| | | Sin duda, el 2010 es un año especial para países como México y Chile ya que conmemoran 200 años del inicio de la lucha por su independencia así como la abolición de la esclavitud. Al mismo tiempo, México celebra el centenario de la Revolución Mexicana, evento que dio origen a un nuevo régimen político y estructura social. En 2011 se unirán a la celebración por su emancipación Venezuela y Paraguay, tal como el 2009 también conmemoró su independencia Ecuador. Tales efemérides son el momento idóneo para reflexionar sobre el pasado, presente y futuro de las Américas. Resulta conveniente recordar que el proceso de independencia tuvo causas internas y externas. Entre las causas internas cabe mencionar: la desigualdad entre criollos y españoles; la expulsión de los jesuitas y la existencia de monopolios que impedían el crecimiento económico y la corrupción administrativa, entre otras. Asimismo, entre los factores externos que influenciaron los movimientos independentistas se encuentran los ideales de libertad promovidos por la Ilustración, la Declaración de Independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa. El contexto histórico por el que atravesaban los países del hemisferio al iniciar la lucha por su libertad era muy distinto al actual. Sin embargo, sigue vigente la pregunta sobre qué tanto ha cambiado América Latina desde entonces. Uno de los grandes avances fue la abolición de la esclavitud, en Haití se dio en 1803, en México en 1810 y en Estados Unidos hasta 1863. No obstante que abolición de la esclavitud está incluida en la Declaración de los Derechos del Hombre, en nuestros días –desafortunadamente- siguen presentándose casos de explotación y opresión en el continente. A pesar de que hace 200 años los pueblos latinoamericanos obtuvieron su libertad, hoy en día existen problemas y desafíos que todas las naciones deben enfrentar para que los habitantes de la región vivan libre y plenamente. Grandes capas de la población aún no tienen acceso a la educación, ni a servicios de salud y viven marcados por la marginación y discriminación, a pesar de los esfuerzos de sus gobiernos. El problema de la inseguridad es otro asunto que merma el desarrollo de todos los países, además de que se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Por ello, la Organización de los Estados Americanos (OEA) considera esencial la preservación sobre la seguridad multidimensional, la cual consiste en garantizar seguridad a todos los pueblos latinoamericanos a través de la cooperación y desarrollo de distintas políticas regionales para abordar las amenazas en el hemisferio. Diversas instituciones como la Comisión de Seguridad Hemisférica y las Fuerzas Armadas trabajan para alcanzar dicho objetivo. También existen diversos documentos que los estados han adoptado a lo largo de los años y que son la base de la preservación de la seguridad en la región, tales como la declaración sobre seguridad en las Américas, el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y el Catálogo de Informes de los Estados Miembros en Seguridad Hemisférica. En tal contexto, una de las dificultades por las que atraviesa América Latina es el problema de las drogas. En los últimos años ha aumentado el consumo y producción por lo que el comercio de drogas ilícitas es considerado una amenaza para la estabilidad de la fuerza pública ya que ocasiona violencia y destrucción. Los festejos por el Bicentenario de la independencia y el centenario de la Revolución en México se desarrollarán en una situación de violencia que va en aumento y que ha motivado que el Ejecutivo –con sensatez y espíritu democrático- convoque a los líderes de la oposición y eleve a debate la legalización de las drogas aunque haya anticipado su opinión contraria. En todo el hemisferio existen distintas estrategias para combatir este problema tales como el fortalecimiento institucional y la reducción de demanda y de oferta; además, se cuenta con el apoyo del Observatorio Interamericano sobre Drogas. Es una problemática en la que todo el continente debe participar para encontrar soluciones prontas ya que pone en riesgo la salud de la juventud, además de distorsionar las economías regionales. Otros problemas que persisten en las Américas son el desempleo y la pobreza. No debemos olvidar que la pobreza, el desempleo y los bajos niveles de desarrollo humano son factores que inciden negativamente en la consolidación de la democracia, que constituye en la actualidad un tema central para los pueblos y los países de América Latina y el Caribe. Se aspira que bajo este régimen de gobierno, los habitantes del continente consoliden las vías para superar los más agudos y profundos problemas socioeconómicos que afectan a millones de ciudadanos que viven en condiciones de pobreza, miseria y exclusión social y cultural. De ahí la necesidad de hacer reformas estructurales para atender dichos problemas e impulsar el desarrollo en la región. Como se puede ver, en las Américas aún existen problemas que recuerdan al colonialismo. Por ejemplo, el crecimiento económico de la región –en algunas ocasiones- se ve limitado por la presencia de monopolios o grupos de interés. La sociedad continúa jerarquizada y la desigualdad entre distintos grupos sociales sigue existiendo. Asimismo el problema de la corrupción y abuso de poder está presente, además del pleno respeto a los derechos humanos, migrantes, discriminación, legalidad, Estado de derecho, exclusión, trata de personas, educación, empleo, libertad de expresión, entre otros. De esta manera, conviene hacer una reflexión sobre qué dirección va a tomar América Latina y recordar las razones por las cuales se dio la lucha de la independencia. Todos debemos buscar el bienestar de la región, y debemos contribuir a construir una América Latina unida, libre, fuerte, próspera y pacífica. Aspiraciones por las que hace dos siglos lucharon miles de hombres y mujeres ofrendando sus vidas por causas justicieras, pero que, en algunos casos, aún se encuentran pendientes de ser atendidas, a pesar de que vivimos en democracia. * Representante de la OEA en México y ex Canciller del Perú
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