Crisis para un nuevo mundo. Jordi Pigem, Doctor en Filosof�a |  |  |
| Escrito por Marta Iglesias �� |
| 13/11/09 |
Jordi Pigem fue profesor de filosof�a en el prestigioso Shumacher College de Gran Breta�a. Este fil�sofo utiliza su erudici�n para comprender temas actuales como la crisis que nos rodea. En su libro 'Buena Crisis (Ed. Kair�s) analiza su origen y anticipa horizontes m�s all� del ego y el materialismo.  -Los lectores se preguntar�n..-�Qu� relaci�n encuentra entre esta crisis econ�mica y la falta de valores? -Adem�s de la crisis financiera, tenemos evidencias de una crisis ecol�gica, una crisis alimentaria en muchos pa�ses del mundo, y de la desaparici�n forzada de culturas y comunidades, as� como de multitud de especies vegetales y animales. Y vemos en nuestra sociedad que hay crisis a nivel de educaci�n, de sanidad, de valores, de relaciones entre padres e hijos, entre parejas, en m�ltiples niveles. No es casualidad que vivamos en una �poca de tantas crisis. Disponemos de un potencial tecnol�gico y humano fascinante pero no parece que tengamos muy claro cu�l es nuestro papel en el mundo. Los medios de comunicaci�n -sobre todo la publicidad- nos dan a entender que el sentido de la vida radica en consumir, pero eso no nos lleva a una vida realmente plena. La ideolog�a del crecimiento econ�mico ilimitado ha entrado tambi�n en crisis. Formamos parte de una cultura que ha cre�do que el ser humano est� por encima de la naturaleza, que ha cre�do que para prosperar hay que competir, que somos seres individuales radicalmente aislados los unos de los otros... Estamos influidos por toda una serie de percepciones culturales que no corresponden con lo que la ciencia nos est� revelando desde hace muchos a�os. "No somos espectadores pasivos en un mundo de objetos, sino coautores y cocreadores de un universo de relaciones"  -�C�mo se considera a s� misma una persona que cree que la �nica realidad es la materia?-Si crees en la belleza, tender�s a nutrirte de arte, de m�sica, de poes�a. Si crees en la solidaridad te dedicar�s a ayudar al pr�jimo, pero si crees que lo que verdaderamente importa es la materia buscar�s en tu vida s�lo aquello que es material y te dedicar�s a acumular posesiones materiales. -Se�ala que en una generaci�n tendr�amos que cambiar de valores, si queremos ajustarnos al cambio que se avecina. �Lo ve posible, cuando el funcionamiento del materialismo es similar al de una droga, que te llena mientras consumes y luego te deja vac�o? -Exacto, as� es como funciona. Pero ahora mucha gente percibe que ese sistema de creencias que nos fascinaba, esa seducci�n por la cultura del consumismo y el materialismo, es falso. Hace treinta a�os ya hab�a cr�ticos que advert�an que el crecimiento econ�mico ilimitado es imposible, pero ahora lo vemos casi todos. Como dec�a el economista Kenneth Boulding, �quien crea que el crecimiento exponencial puede continuar para siempre, o es un loco o es un economista�. Nos estamos dando cuenta de que este sistema no funciona. Y ese es el primer paso para cambiar. -�Dir�a entonces que la humanidad entera est� ante un examen? -S�, yo dir�a incluso que nos encontramos ante un rito de paso, en el sentido de que ahora mismo lo que est� en juego tiene mucho mayor alcance que en otras �pocas. Todas las sociedades han tenido momentos de cambio y de transici�n importantes, pero ahora mismo estamos en una situaci�n en la cual todos los ciudadanos planeta somos interdependientes y en la que nos damos cuenta de que para asegurar la pervivencia de las culturas humanas sobre la Tierra necesitamos una gran transformaci� HACIA EL POSTMATERIALISMO-Afirma que caminamos hacia un mundo postmaterialista. �Qu� caracter�sticas lo definen?-El postmaterialismo es un t�rmino que se utiliza desde hace tiempo en sociolog�a para describir el hecho, que se ha observado estad�sticamente en los pa�ses occidentales, de que si hace treinta a�os la poblaci�n mostraba un inter�s en cuestiones materiales como el crciemiento econ�mico y la fuerza militar, en las �ltimas d�cadas las estad�sticas sociol�gicas muestran un creciente inter�s por temas m�s inmateriales como la participaci�n democr�tica, la calidad de la educaci�n, la justicia o el estado del medio ambiente. "Dos premios Nobel de F�sica del siglo XX �Schr�dinger y Wigner� afirmaron que hay una serie de experimentos de la f�sica contempor�nea que s�lo tienen pleno sentido si el fundamento de la realidad no es la materia y la energ�a, sino la conciencia y la percepci�n."  -�Qu� valores deben regir en ese mundo? -Creo que quiere nacer un mundo en el que habr� mucha m�s creatividad, entusiasmo, generosidad, capacidad de aprender... Todo lo material es limitado, pero lo que es postmaterialista e intangible es ilimitado. Es ilimitada nuestra creatividad, nuestra imaginaci�n, nuestras intuiciones, nuestra capacidad de construir un mundo mejor, m�s solidario, m�s ecol�gico y m�s sensato. Coincido desde luego con todos los llamamientos a limitar nuestro consumo y nuestro impacto ecol�gico, pero es importante que esa reducci�n del consumo deje v�as abiertas para desarrollar nuestras potencialidades ilimitadas. -�Qu� es necesario hacer para pasar del materialismo dominado por el miedo, al postmaterialismo dominado por el amor? -Creo que lo esencial es seguirse a uno mismo. Todos tenemos una voz interior, a menudo silenciada, que sabe por d�nde nos conviene ir y que a menudo nos orienta a tomar una decisi�n que desde fuera podr�a parecer err�nea. Es esa intuici�n que en un momento dado nos lleva a abandonar un empleo que parec�a muy conveniente, a trasladarnos a otro lugar o a tomar cualquier decisi�n que a primera vista podr�a parecer poco sensata pero que a larga resulta acertada. Si prestamos m�s atenci�n a nuestras intuiciones, a nuestros sentimientos y no s�lo a la racionalidad abstracta, nos pueden llevar a conectar mucho m�s a fondo con nosotros mismos, con la naturaleza y con el universo. CIENCIA Y FUTURO-�Por qu� destaca tanto el papel de la ciencia en la construcci�n del postmaterialismo?-Hoy en d�a la explicaci�n �ltima que tenemos de la realidad procede de la ciencia. Incluso la mayor�a de las personas que se declaran religiosas para explicar c�mo son realmente las cosas se remiten a la ciencia, al menos aqu� en Europa. Para m� es muy positivo el hecho de que la ciencia misma ahora nos est� revelando un mundo postmaterialista. La psicolog�a, la neurobiolog�a y la antropolog�a nos muestran que los humanos somos seres mucho m�s cooperativos, abiertos y solidarios de lo que hasta ahora cre�amos. En incluso la f�sica, la ciencia que m�s directamente trabaja con la materia, muestra que a nivel subat�mico la realidad no se compone de part�culas que act�en como bolas de billar, sino de un oc�ano de vibraciones en el que las llamadas part�culas no est�n separadas sino que son radicalmente interdependientes y donde todo es radicalmente din�mico. Dos premios Nobel de F�sica del siglo XX �Schr�dinger y  Wigner� afirmaron que hay una serie de experimentos de la f�sica contempor�nea que s�lo tienen pleno sentido si el fundamento de la realidad no es la materia y la energ�a, sino la conciencia y la percepci�n. Ello abre las puertas a un enorme cambio de paradigma. "Todos los ciudadanos de la Tierra somos interdependientes. Nos encontramos ante un rito de paso, en el sentido de que ahora mismo lo que est� en juego tiene mucho mayor alcance que en otras �pocas. "-�Puede desarrollar la afirmaci�n que hace en su libro, seg�n la cual ahora la f�sica �nos est� empezando a revelar un universo participativo, en el que el n�cleo y la clave de toda f�sica es la participaci�n del observador�? -Aqu� sigo a John Wheeler, que muri� el pasado a�o y que para m� era el m�s coherente entre los grandes f�sicos nacidos en el siglo XX. Hace d�cadas que la f�sica nos muestra que la realidad no es algo objetivo e inerte que est� ah� fuera, sino que todo fen�meno depende en alguna medida de la participaci�n del observador. Seg�n c�mo observemos un acontecimiento se nos manifiesta de un modo o de otro. Esto es evidente en la f�sica cu�ntica, pero Wheeler se dio cuenta de que esto se aplica tambi�n en el mundo macrosc�pico de la astrof�sica y la cosmolog�a. Tambi�n se aplica, por cierto, en la vida cotidiana: seg�n la actitud con la que contemplamos un acontecimiento, o seg�n la actitud con la que acogemos a una persona que acabamos de conocer, nuestra experiencia ser� distinta. De modo que no somos espectadores pasivos en un mundo de objetos, sino coautores y cocreadores de un universo de relaciones. -Si somos coautores y cocreadores de este universo, �no es una enorme responsabilidad para una especie que ha destruido su planeta? -Es una hermosa responsabilidad. Del mismo modo en que podemos afectar a la realidad de manera destructiva -como hemos hecho con el equilibrio ecol�gico del planeta-, tambi�n podemos desarrollar nuestra capacidad de imaginar y construir un mundo mejor, socialmente justo, ecol�gicamente sostenible y m�s lleno de sentido para todos. "No es casualidad que vivamos en una �poca de tantas crisis. Disponemos de un potencial tecnol�gico y humano fascinante pero no parece que tengamos muy claro cu�l es nuestro papel en el mundo."-Usted comparte con el f�sico Wheeler la certeza de que no hay leyes de la ciencia que sean eternas, todo es mutable. Esas leyes pueden evolucionar junto al cosmos. �Se acabaron los asideros, la seguridad que tanto ansiamos? -Toda esta estructura que hemos desarrollado para comprender el universo, buscando la certeza y reduci�ndolo todo a fragmentos fijos e inalterables, en el fondo procede de una incapacidad de aceptar lo que las cosas tienen de din�mico e impermanente. La vida es cambio, cambiamos a cada momento y si nos esforzamos en fijar excesivamente las cosas creamos un conocimiento demasiado r�gido y por otro lado un apego excesivo a las cosas. En la tradici�n budista se dice que nuestro af�n de convertir lo cambiante en algo permanente es la ra�z de nuestro sufrimiento, insatisfacci� -Debido a que la realidad es din�mica, �necesitamos aprender del agua para fluir, como pone de ejemplo en el libro? -S�, yo utilizo el agua como met�fora de ese fluir que nosotros necesitamos. Vivimos en una sociedad que quiere controlar las cosas, el control es la actitud b�sica que expresa nuestra sociedad tanto hacia la naturaleza como ante los dem�s. Y hemos de pasar del control al participar en la aventura de la realidad, ser m�s flexibles y m�s dispuestos a aprender de las nuevas situaciones, de ser como el agua en el sentido de humildad y estar m�s conectados con los ciclos de la vida. El agua se adapta a todas las situaciones y sin embargo -como dicen los cl�sicos tao�stas- vence incluso a la roca m�s dura. El agua tambi�n me interesa porque los cient�ficos est�n descubriendo que en su sencillez tiene hasta 63 anomal�as en su mol�cula. De modo que el agua, tan omnipresente, de alg�n modo nos revela lo que hay de impresionante, de sorprendente en el universo. Δ  Jordi Pigem es tambi�n autor de:La sonrisa divina: chistes (junto a Francesc Torradeflot. Ed. Icaria, 2009), El pensament de Raimon Panikkar (Universitat de Barcelona, 2001), La Odisea de Occidente (Ed. Kair�s, 1999), Espejos del yo (Ed. Kair�s, 1994). |
Sobre la prostituci�n callejera | | |
| Escrito por Jos� Carlos Garc�a Fajardo �� |
| 13/11/09 |
| Hace unos meses la opini�n p�blica espa�ola fue golpeada por unas fotos en un peri�dico de gran tirada. Reflejaban la actividad de clientes y prostitutas en pleno centro de Barcelona y en actitudes vejatorias e inimaginables. Se trataba de los soportales del mercado popular de La Boquer�a, en pleno barrio del Raval, en donde cada ma�ana ten�an que recoger los desechos de la noche. Se desat�, entonces, una pol�mica a escala nacional sobre la prostituci�n, su legalizaci�n y profilaxis, los proxenetas y las mafias, los pisos, pensiones, prost�bulos y bares dedicados a esa realidad de nuestras sociedades. Y a la perenne exaltaci�n de los adalides de una libertad sin trabas y del ejercicio absoluto de unos derechos en detrimento de los deberes correspondientes. Pero la realidad es que, en Madrid y en otras muchas ciudades, las prostitutas, los travest�s, los camellos y los chaperos han invadido zonas de comercio, de colegios y de viviendas familiares sin respeto por el resto de los ciudadanos. Aluden a las necesidades �naturales� y en contra de lo que denominan hipocres�a social. Como si todo lo �natural� estuviera exento de una regulaci�n para la convivencia ciudadana: defecar, orinar, masturbarse, yacer, escupir, encender fuego en las aceras o arrojar basuras. En Madrid, en plena calle de la Montera, que une la Gran V�a con la puerta del Sol, hace a�os que una legi�n de prostitutas se ofrece a cualquier hora del d�a y de la noche. El formidable parque del Retiro o la Casa de campo se volvieron intransitables porque Granada se ha convertido en la primera capital andaluza que cuenta con una ordenanza para sancionar la prostituci�n y cuyo texto ser� revisado cada dos a�os. Ya han anunciado medidas similares en Huelva, M�laga y Sevilla.centenares de mujeres y de hombres se abalanzaban sobre los coches y sobre las personas imponiendo casi sus servicios y en actitudes procaces hasta que un Alcalde cerr� la Casa de Campo al tr�fico de veh�culos, y el Retiro fue controlado por agentes municipales. Lo mismo se podr�a contar de muchas ciudades en donde calles y plazas, jardines y espacios p�blicos han sido invadidos sin respeto alguno. Hasta que la ciudad andaluza de Granada aplic� la Ordenanza municipal para la convivencia social que proh�be el ejercicio de la prostituci�n en la v�a p�blica as� como otras actividades que perjudican a los ciudadanos. La ordenanza recoge determinados derechos y deberes de comportamiento en la v�a p�blica que tambi�n se refieren a la mendicidad agresiva, la contaminaci�n atmosf�rica, lum�nica y ac�stica, as� como la realizaci�n de pintadas y la actuaci�n de artistas callejeros en lugares inapropiados. La medida fue tomada a ra�z de las protestas y movilizaciones de los vecinos de las zonas afectadas que se quejaban de la inseguridad, el ruido y las condiciones de insalubridad para sus calles. Se proh�be la mendicidad "insistente o agresiva" y la utilizaci�n de menores como reclamo, aunque, en este caso, las sanciones ser�n sustituidas por sesiones de atenci�n individualizada con los servicios sociales. La limpieza de los parabrisas de los coches detenidos en los sem�foros y la realizaci�n de actividades que puedan obstruir el tr�fico rodado tambi�n ser�n sancionadas as� como las actuaciones de artistas callejeros y saltimbanquis en los pasos de cebra. El reglamento tambi�n proh�be hacer pintadas en cualquier elemento del espacio p�blico, siendo los padres o tutores los responsables subsidiarios de las infracciones. Mientras que la prostituci�n de personas adultas no est� considerada delito, el documento considera una infracci�n muy grave el "ofrecimiento, solicitud, negociaci�n y aceptaci�n de servicios sexuales" a menos de 200 metros de las zonas residenciales, centros educativos, comerciales y empresariales. Las sanciones ser�n tanto para clientes como para prostitutas, aunque en el caso de estas �ltimas, el dinero se destinar� a programas sociales. Granada se ha convertido en la primera capital andaluza que cuenta con una ordenanza para sancionar la prostituci�n y cuyo texto ser� revisado cada dos a�os. Ya han anunciado medidas similares en Huelva, M�laga y Sevilla. Diversos colectivos sociales que trabajan con las prostitutas han mostrado su oposici�n a que se aplique esta norma, pues consideran que se incrementar� la marginalidad "sin resolver el problema de fondo" que esconde la prostituci�n. Dicen que s�lo contribuir� a "cambiar de sitio" estas actividades, lo que contribuir� a hacer a las mujeres m�s dependientes de sus proxenetas. A estos es a quienes hay que perseguir y condenar, sin olvidar por eso de ordenar y hacer cumplir las normas de convivencia ciudadana. Δ J.C. Garc�a Fajardo. Profesor Em�rito de la UCM. Director del CCS. |
El secreto de Einstein. Francesc Miralles, escritor y periodista | | |
| Escrito por Maril� Hidalgo �� |
| 27/11/09 |
Despu�s de la Teor�a de la Relatividad, Einstein realiza el mayor descubrimiento de su vida. Una f�rmula que decidi� ocultar al mundo. El escritor Francesc Miralles -junto con �lex Rovira-, analiza este intrigante enigma en 'La �ltima respuesta' (Plaza & Jan�s).  Despu�s de la famosa ecuaci�n matem�tica, Einstein descubre una nueva f�rmula que podr�a cambiar nuestra actual visi�n del universo y de nuestra propia vida. Un hallazgo que decidi� mantener en secreto hasta que la humanidad estuviera preparada para entenderlo.Entre la realidad y la ficci�n, los autores nos invitan en esta novela a descubrir la energ�a m�s secreta y poderosa que existe en la creaci�n y que se encuentra dentro de nosotros. �La �ltima respuesta� que seg�n Miralles, el famoso cient�fico quiso regalar al mundo despu�s de su muerte. -�C�mo surge la idea de �La �ltima respuesta�? �Cu�l fue la fuente de inspiraci�n? -La idea surge un d�a que estaba en una fiesta y recibo una llamada de Alex Rovira. Hab�a estado leyendo muchas biograf�as de Einstein y le llamaron la atenci�n algunas lagunas de su vida: c�mo surge la Teor�a de la Relatividad; su primera esposa y su participaci�n en dicho descubrimiento; su hija secreta; sus �ltimos veinte a�os despu�s del Nobel, tan improductivos.  entusiasmo. A partir de ah� dise�amos escenarios, personajes, protagonistas.�El hecho que sin duda rompi� el coraz�n de piedra del genio fue ver las consecuencias devastadoras de la teor�a de la relatividad, las bombas de Hiroshima y Nagasaki�.-Dicen que detr�s de un gran hombre hay una gran mujer. �Qu� representa Mileva Maric -su primera mujer- en la vida del cient�fico y en sus descubrimientos? -Mucho m�s de lo que �l lleg� a reconocer. Hay que partir de la base de que Eisntein ten�a una mente abstracta, era m�s fil�sofo que cient�fico. A menudo redactaba sus art�culos sin citas, sin estudios previos... Eran teor�as fruto de la inspiraci�n a las que llegaba m�s por imaginaci�n que por c�lculo matem�tico. En cambio Mileva era una gran matem�tica, su complemento ideal. Fue la �nica mujer de su �poca que estudi� matem�ticas en el Instituto Polit�cnico de Zurich y que se licenci� posteriormente en f�sica. Era la que traduc�a las ideas de Einstein a n�meros, incluso lleg� a darle clase. Tampoco hay que olvidar que ella en su primera juventud era amiga de Nikola Tesla, serbio como ella, que fue un genio de la electricidad en su tiempo -creador de la primera central el�ctrica-. Si alguien sab�a algo de energ�a era Tesla. No es raro pensar que en la Teor�a de la Relatividad se hayan filtrado tanto el c�lculo matem�tico de Mileva como alguna inspiraci�n procedente de su amigo Tesla. -No obstante, �l nunca la mencion�. -Ha sido uno de los personajes femeninos m�s injustamente tratado por la historia. Einstein a lo largo de su vida fue muy tirano con ella. Posteriormente, seg�n recogen los bi�grafos, cuando recibe el importe del premio Nobel -que era una cuant�a interesante- �Eisntein ten�a una mente abstracta, era m�s fil�sofo que cient�fico�.  -Present�is en el libro a un Einstein cient�fico, muy conectado con las intuiciones, muy espiritual, que acaba realizando el descubrimiento de su vida. �Son compatibles ciencia y esp�ritu?-A partir de la mec�nica cu�ntica, s�. En el siglo XX la ciencia sufri� un vuelco total -sobre todo a partir de Einstein- y se pasa de una visi�n del universo mecanicista donde todo sucede cuando tiene que suceder y obedece a una l�gica, a algo m�s misterioso, relativo, donde nada es lo que parece. La Teor�a de la Relatividad nos habla de que el tiempo es relativo; el espacio tiene deformaciones; el universo no est� hecho a la medida del hombre sino que hay cosas que jam�s llegaremos a comprender con nuestra mente. A partir de aqu� empieza la mec�nica cu�ntica, que es una ciencia basada en la especulaci�n, la incertidumbre, las posibilidades. Una ciencia que se sit�a al lado de la fantas�a y el misticismo. Por ello no es de extra�ar que tanto Einstein como los f�sicos cu�nticos, ninguno reniegue de la idea de Dios. Al contrario, eran bastante m�sticos porque se vieron enfrentados a un misterio que la ciencia no pod�a comprender con la mente humana, s�lo intuir. -Personas que le conocieron hablan de un personaje de coraz�n p�treo -cartas enviadas de su pu�o y letra apoyan esta teor�a-, pero luego experiment� un cambio... �Qu� hizo �ablandar� al genio? -El hecho que sin duda rompi� su coraz�n de piedra fue ver las consecuencias devastadoras de la Teor�a de la Relatividad, las bombas de Hiroshima y Nagasaki. A ello hay que a�adir un sentimiento de culpa adicional por aquella famosa carta enviada a Roosevelt, donde le animaba a acelerar las inversiones para ser los primeros en tener la bomba. A partir de ah� da un giro a su visi�n del mundo y dedica el resto de su vida a predicar la cultura de la paz, el di�logo entre pa�ses, el humanismo.  Se convierte en otra persona distinta, m�s humana. El cient�fico se convierte en un fil�sofo que sigue pregunt�ndose por la vida y sus misterios. �El cerebro de Einstein fue diseccionado en muchos trocitos y se estudi� en laboratorios de todo el mundo para al final, llegar a la conclusi�n de que era un cerebro normal y corriente. En cambio, no estudiaron su coraz�n y la clave estaba ah��.-De la Teor�a de la Relatividad, Einstein pasa a buscar el Santo Grial de la f�sica. Una variable que permita explicar de una forma unificada todas las fuerzas que operan en el Universo: la Teor�a del Campo Unificado. �Lleg� a encontrarla? -La tesis de nuestro libro es que lleg� a encontrarla pero pens� que la humanidad -que se encontraba en plena Guerra Fr�a- no estaba preparada en aquel momento para recibir una verdad, que era una f�rmula m�s filos�fica que f�sica. Nuestra especulaci�n y esto es la parte novelesca, es que se lo leg� a su hija -nunca reconocida- Lieserl, para que lo sacara a la luz cien a�os despu�s, cuando la humanidad estuviese en otro momento. -�Estamos aqu� para el pr�jimo. S�lo vivir para los dem�s da sentido a la existencia�, lleg� a decir el genio. �No tienes la sensaci�n con este personaje, como ha podido suceder con otros a lo largo de la historia, de que las cosas que nos han llegado de �l, no reflejan la profundidad de su persona? -Totalmente cierto. Lo que nos ha llegado de �l es una f�rmula fr�a y dos fotos que se repiten: una sacando la lengua y la otra montado en un bicicleta. De Einstein como ser humano se sabe muy poco. A trav�s de citas y pensamientos podemos deducir que tuvo una vida intensamente espiritual en el �ltimo tramo de su vida. -�Hay cient�ficos que sostienen que el amor es el ingrediente principal del Cosmos, diez veces m�s abundante que el resto de los �tomos juntos�, se�al�is en el libro. Einstein tambi�n lleg� a esa conclusi�n... -En estos momentos se est�n descubriendo cosas muy sorprendentes en este terreno. El cerebro hab�a ocupado much�simo a la ciencia. Tal es as� que el cerebro de Einstein fue diseccionado en muchos trocitos y se estudi� en laboratorios de todo el mundo para al final, llegar a la conclusi�n de que era un cerebro normal y corriente. Y en cambio, como apunta �lex Rovira, no estudiaron su coraz�n y la clave estaba ah�. Hay investigaciones que demuestran que el campo electromagn�tico del coraz�n es cinco mil veces superior al del cerebro. La energ�a que emite el coraz�n es una compleja red que hoy acapara la atenci�n de muchos cient�ficos. Estar�amos hablando no de un centro de inteligencia pero s� de un centro de poder por encima del cerebro.  Esto explicar�a entre otras muchas cosas, porqu� el �nico �rgano vital que no puede padecer el c�ncer es el coraz�n. �La Teor�a del Campo Unificado que busca una fuerza que englobe todas las dem�s se puede explicar metaf�ricamente a trav�s del amor�.-Francesc, �qu� es para ti el amor? -En sinton�a con la vida de Einstein y con lo que he llegado a descubrir, es la fuerza capaz de unificar a todas las dem�s. La Teor�a del Campo Unificado que busca una fuerza que englobe al resto se puede explicar metaf�ricamente a trav�s del amor. El amor une, atrae, ilumina, multiplica.. -Aprovechando el t�tulo de uno de tus libros, �c�mo escribir�as amor, con may�sculas o min�sculas? -Me gusta con min�scula porque creo que el amor se refleja en las peque�as cosas. Pienso que es una palabra para no pronunciar mucho en p�blico porque a veces hablar mucho de amor quiere decir que no lo estamos aplicando. El amor en min�scula est� en las cosas sencillas y se demuestra en los peque�os actos de magia cotidiana donde podemos hacer m�s felices a los dem�s. Δ Francesc Miralles escribe en El Pa�s Semanal y es guionista de radio y televisi�n. Ha escrito thrillers de �xito como �El Cuarto Reino� y �La Profec�a 2013�.   |
La Uni�n Europea y el comercio de armamento | | |
| Escrito por Eduardo Melero �� |
| 11/12/09 |
Seg�n los datos del SIPRI, (*) los pa�ses de la Uni�n Europea (UE) son el primer exportador mundial de armamento pesado, por delante de Estados Unidos y Rusia.  De este hecho se deriva una especial responsabilidad para la UE, ya que las exportaciones de armamento son previamente autorizadas por los gobiernos de los Estados que la integran. Una pol�tica irresponsable en esta materia puede favorecer el surgimiento o recrudecimiento de conflictos armados, dar lugar a violaciones de derechos humanos, o provocar situaciones de inestabilidad. El ejemplo de Irak, destino habitual de las exportaciones de armamento antes de la primera Guerra del Golfo, deber�a resultar aleccionador.El principal instrumento de control de las exportaciones de armamento en el �mbito de la Uni�n Europea es la Posici�n Com�n 2008/944/PESC de 8 de diciembre. Esta norma establece ocho criterios que deber�n tener en cuenta los pa�ses de la UE a la hora de conceder las autorizaciones administrativas de exportaci�n de armamento. Estos criterios son:
Sin embargo, la realidad pone en cuesti�n esta conclusi�n. Los pa�ses de la UE han exportado armamento a pa�ses como Arabia Saudita, China, Colombia, India, Irak, Israel, Pakist�n, Sud�frica o Tanzania. Estas exportaciones pueden vulnerar los criterios antes mencionados. Creo que la sabidur�a popular del �quien hace la ley hace la trampa� puede resultar un buen punto de partida. De lo que se trata, por tanto, es de plantearse en qu� consisten tales trampas. Son tres los puntos negros m�s importantes que se recogen en la regulaci�n legal. En primer lugar, no se proh�be de forma taxativa la exportaci�n a pa�ses en los que organismos internacionales han constatado graves violaciones de los derechos humanos. En estos casos, la Posici�n Com�n establece que los Estados deben ponderar con especial detenimiento y vigilancia la concesi�n de autorizaciones de exportaci�n, pero no proh�be expresamente las exportaciones a pa�ses que han violado gravemente los derechos humanos. Por tanto, se est� reconociendo que, al menos en algunos supuestos, se podr� exportar armamento a estos pa�ses. La UE hasta ahora, se ha preocupado m�s de promover las exportaciones de la industria de guerra que de prevenir conflictos, proteger los derechos humanos o garantizar la paz y la seguridad internacional.  La segunda trampa consiste en la posibilidad de que los Estados exportadores tengan en cuenta sus propios intereses econ�micos, sociales, comerciales e industriales a la hora de otorgar las autorizaciones de exportaci�n, aunque esto contradiga el contenido de los criterios establecidos en la Posici�n Com�n. Es una pr�ctica habitual que los Estados favorezcan a las industrias de armamento radicadas en su territorio, abri�ndoles mercados, prest�ndoles asesoramiento y ayuda en sus negociaciones con otros Estados, e incluso asegurando sus operaciones de ventas de armas. Entre otras razones, lo hacen porque los gobiernos son los principales clientes de las empresas de armamento situadas en su pa�s y las exportaciones contribuyen a reducir el precio de los equipos que ellos tambi�n compran. Al permitir que los Estados tengan en cuenta sus propios intereses econ�micos, sociales, comerciales e industriales, la Posici�n Com�n est� consagrando legalmente las pol�ticas de apoyo a la industria de armamento. As�, los Estados podr�an dar prioridad a las exportaciones de armamento frente a los criterios relativos a la protecci�n de los derechos humanos, la prevenci�n de los conflictos y el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional.El �ltimo punto negro tiene que ver con la posibilidad de que un Estado de la UE puede decidir autorizar una exportaci�n de armamento aunque otro Estado miembro haya denegado previamente una operaci�n de exportaci�n similar. Previsiblemente, el resultado de esta regulaci�n es que los Estados interpretar�n de forma menos rigurosa y responsable los criterios de la Posici�n Com�n para no perjudicar a su industria armamentista. En caso contrario, ello no impedir�a que id�nticas exportaciones se lleven a cabo por las empresas de otros Estados miembros. La Posici�n Com�n 2008/944/PESC deja en manos de los Estados la aplicaci�n de la pol�tica comunitaria de control de las exportaciones de armamento. Unos Estados que, hasta ahora, se han preocupado m�s de promover las exportaciones de la industria de guerra que de prevenir conflictos, proteger los derechos humanos o garantizar la paz y la seguridad internacional. En este sentido, la nueva regulaci�n no parece querer cambiar la situaci�n. Δ Eduardo Melero. Centre d'Estudis per la Pau J.M.Del�s - Just�cia i Pau. (*) SIPRI: Instituto Internacional de Investigaci�n para la Paz de Estocolmo. |
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