| En reunión ministerial celebrada en la sede del BID en Washington Las industrias culturales son uno de los sectores de crecimiento más rápido en la economía global, con una tasa proyectada de 10,8 por ciento durante la próxima década. ¿Qué significa esto para América Latina y el Caribe? Esta región cuenta con un rico patrimonio cultural y dinámicas industrias culturales que continuarán creciendo. ¿Pero hacen lo suficiente sus países para aprovechar el potencial social y económico del sector creativo para fomentar el desarrollo? El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, invitó a los responsables de las agencias gubernamentales de cultura de América Latina y el Caribe para discutir los desafíos y mejores prácticas para incluir políticas culturales en estrategias nacionales de desarrollo. Más de una decena ministros de cultura aceptaron la invitación, llegando a conformar la mayor reunión de su tipo organizada por una institución financiera internacional. "Esta reunión ofrece la oportunidad de celebrar nuestra herencia cultural y también para repensar la agenda de desarrollo para conferirle a los temas culturales un lugar más importante", dijo Moreno en la apertura del seminario el 28 de septiembre. Según Moreno, en el 2009 esta región exportó cerca de US$750 millones en distintos productos y servicios culturales. Las principales fuentes de esa riqueza fueron México, Argentina, Brasil, Colombia y República Dominicana. Cultura es inversión, no gasto "Ha llegado el momento para que nuestros países en la región promuevan y apoyen de manera rigurosa las políticas culturales de manera sostenida", agregó Moreno. "Las inversiones en la cultura ya no deben considerarse gastos no esenciales que pueden ser sacrificados en tiempos de dificultades financieras". Mónica Guariglio, directora nacional de Política Cultural y Cooperación de la Argentina, quien vino en representación del ministro de Cultura, Jorge Edmundo Coscia, se hizo eco de las observaciones de Moreno: "Ya es hora de que cambiemos la percepción de la cultura como gasto por otra que la reconozca como una inversión que contribuye a generar riqueza en la región". Guariglio ilustró el significativo crecimiento de la industria cultural como un factor económico. En la Argentina, las industrias culturales contribuyeron 3,5 por ciento al producto bruto interno en el 2009. Mejores estadísticas culturales Guariglio hizo hincapié en la urgente necesidad de crear indicadores para medir el valor de la producción cultural. Esto permitiría comparar con mayor rigor la contribución de las industrias culturales con las de otros sectores y promovería una participación equitativa en la asignación presupuestaria. Los participantes en la conferencia concordaron con la necesidad de mejorar las estadísticas en referencia a la cultura. Sin embargo, el ministro de Cultura de Perú, Juan Ossio Acuña, señaló que la tarea de crear indicadores homogéneos se complica aún más por el hecho de que algunos subsectores lucrativos, como la gastronomía, en la actualidad no están incluidos en los indicadores. Además de la dificultad en armonizar indicadores, los sectores culturales están en distintos niveles de desarrollo en cada país. Algunos países tienen sofisticadas industrias culturales que compiten en el mercado mundial; otros aún están en proceso de identificar nichos de mercado o están enfocados en la distribución equitativa de productos culturales entre grupos excluidos o marginados. Sostenibilidad y crecimiento Más alá de algunas diferencias, en la reunión los ministros coincidieron en distintas maneras de garantizar la sostenibilidad y el crecimiento de este sector. "Con el fin de garantizar el éxito sostenible, necesitamos promover una mayor articulación entre los sectores creativos y otros como el turismo, la industria, el comercio, la agroindustria, la educación y la manufactura", comentó la ministra de Cultura de Jamaica, Olivia Grange. La asociación con el sector privado fue otro aspecto importante en la discusión sobre la sostenibilidad. Varios oradores subrayaron la necesidad de crear entornos más conducentes a la participación del sector privado en las industrias culturales. "El éxito de la mejora de la producción cultural no puede ocurrir sin el compromiso activo del sector privado", señaló Steven Blackett, ministro de Cultura de Barbados. "En un país donde no ha habido una historia de apoyo filantrópico para la cultura, los incentivos al sector privado deben ser lo suficientemente atractivos y generosos como para fomentar la máxima participación", expresó. Próximos pasos En el debate de clausura, Ricardo Ehrlich, ministro de Cultura de Uruguay, dijo, "Este seminario ha proporcionado un espacio valioso para hablar acerca de la gobernanza pública de la cultura. Pero la cuestión más importante aquí es saber qué podemos hacer ahora para enfrentar esos retos y para impulsar los cambios que se han discutido durante el foro".
Grange, la ministra jamaquina, agregó: "Todos estamos conectados a través de nuestra cultura en la región, si pudiéramos unirnos todos a partir de este foro, podemos convertirnos en una fuerza poderosa, incapaz de ser ignorada". Los ministros y representantes se comprometieron a elaborar propuestas, que serán compartidas con los ministros de finanzas, con el concurso del BID, que entiende y apoya a la cultura como una parte integral del desarrollo de la región. BID y Cultura Entre los proyectos culturales financiados por el BID figuran el sistema de orquestas juveniles de Venezuela y un proyecto de música escolar aprobado recientemente, "Música y Vida", que beneficia a los jóvenes afro-descendientes e indígenas en los municipios de la región del Pacífico en Colombia. El BID también apoya la preservación del patrimonio cultural de la región. Recientemente financió la restauración del Teatro Colón en Buenos Aires, uno de los principales auditorios para ópera en las Américas. El BID también prestó US$40 millones al Municipio de Quito para restaurar el centro de la capital ecuatoriana, en un proyecto que incluyó la preservación y la restauración de edificios históricos. El Programa de Desarrollo Cultural del Centro Cultural del BID distribuye anualmente pequeñas donaciones para fomentar iniciativas culturales locales.
El seminario fue organizado por el Centro Cultural del BID, con el patrocinio de la Fundación Interamericana de Cultura y Desarrollo. | 
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