Redacción Judicial
Venezuela, Ecuador e Irán establecieron un triángulo de "resistencia", que se ha fortalecido desde 2007, cuando Rafael Correa llegó a la Presidencia de Ecuador.
El nexo Ecuador-Irán fue impulsado por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, que encontró en el país islámico su mejor aliado de lucha contra el "imperio" (Estados Unidos).
"Ecuador y Venezuela han despertado y ya no obedecen lo que dice el amo", dice Majid Salehi, embajador de Irán en Ecuador (ver entrevista).
En diciembre de 2008, Correa viajó a Irán, en donde se firmaron 19 convenios de cooperación bilateral, en diferentes áreas, como la hidrocarburífera, petroquímica, agrícola....
Uno de los primeros acuerdos en concretarse fue la edificación de plantas hidroeléctricas y termoeléctricas en Ecuador. En marzo se firmó un comunicado de entendimiento entre los dos países para la construcción de las plantas Quito-Baeza, de 100 megavatios, y la de Río Luis, de 15 megavatios.
En este campo, Irán invertirá entre USD 250 y 300 millones, es decir el 60% de la inversión total. "En los convenios solamente falta determinar cómo será el financiamiento" explicó Salehí.
Para viabilizar los negocios, Ecuador e Irán firmaron un protocolo de cooperación entre el Banco Central del Ecuador (BCE) y el Banco de Desarrollo de las Exportaciones de Irán (EDBI, por sus siglas en inglés).
Este acuerdo establece que "se creará una carta de crédito para cada transacción, bajo la figura de Acuerdo de Facilidades Crediticias a favor de Irán, como vendedor o comprador".
Este fue el primer paso para que a futuro se establezca un Banco Internacional de Desarrollo, de propiedad de Irán en Ecuador. Este Banco sería similar al que se conformó en Venezuela, el 2 de enero de 2008.
Sus socios, según el documento de constitución al que este Diario tuvo acceso, incluso son los mismos que integran el Banco Internacional de Desarrollo, Banco Universal de Venezuela. Su objetivo es "ejecutar y celebrar todos los actos, negocios y contratos relacionados, en cualquier forma con la actividad y fines que constituyen su objetivo".
No obstante, este banco y el EDBI han sido cuestionados por por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por el supuesto financiamiento de proyectos subterráneos de energía nuclear.
La posición oficial del gobierno iraní sobre esta acusación es que su política siempre ha sido de apertura hacia las Naciones Unidas y la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyos inspectores han revisado todos los proyectos, sin hallar pruebas que demuestren todas las acusaciones.
Pero, según el embajador de Israel en Ecuador, Eyal Sela, la sanción a la entidad financiera iraní se debe a que no ha cumplido con las observaciones que se han hecho al desarrollo de la energía nuclear. Por ejemplo -según Sela- no se ha aceptado la oferta de Francia, Rusia y China para enriquecer uranio. "Los países temen que Irán enriquezca el uranio al punto de convertirlo en arma nuclear", puntualizó Sela.
Según investigaciones de la Secretaría contra el Terrorsimo e Inteligencia Financiera de EE.UU., el EBDI también ha sido usado para "financiar actividades ilícitas y apoyar a los extremistas Hamas y Hezbollah".
El 18 de mayo pasado, Daniel Glaser, secretario adjunto de la Dirección de Prevención de Financiamiento del Terrorismo, se reunió con Juan Carlos Castrillón, encargado de Negocios de la Embajada de Ecuador en Washington. En la cita le expresó la "preocupación" de que haya "una posible violación de las resoluciones de la ONU por el Ecuador", debido acuerdo suscrito entre los bancos.
El 31 de agosto, Diego Borja, ministro coordinador de la Política Económica, remitió al canciller Fander Falconí un oficio sobre este tema. Borja, además, envió un oficio de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), en el que recomienda al oficial de Cumplimiento que implemente controles de prevención de lavado de activos en el BCE.
Pero -según explicó el presidente del Directorio del Banco Central, Carlos Vallejo- el convenio que se firmó con el EBDI "se limita a promover, incentivar y desarrollar las relaciones comerciales de importación y exportación de los dos países".
Por ello, inicialmente el convenio se suscribió por USD 40 millones, pero se lo amplió a USD 120 millones. Por eso, según Vallejo, este tratado no es motivo para "hacer halaraca".
Esta línea de crédito, también se aplicará para otros planes, como la transferencia de tecnología para el desarrollo de la industria minera e hidrocarburífera. En dos semanas se concretará un programa de investigación geológica, para construir un laboratorio para investigación del suelo. Es decir, se buscará las zonas donde hay minerales como el oro, el cobre; incluso, rastrearán gas natural para explotarlo.
No obstante, para el Embajador de Israel, el que Ecuador mantenga negocios con el Banco de Desarrollo de la Exportaciones puede tener graves repercusiones para Ecuador. "A l mantener relaciones con una entidad sancionada se pueden generar problemas, como menor crédito, y apoyo financiero", dice Sela.
Pero, para Irán las relaciones bilaterales buscan beneficiar a los dos países. Aunque en especial, el régimen islámico busca apoyo en lo político y comercial.
Este nexo también genera malestar en el Congreso de EE.UU. La semana pasada, varios diputados y analistas sostuvieron que la relación entre Ecuador, Venezuela e Irán "es preocupante, pues este último busca aliados en Latinoamérica, que a futuro pueden generar una desestabilización en la región y un mayor apoyo a los grupos irregulares"
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