Perú aspira a su premio
Claudia Llosa es la directora del filme nominado 'La teta asustada'
Su primera película, Madeinusa, fue galardonada en festivales internacionales como los de La Habana, Mar de Plata, Sundance, Lima y Cartagena.
La segunda, La teta asustada, no sólo ha cosechado un triunfo similar —en certámenes como los de Berlín, Guadalajara, Montreal y Bogotá—, sino que además se ha coronado como una de las cinco candidatas al Oscar al Mejor Filme de Habla no Inglesa, la primera vez que una cinta peruana opta a tal galardón.
Claudia Llosa, directora de ambos largometrajes, da inicio así a una carrera cinematográfica que ahora goza de una oportunidad única.
La teta asustada sigue a Fausta (Magaly Solier), quien sufre las consecuencias de una "enfermedad", que da título al filme, que se transmite a través de la leche materna y que es consecuencia de los abusos y tragedias sufridos por las mujeres peruanas durante décadas de dictadura y represión.
La realizadora, sobrina del escritor Mario Vargas Llosa y del también director Luis Llosa, emplea alegorías y metáforas —como la inserción de una patata en las partes privadas de la protagonista, como un escudo defensor de su dignidad— con el fin de insistir en la realidad de la propuesta.
"Por más que hay momentos en los que la realidad se acerca al realismo mágico, todo lo que sucede en la película puede ocurrir", explica Claudia Llosa en un hotel de West Hollywood mientras toma un café americano.
"Por lo cual se aleja del realismo mágico, porque éste se basa en la hipérbole, en la exageración. Sin embargo, La teta asustada, más allá de lo desconcertante de lo que muestra, siempre puede ser real. Yo manejo eso a través de una historia muy realista que cuenta el camino de la protagonista a través de la metáfora para ensanchar la película, para ponerle levadura".
"A través de la metáfora dejo que el espectador complete la película, dialogue con el filme", continúa. "La papa dentro de la vagina de una mujer puede representar un tumor, puede recordarnos la idea de esterilidad que vive dentro de una, soterrada, escondida. Pero al mismo tiempo nos recuerda nuestras raíces, nuestro pasado, lo que proviene de la tierra, la identidad que lucha por no extinguirse".
La cineasta limeña, que a finales de la década de los 90 se mudó a España, donde reside en la actualidad, extiende su explicación al respecto añadiendo que la metáfora de la patata "también se puede entender como un feto que nace en el cuerpo de esta mujer".
"En Perú la papa es como el maíz en México. Es un icono. No sólo es la semilla, la idea de la fertilidad, sino también la base de nuestra comida. Y la comida, para los peruanos, es el elemento que nos une a todos, que nos hace sentir orgullosos. Que sea una papa tiene mucho de deliberado. Más allá de que la patata sea un tapón que te lleva a pensar hasta qué nivel los seres humanos podemos llegar para defender nuestra integridad".
En su filme, Llosa deja bien claro que "el epicentro del problema" es la guerra. "Es una guerra que parte de la desigualdad social. El pueblo utilizado como receptor del terror. Los militares defienden un pueblo al que terminan haciendo daño".
La "enfermedad" de la teta asustada forma parte de la cultura popular. Hacerla real fue una de los objetivos de la directora. "Yo trabajo desde la convicción que retrato una enfermedad que pertenece al imaginario colectivo", detalla.
"Fausta cree en ella, independientemente de que yo lo haga o no. No cuestiono a Fausta de ningún modo. No cuestiono nunca a mis personajes y de este modo trato de ponerme en sus zapatos. Trato de acercar al espectador a ese imaginario".
"Antes de rodar no conocí a nadie que me dijera que tenía esa enfermedad, porque es algo que la gente quiere mantener en la oscuridad", continúa. "Nadie quiere hablar de la guerra, ni siquiera quieren decir si son del epicentro [de donde tuvo lugar] la contienda, por miedo al estigma, a las represalias... Al principio eso provocó cierta frustración, pero luego me dio la libertad para interpretar esa enfermedad, dar un punto de vista más abierto e introducir la metáfora".
Durante la etapa de investigación, para escribir el guión que ella misma firmó, Claudia Llosa descubrió que desconocía numerosos detalles dramáticos de la tragedia que sufrieron las mujeres previas a su generación. "La cercanía con el tema te hace replantear muchas cosas", reconoce.
"Se trató de acumular [datos] sensibles para poder utilizarme de vaso comunicante, de receptora y de emisora de todos esos dolores. Había que dar voz a ese mutismo, a ese miedo. Esa fue mi labor. Lo que escuché fue sorprendente. Uno cree que lo ha visto todo, que lo ha leído todo. Pero la guerra lo supera todo".
La teta asustada compite por el Oscar con filmes de Israel (Ajami), Francia (Un Prophète), Argentina (El secreto de sus ojos) y Alemania (The White Ribbon, que es el título que parte como favorito).
"Cada título es distinto a otro", se congratula Llosa. "Eso es muy bonito. Tenemos que resaltar esa flexibilidad, tanto los que hacemos cine como los que lo reciben".
Días antes de que se abra el sobre con el nombre de la película ganadora del Oscar al Mejor Filme de Habla no Inglesa, lo que está pasando por la cabeza de Claudia Llosa es que "estoy siendo muy afortunada por poder traer tantas alegrías a mi país. Por poder voltear la torta con un tema que nos trajo tanta tristeza, y que ahora se revierta y pueda traer alegría".
Cuando no sé qué pensar, cuando me pongo nerviosa", ante la inminente gala de entrega de los premios, "agradezco a los que me ayudaron [y] a la vida", termina. "Hay que seguir trabajando porque todo es efímero".
Hotmail: Powerful Free email with security by Microsoft.
Get it now. 
No comments:
Post a Comment