneas argumentales, no alcanza a ninguna para justificar la inopia ideológica con que se condujeron a lo largo de la campaña electoral que toca a su fin. Los grandes problemas nacionales, los que están urgidos de definiciones y debates ideológicos, han sido olímpicamente ignorados durante toda la contienda electoral previa al 6 de diciembre, como si volverles las espaldas fuera suficiente para resolverlos.

A estas alturas, a partir de numerosas encuestas así como de la percepción de los latidos de la calle, nadie pone en duda la victoria contundente de Morales, mas con una estela de dudas sobre sus posibilidades de obtener esos dos tercios en el Senado, cuyo vislumbre hace felices a algunos y sume en la amargura a otros. Si bien puede ser cierto que las abrumadoras mayorías parlamentarias incuban autoritarismo, también lo es que su fuente de legitimidad está en el apoyo de la ciudadanía. Se diría que el destino de esa contradicción, real o aparente, depende del uso que se haga de las mayorías parlamentarias por parte de quien las posea, lo cual es una verdad relativa. También tiene que ver –y mucho– la sagacidad y la honradez con que la oposición haga frente a tal situación.

Concluido el trabajo de las urnas, aunque habrá que esperar algunos días para contar con los resultados oficiales, se inicia la temporada de una nueva reflexión. El oficialismo está desafiado a limar las asperezas ideológicas que fue posible advertir en la campaña reciente, a fin de dotarse a sí mismo de la plena homogeneidad doctrinal que aún carece. La oposición, a su vez, tiene que echar en el olvido la agresividad estéril que ha venido haciendo gala y ofrecer al país una alternativa política que hasta ahora no ha sido capaz de proponer.* Periodista
 
A LA RECONQUISTA DE LA CLASE MEDIA

Para controlar todos los poderes, Evo Morales necesitaba reconquistar los votos de la clase media urbana que se había distanciado. Moderó su discurso y congeló las demandas indígenas, a los que prometió que tras los comicios cambiaría el rumbo del Gobierno. Nunca en las listas del MAS hubo tan pocos indígenas en beneficio de candidatos de clase media.
 
 

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