| Por este medio le hacemos llegar dos artículos aparecidos el día Domingo 01 de Agosto de 2010 del Diario La República sobre el Caso de los Sánchez Paredes donde indica que “Orlando Sánchez Paredes ocultó narcocasa con falsa identidad”, además las declaraciones de la Procuradora del Estado Sonia Medina, quien afirma que: “Hay jueces obsecuentes con el delito y con el Crimen Organizado” Atentantemente
CESAR FERNANDO O´PHELAN PEREZ
PROJUSTICIA.
ORLANDO SÁNCHEZ PAREDES OCULTÓ NARCOCASA CON FALSA IDENTIDAD Lavado. Para evitar ser implicado la pasó a su nombre recién 8 años después de indagación. En abril de 1980 usó nombre de tercero para transferirla a sus dos abogados y recuperar luego propiedad que había sido incautada por esconder la PBC traída de Tingo María.
Miguel Gutiérrez R. mgutierrez@larepublica.com.pe
En marzo de 1980 la policía del Callao efectuó un operativo en el que se detuvo a ocho personas y se incautaron 4 kilos de droga y viviendas en Chosica, San Borja y Ate .
Por versión de Pedro Blanco Aguilar, uno de los detenidos en la redada, la policía se enteró de que el inmueble asignado como lote 14 Manzana J, en la Urbanización Industrial Santa Rosa, Ate, era usado desde 1979 para descargar droga que llegaba procedente de la selva de Tingo María.
Blanco Aguilar refirió en el interrogatorio policial que manejaba los camiones que traían “los hermanos Sánchez Paredes de Tingo María a Lima, con plátanos desde la Carretera Central km 5 y y medio hasta el garaje ubicado en la Mz J, lote 14 Urb. Santa Rosa- Ate Vitarte, de donde se sacaban sacos de lona con PBC que estaban escondidos dentro de la fruta”.
A su vez, Neptalí Pereda Barrientos, guardián del depósito de Ate, dijo a la policía que Orlando Sánchez era el dueño de la vivienda aunque usaba el nombre de Jorge Carpio Maldonado. “Se hacía pasar y tenía algunos documentos como Jorge Carpio Maldonado, ya que en una oportunidad en su ausencia lo fueron a buscar con ese nombre y al indicarle a este (Orlando Sánchez) sobre lo sucedido, le dijo que cualquier encargo que vengan a traerle con dicho nombre lo reciba”.
Los peritos de la policía que acudieron al lugar descubrieron que dos bolsas de lona de color verde y marrón halladas en ese inmueble contenían adherencias de PBC. Ni Orlando Sánchez Paredes ni sus hermanos Perciles y Manuel Sánchez Paredes fueron capturados en la intervención policial.
En las conclusiones del atestado Nº 116-DIE, del 4 de abril de 1980, la policía antidrogas afirmó que el inmueble de Ate había servido “para facilitar y asegurar la descarga de camiones que traía droga de Tingo María”.
Señalaron también que la propiedad estaba a nombre de Jorge Carpio Maldonado aunque estaban seguros de que pertenecía a Orlando Sánchez Paredes según lo vertido por el guardián.
Sospechosamente y por razones desconocidas hasta ahora, no solo la orden de captura contra Orlando Sánchez fue revocada en el Poder Judicial sino que el inmueble en poder del Estado pasaría años después a sus manos.
Una operación de lavado
Una minuta de compra y venta revela que el 7 de abril de 1980 una semana después de que el caso de drogas pasara a un juez penal, una persona identificada como Jorge del Carpio vendió el terreno incautado al abogado Mario Elías Mateo Pérez. Cuatro meses después, el inmueble fue traspasado por Mateo Pérez a otro abogado, Carlos Gómez Robles.
En octubre de 1988, ocho años después de haberse enterrado la investigación y el proceso judicial por narcotráfico en el que figuraban inicialmente tres hermanos de la familia Sánchez, Gómez Robles vendió el inmueble a Orlando Sánchez Paredes.
Las minutas y escrituras públicas que se firmaron para realizar esta serie de transferencias del inmueble que terminaría finalmente en manos de Orlando Sánchez no fueron tramitadas en los Registros Públicos aunque sí registradas en en las Notarías de Daniel Céspedes Marín y Pozo Valdez.
La familia Sánchez Paredes investigada por lavado de activos desde hace dos años afirma que hay una campaña en su contra. Sin embargo, documentos como los recuperados por este diario revelan que hay demasiadas evidencias como para dudar del origen de la actual fortuna del grupo familiar.
Datos
Abogados. Mario Mateo Pérez laboró en el Estudio de Luis Cornejo Valencia, conocido por haber amasado una fortuna por asesorar a narcos como Alfonso Rivera Llorente hasta que fue atrapado por la DEA.
Hábeas corpus. Pese a las evidencias que se han ido acumulando, Orlando Sánchez Paredes se libraría de la investigación gracias a un hábeas corpus declarado procedente por una Sala Penal del Poder Judicial.
Identidad de Jorge Carpio Maldonado fue usada
En los documentos de compra y venta la persona que se hace pasar por Jorge Carpio Maldonado se identifica con la Libreta Electoral Nº 2963627. Al revisar la inscripción original de RENIEC, dicha numeración sí perteneció efectivamente a un ciudadano Jorge Carpio, nacido en Barranco, el 5 de noviembre de 1940.
Sin embargo, el falso Jorge Carpio señala como domicilio Ramón Ribeiro 1085 Chorrillos, una dirección que no existió en ese distrito.
Además, la firma de “Jorge Carpio” es errónea cuando se compara con la que aparece en el registro de inscripción de Reniec del real Jorge Carpio. Era evidente que quien firmaba los documentos lo suplantaba. ¿Acaso el abogado Mario Mateo Pérez y el notario no sabían que alguien firmaba por el verdadero Carpio?
Mario Mateo Pérez aparece como abogado de Manuel Sánchez Paredes en un procedimiento de declaratoria de herencia de su padre Simón Sánchez Reyes, según documento notarial fechado en 1981.
“HAY JUECES OBSECUENTES CON EL DELITO Y CON EL CRIMEN ORGANIZADO” Procuradora Medina. Sobre fallos a favor de Sánchez Paredes. Abogada del Estado para casos de narcotráfico dice que fallos judiciales generan impunidad y atan a la policía y a la fiscalía.
César Romero C.
“Lo que está pasando estas semanas en la administración de justicia es lamentable, nos sentimos impotentes de luchar contra las organizaciones criminales con operadores judiciales tan obsecuentes con el delito y las organizaciones criminales”.
Estas son las palabras de la procuradora antidrogas Sonia Medina frente a la decisión de los jueces de la 4ta Sala Penal de Reos en Cárcel de Lima, Carlos Ventura, Hermilio Vigo y Demetrio Ramírez, de archivar la investigación por lavado de activos a los Sánchez Paredes.
“No me explico, si estamos frente a un desconocimiento de lo que significa el narcotráfico, son jueces obsecuentes con el delito o simplemente responden a otro tipo de interés, porque en esta vida nada es gratuito, todos respondemos a un interés bueno o malo”, afirma.
Indica que falta tomar conciencia en toda la estructura del Estado del peligro que representa el narcotráfico con sus consecuencias de violencia y corrupción, como la que parece manifestarse en esas resoluciones judiciales.
Medina subraya que es evidente que todo se trabajó para obtener una sentencia favorable. Esta es la segunda vez que el referido tribunal falla a favor de los Sánchez Paredes. Lo hizo en enero y lo repitió en julio.
“En esta acción de garantía todo va a la justa medida del que quiere conseguir algo. Como La República puso el otro día, buscan jueces a su medida, son situaciones trabajadas. Si no les surte efecto en primera, lo logran en segunda instancia y hasta en la Corte Suprema”, dice.
Agrega: “Muchas veces en los pasillos nos dicen a nosotros no nos interesa lo que se resuelva en primera instancia sino lo que se decida arriba, en la instancia superior”.
Resalta que las consecuencias de este tipo de resoluciones son muy graves para el país, más allá del caso de los Sánchez Paredes, porque se ata de manos a la policía y a la fiscalía para futuras indagaciones.
El poder del dinero
“En el caso de los Sánchez Paredes no hay vulneración de ningún plazo razonable. Pero, todo esto comienza con un error lamentable del Tribunal Constitucional que fija un plazo de investigación de dos años y que se dio, hay que decirlo, para favorecer a un poder económico, a la familia Sánchez Miranda.
La procuradora es consciente de que la resolución de la 4ta Sala Penal es irreversible y que lo único que queda es que estos y otros jueces tomen conciencia de lo que está pasando para que no vuelvan a repetir esos errores.
Al CNM
Sonia Medina no confía en que una investigación interna en el Poder Judicial pueda sancionar el mal proceder de los magistrados obsecuentes con el delito, por lo que pone sus esperanzas en manos del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM).
“Esperemos que el CNM vea su desempeño. Sus decisiones nos afectan mucho, generan impunidad e inseguridad jurídica. Hay nuevos miembros en el CNM como el doctor Vladimir Paz de la Barra que conoce el lado oscuro y el lado bueno de la magistratura, la esperanza es que ellos puedan hacer algo. Estos jueces no solo deben ser separados, sino también denunciados penalmente”, manifestó.
“Es una justificación nauseabunda”
¿Los magistrados Carlos Ventura Cueva, Hermilio Vigo Zevallos y Demetrio Ramírez Descalzi afirman en una carta que han enviado a La República que el Estado podría volver a investigar a los Sánchez Paredes?
Me parece una lavada de manos fuera de toda lógica, porque si ellos han archivado todo lo actuado de la manera más maliciosa y dolosa diciendo que hay vulneración del plazo razonable, qué se puede volver a investigar. Si volvemos a investigar dónde estarían los plazos razonables que estos magistrados señalan. Nos vamos a demorar más o menos dos años y luego qué. ¿Lo volverán a archivar? Es una lavada de manos un poco nauseabunda, lo digo aunque esto me cueste una demanda.
¿Hubo demora en la investigación a los Sánchez Paredes? Una investigación de narcotráfico y lavado de activos puede demorar uno, dos o tres años. Los propios investigados obstruyen la investigación. Les das 15 días para que aporten la documentación contable pero demoran tres o cuatro meses y siguen entregando información, ¿por qué? Pasa que recién la estoy fabricando o recién la estoy maquillando o poniendo al día. Cuando se solicita documentación a las entidades, las burocracias pública y privada se demoran. Luego hay que analizar toda esa documentación. Es un análisis que no se hace de un mes a otro. En cualquier lugar del mundo una investigación de este tipo toma su tiempo. | 
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