La semana pasada, en una entrevista realizada a un programa televisivo, la conocida dirigente fujimorista Martha Chávez realizó un conjunto de reveladores comentarios al momento de referirse a la condena impuesta a su líder Alberto Fujimori Fujimori por delitos de lesa humanidad: "el doctor San Martín tendrá que responder por varias cosas en su momento"[1]; y "el presidente Fujimori nunca controló el Poder Judicial".[2] Lo dicho preocupa pero no sorprende. No se trata de un desliz producto del fragor del debate pues el sentido del resto de la entrevista y otras declaraciones más de esta virtual congresista (Ver: video) sobre política judicial, antiterrorista y penitenciaria aplicada en los noventa, nos muestran el verdadero sentir del fujimorismo, que busca regresar al gobierno luego de haber sido expulsado en el año 2000. En Justicia Viva no nos sorprendemos de estas manifestaciones. Estas declaraciones confirman lo que quieren hacer como gobierno, lo que ya ha quedado evidenciado durante todos estos años debido a que la bancada fujimorista en el Congreso se ha caracterizado por cerrar filas a favor de la impunidad en materia de corrupción. En efecto, en colaboración con la bancada aprista: a) se negaron a levantar la inmunidad a Carlos Raffo y Cecilia Chacón; b) apoyaron proyectos de ley —teniendo a Rolando Sousa a la batuta— para limitar derechos fundamentales como propuestas de amnistías, restricción de libertades informativas, y el escandaloso decreto legislativo Nº 1097, sustentado por su candidato a la vicepresidencia Rafael Rey Rey. "El presidente Fujimori nunca controló el Poder Judicial" No puede existir frase más falsa. Representa una clara señal sobre la nula capacidad de autocrítica que tiene el fujimorismo en relación a su actuación sobre el sistema de justicia durante su régimen. De acuerdo a todos los informes nacionales e internacionales en el período de Alberto Fujimori se atentó sistemáticamente contra la independencia e imparcialidad de la judicatura. Hay un conjunto de hechos de que los aparatos judiciales fueron los primeros en ser intervenidos durante el gobierno fujimorista, después del autogolpe del año 92, y bajo el manto de una denominada reforma judicial todas las instituciones del sector justicia fueron intervenidas, cooptadadas y corrompidas por el fujimorato. El golpe supuso el cierre del Poder Judicial y de todas las instituciones ligadas al sistema de justicia. Se llevó a cabo una destitución masiva y arbitraria (vía decretos leyes) de jueces y fiscales de todas las instancias judiciales, incluidas las más altas. Esto ocasionó que la magistratura, durante la década del 90, esté conformada por alrededor del 85% de jueces y fiscales provisionales (cuya permanencia en el cargo estaba a merced de la decisión de las autoridades de entonces). Posteriormente, se crearon las comisiones ejecutivas dentro del Poder Judicial y Ministerio Público, que ayudarían a hacer más fuerte la intervención política en estas instancias. También se constituyeron salas y juzgados especializados digitados por el fujimorato, por ejemplo, la recordada Sala de Delitos Tributarios y Aduaneros que resolvió que la falsificación de firmas realizada por Perú 2000 no era tal, debido a que los planillones eran reales, sin importar que las firmas eran falsas, y por lo tanto ¡no había por qué sancionar este hecho! Ciertamente, fueron pocos y valientes los jueces, juezas y fiscales que se mantuvieron lejos de la manipulación política. Otros episodios en esta página de la historia judicial de injerencia y control desde el poder fueron, el recorte de facultades al Consejo Nacional de Magistratura (que propició la renuncia en pleno de sus 7 integrantes), o la destitución de tres magistrados del Tribunal Constitucional por oponerse a la re-reelección de Fujimori. Todo esto tiene como pruebas irrefutables los vladivideos Nº 806 y 807 [3]. "El doctor San Martín tendrá que responder por varias cosas en su momento" La señora Martha Chávez tiene derecho de pensar que Fujimori es un inocente en prisión —pese a que existe una contundente sentencia, ratificada posteriormente— y que el fallo dictado es errado. Sin embargo, esta discrepancia no significa que pueda emitir declaraciones intimidatorias de este tipo contra algún juez. Ya lo dijo firmemente el propio doctor San Martín, actual Presidente del Poder Judicial: "en una democracia no puede confundirse la libertad de expresión con amenazas". No queda duda de que esta es una amenaza. Pero, entonces, si el fujimorismo se atreve a emitir estas declaraciones antidemocráticas a pesar de no estar en el poder, ¿de qué serían capaces en un eventual gobierno en contra de la magistratura, considerando que se han condenado a más de 200 ex altos funcionarios fujimoristas? Si se atreven a decir esto a la máxima autoridad de la judicatura ¿qué respeto mostrarían hacia jueces o juezas de primera instancia, menos conocidos y con menos posibilidades de defensa? ¿Actuarían como lo hicieron durante los noventa? La idea de que con Keiko Fujimori se vive un nuevo fujimorismo queda desterrada con el nulo mea culpa, el tipo de acompañamiento y todo lo dicho por Martha Chávez, y más bien se confirma que su candidatura representa un peligro de regreso a los noventa. Por eso instamos a pensar bien lo que significó este régimen. Porque un país con memoria tiene mil años más de vida y de perdón; y de judicatura que intenta ser independiente también. ___________________________ 1. Ver minuto 16 de la entrevista. 2. Ver minuto 22 de la entrevista. 3. Ver: ¿En qué momento se jodió (el estado de derecho en) el Perú? Alberto Fujimori entre los peores gobernantes que hemos padecido |
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